Honda se ha puesto las pilas con el mercado. El Honda HR-V ocupa un lugar especial en los planes de la marca japonesa: es un SUV compacto, con la línea del techo inclinada para otorgarle un aspecto coupé. Efectivamente: Honda también quiere triunfar en el segmento de moda. En Japón y Estados Unidos, el pequeño crossover ya rueda por las carreteras. Ahora empieza en Europa, con el punto de mira puesto en rivales como el Opel Mokka y compañía. Cuando uno se fija en su carrocería, enseguida se da cuenta de que el dinamismo marca la pauta del diseño: el morro está marcado por los faros rasgados y la destacada parrilla, como ya es norma en los modelos de la marca. El lateral es indiscutiblemente coupé. Los tiradores de las puertas traseras van ocultos en los marcos, para realzar esta impresión. La cintura de las ventanillas traseras se eleva hacia el pilar C, para redundar en su aspecto deportivo: si uno no se fija bien, parece un coupé de tres puertas. Su ventaja respecto a otros SUV de similar concepto de diseño, como el BMW X6: en el Honda, incluso pasajeros de 1,80 metros de estatura tienen espacio de sobra para la cabeza. Y es que el Honda HR-V tiene un interior bastante espacioso: el conductor y acompañante viajan muy desahogados, y gracias a que lleva el depósito ubicado bajo las plazas delanteras, el maletero ofrece mucho cubicaje para equipaje. Con los asientos sin abatir, ofrece unos buenos 453 litros. Precisamente, la inusual ubicación del depósito permite a este Honda montar los conocidos 'Magic Seats' de la marca, con muchas posibilidades de configuración. Si se pliegan, la capacidad del maletero aumenta hasta los 1.026 litros, y el respaldo del copiloto se puede plegar también para introducir objetos largos.
El puesto de conducción tiene un diseño atractivo, aunque hay demasiados plásticos duros al tacto, eso sí, con ajustes sólidos. Y algunos revestimientos de cuero en las puertas y en la consola central le dan cierto aire premium. Los asientos son amplios y cómodos. El chasis muestra un logrado compromiso entre dinamismo y confort. Incluso por bacheadas carreteras, este Honda filtra bien las irregularidades, y en tramos de curvas la carrocería nunca balancea en exceso. El buen agarre lateral de los asientos redondea sus facultades deportivas. Los frenos, además, son potentes y muy dosificables. En definitiva: un SUV atractivo, práctico, confortable y divertido de conducir. Un futuro de éxito en nuestro mercado. En España está disponible con el motor diésel 1.6 'i-DTEC' de 120CV y con el nuevo de gasolina 1.5 'i-VTEC' de 130CV. Este último puede ir asociado un cambio automático 'CVT'. La opción diésel es la más acertada, ya que su respuesta es realmente buena.