Logo Autobild.es

Prueba del Mercedes-AMG C 63 S E Performance 4MATIC F1 Edition, un híbrido deportivo con 680 CV y 1.020 Nm

Y, además, puede moverse en modo totalmente eléctrico.

Mercedes es una de las marcas más importantes y exitosas de la Fórmula 1 al contar en sus vitrinas con ocho campeonatos de Constructores y nueve de Pilotos. 

Por ese motivo no hay mejor apellido para darle a esta edición especial que se ha creado tomando como base el Mercedes-AMG C 63 S E Performance 4MATIC que F1 Edition. Y como el monoplaza de Lewis Hamilton y George Russell, es híbrido y a su paso parte cuellos.

Exterior e interior

Si ya de por sí, este modelo con el sello de AMG tiene una imagen espectacular, con los cambios que adopta esta variante consigue que la babilla comience a asomar por la comisura de mis labios. 

Son muchos los elementos diferenciadores de este F1 Edition, comenzado con la pintura Manufaktur gris alpino. Pero la cosa, como habrás podido imaginar, no acaba ahí, porque también acoge de serie el Paquete Aerodinámico AMG, que incluye un splitter en el paragolpes delantero, un labio en el trasero y un añadido en los estribos, todo ellos en rojo, dándole el toque exclusivo. Este color también lo adopta el aro de las impresionantes llantas forjadas de 20 pulgadas en negro mate.

Pero no es el único paquete que entra dentro de los 21.085 euros de más que cuesta esta edición, porque también luce el Paquete Night AMG con el que las carcasas de los retrovisores, las molduras que rodean las ventanillas y las salidas de escape están bañadas en negro brillante. También incluye el Paquete Night AMG II con la calandra o el nombre del modelo oscurecido. 

Prueba del Mercedes-AMG C 63 S E Performance

Asimismo, el lateral trae una banda decorativa con las letras AMG con un fondo degradado. Y la guinda la pone el alerón de la tapa del maletero, que, cómo no, es oscuro.

En el interior también se respira deportividad en cada milímetro, comenzando con el salpicadero, cuyo embellecedor es de fibra de carbono con los colores rojo, negro y gris y la placa F1 Performance. Un puntazo. Siguiendo por los espectaculares asientos tipo bacquet AMG Performance con el logo AMG en relieve en los reposacabezas, de cuero Nappa negro y con costuras rojas. 

Continuando con el volante con sus dos selectores circulares con pantalla, el más bonito del mercado, desde mi punto de vista -otra cosa son los botones táctiles para subir el volumen, que no atienden a mis órdenes en muchas ocasiones-, que está tapizado en cuero Nappa y piel vuelta. Siguiendo con los cinturones en color rojo. Y finalizando por las alfombrillas con el logotipo F1 bordado.

Prueba del Mercedes-AMG C 63 S E Performance

Los pasajeros disfrutan de un buen espacio, tanto para la cabeza como para las rodillas. Otra cosa es el de carga, que se ve perjudicado y solo tiene 280 litros y un buen escalón al fondo. La verdad es que se me antoja un volumen del maletero muy justo para una berlina de 4.842 metros, y más si lo comparamos con las versiones sin electrificación, que cubican 455 litros. 

Motor y prestaciones 

El Mercedes-AMG C 63 S E Performance 4MATIC F1 Edition de la prueba no adopta ninguna diferencia mecánica respecto al 63 S E Performance de serie. Por tanto, bajo el capó encontramos el cuatro cilindros más potente del mundo gracias a sus 476 CV. Y antes de que te lleves las manos a la cabeza porque un AMG de su rango sea movido por un motor de 1.991 cc, déjame aclararte que puede trabajar en conjunto con uno eléctrico, que está alojado en el eje posterior y con el que es capaz de entregar 680 CV y 1.020 Nm. ¿A que ahora lo ves de otra forma?

Cierto, nada que ver con el 6.2 V8 atmosférico de 457 CV o el 4.0 V8 biturbo con hasta 510 CV de los anteriores C63 AMG. Pero, espera a conocer sus prestaciones, porque el nuevo de la clase puede acelerar de 0 a 100 km/h en solo 3,4 segundos y alcanzar los 280 km/h. Ya puedes bajar las manos...

