Crece el segmento de los familiares con el Subaru Levorg: elaborado sobre la base del Forester y el XV, llega para sustituir al Subaru Legacy. Se trata de un vehículo de 4,69 metros que, además de un espacio desahogado, ofrece un maletero que cubica entre 522 y 1.446 litros. Es más que, por ejemplo, un Audi A4 Avant (de 490 a 1.430 litros), pero bastante menos que un Passat Variant (de 650 a 1.780 litros). Para abatir los respaldos posteriores y aumentar la capacidad de carga, basta con apretar un botón situado en el revestimiento lateral del maletero, y como por arte de magia queda una superficie de carga totalmente plana. El cubre equipaje va oculto en el doble suelo.
Nuevo motor con la inconfundible firma de Subaru
El nuevo 1,6 litros mantiene su configuración bóxer, como es tradición en la marca, y rinde 170CV que se transmiten a las cuatro ruedas (otra seña de identidad de Subaru). La novedad es el turbo, que permite una entrega de par de 250 Nm ya desde las 1.800 vueltas. Esto no significa que el Subaru Levorg tenga aspiraciones deportivas, pero sí le aporta un comportamiento dinámico en el día a día. Alcanzar los 100 km/h desde parado en 8,9 segundos es una buena marca, y la velocidad máxima es de 210 km/h. Sin embargo, las prestaciones podrían ser considerablemente mejores si el Subaru Levorg no pesara 1.531 kilos, una cifra por encima de sus rivales. Por eso el consumo, 6,9 litros a los cien kilómetros, tampoco está entre los mejores del segmento. El cambio automático sin fases con seis velocidades programadas y levas en el volante, de serie, hace bien su trabajo, pero no llama a una conducción decidida. Y es que tiende a subirlo de vueltas en exceso, y eso provoca que el coche se vuelva demasiado ruidoso.
Un automóvil 100% funcional
En marcha, el Levorg demuestra que Subaru ha buscado con el chasis un comportamiento equilibrado y polivalente. Con sus llantas de 18 pulgadas opcionales filtra bien y supera las pruebas del alce y eslalon sin excesivos balanceos. El control de estabilidad (ESP) se anticipa siempre a un mal gesto e impide que se ponga al coche en aprietos. Otra señal de que el Subaru Levorg no busca sensaciones deportivas, ya que solo el control de tracción es desconectable. Algo, por otro lado, que parece del todo adecuado de un coche con clara vocación familiar. Y accesible para todos, porque desde la marca y si se tiene en cuenta que lleva tracción integral y cambio automático de serie, será sin duda un modelo muy competitivo frente a sus rivales del segmento. Solo juega en desventaja en cuanto a la oferta mecánica: de momento, no hay prevista una opción diésel.