Motor Mercedes AMG C63 SE Performance 2

Y como híbrido enchufable que es, equipa una batería de 6,1 kWh de capacidad  bruta -4,8 kWh útiles- con la que puede moverse hasta 13 kilómetros en modo eléctrico, distancia con la que 'solo' consigue la etiqueta ECO y no Cero de la DGT. Y es que la compañía de Stuttgart busca con la electrificación de sus modelos más prestaciones y no autonomía. 

De trasmitir la furia al asfalto se encarga una caja de nueve relaciones con un embrague multidisco bañado en aceite y no una de convertidor de par, como es habitual.  

Comportamiento

Sinceramente, es rato pulsar el botón de encendido de un AMG y que no suene nada, solo una melodía. Pero, bueno, son cosas de la electrificación. Cosas que se esfuman cuando comienza a funcionar su motor de cuatro cilindros, con una bonita melodía, y que siempre va acompañado por el sonido del escape, con más o menos intensidad, a golpe de botón o modo, y de, en ocasiones, detonaciones.

El coche no es cómodo, incluso en modo Comfort, porque la suspensión es seca. ¿Que puedes circular con él a diario? Sí, pero no es el más indicado, por lo menos para hacerlo por ciudad, sinceramente. Porque del más confortable a los más deportivos, no hay mucha diferencia. Bueno, si tienes en cuenta que puedes moverte por la urbe con un consumo de 1,7 l/100 km, entonces, a lo mejor...

Asimismo, la transmisión, con levas en el volante, por supuesto, en bastantes ocasiones, es brusca, incluso en el perfil Comfort, sobre todo en marchas bajas. Lo que sí me gusta es que cuando llega al corte, no sube de hierro por ti.

Prueba del Mercedes-AMG C 63 S E Performance

Pero, en cambio, en autopista o autovía, con un buen asfalto, se convierte en un magnífico coche para viajar por su excelente insonorización y porque a 120 km/h, su motor gira a 1.700 rpm, produciendo un ruido muy justo y consiguiendo un consumo bajo.

Puedes pasar de un modo de conducción a otro -Comfort, S, S+, Race, Eléctrico, Individual, Nieve y Battery Hold- desde el botón táctil de la consola central que pone AMG o desde la ruleta periférica del volante. Desde este mismo conmutador, pero pulsando la pantalla, también se puede optar por uno de los cuatro niveles de regeneración. 

Prueba del BMW M3 Competition xDrive

Pero donde puedes sacar la quintaesencia de este coche es en un tramo revirado o en circuito. Yo he tenido la oportunidad de dar rienda suelta a mi pie derecho en mi puerto de montaña favorito y he de decirte que sorprende. Podrías pensar que por sus 2.165 kg no es el coche más indicado. Ojo, que un BMW M3 Competition xDrive pesa 1.855 kg. A ver, hay mejores, más ligeros, pero este purasangre se comporta sin tacha: vira plano, frena muy bien y sin fatiga y tiene un paso por curva rapidísimo. 

Precio

El Mercedes-AMG C 63 S E Performance 4MATIC con carrocería berlina tiene un precio de 143.924 euros, cifra a la que hay que sumar los 21.085 euros que hay que pagar por este F1 Edition como el de la prueba, por lo que el montante se queda en 165.000 euros. 

Si ya de por sí, sin este acabado es más caro que sus rivales directos -Audi RS 5 Sportback, Alfa Romeo Giulia Quadrifoglio o BMW M3-, ahora lo es más. Pero, claro, ninguno equipa un sistema híbrido enchufable con una potencia de 680 CV y etiqueta ECO. 

Valoración

Nota8

Es caro, sí, pero su imagen es una pasada y la potencia y el par que entrega, más aún: 680 CV y 1.080 Nm, respectivamente. Además, aunque solo consiga la etiqueta ECO, puede moverse en modo totalmente eléctrico.

Lo mejor

Imagen. Potencia. Consumo. Insonorización del habitáculo.

Lo peor

Maletero con poca capacidad de carga. Cambio demasiado brusco y suspensión seca en modo Comfort.

Descubre más sobre , autor/a de este artículo.

Conoce cómo trabajamos en Autobild España.