Tesla Roadster

El Tesla Roadster fue uno de los primeros automóviles que comercializó la marca de Elon Musk. Fue allá por el año 2008, y por aquel entonces se convertía en un automóvil pionero al importar la tecnología de propulsión eléctrica a un vehículo deportivo. El resultado fue bastante llamativo, y logró un buen número de ventas, sobre todo en Estados Unidos.

Tres años después de su comercialización, la primera generación de Tesla Roadster dejó de fabricarse y el nombre de este producto cayó prácticamente en el olvido. Sin embargo, en 2017 la compañía norteamericana anunció que en sus planes a medio plazo entraba el desarrollo de la segunda generación de su icónico modelo.

La evolución del Roadster contará con varias diferencias, entre ellas su diseño. En este caso no se desarrollará a partir de la carrocería del Lotus Elise, si no que disfrutará de una imagen 100% original.

Por otra parte, sus prestaciones, ya que este coche se ha anunciado como uno de los automóviles del mundo, con unos datos de aceleración y velocidad máxima que impresiona.

Entre sus rivales, encontramos diferentes modelos. El más destacable quizá sea el BMW i8, por incorporar también tecnología eléctrica. Sin embargo, dadas las prestaciones prometidas, también se puede enfrentar a modelos como el Porsche 911 o el Audi R8, entre otros muchos.

La segunda generación de Tesla Roadster se espera como una nueva revolución en el segmento de los coches eléctricos. Un automóvil impresionante con unas prestaciones capaz de desbancar a cualquier superdeportivo del mercado.

Un nuevo diseño mucho más acorde

El diseño de la primera generación del Tesla Roadster era algo pecualiar. Destaca, principalmente, por sus similitudes con el Lotus Elise, modelo del que tomaba gran parte de su carrocería. Es cierto que montaba algunos elementos propios, pero el parecido era considerable.

Esta nueva generación nace dentro de una marca más consolidada y con mayor reconocimiento en el mercado. Por ello, se puede permitir aportar un diseño propio más acorde con otros modelos de Tesla. De ahí, que algunos rasgos se asemejen a los del Tesla Model S, por ejemplo.

En cualquier caso, el Roadster es un coche que puede brillar pos sí solo. El frontal tiene formas muy afiladas y limpias, ya que como buen eléctrico, no precisa de una parrilla delantera con la que refrigerar el motor. Así, consigue que todo el conjunto resulte más armonioso.

Incorpora unas líneas muy deportivas en la parte inferior del paragolpes, que luego ascienden hasta dibujar unos pasos de rueda marcados y musculosos. El capó cuenta con una ligera curva y fluye casi sin interrupción hasta el parabrisas.

En el lateral de aprecia un marcado estilo coupé. Apenas se aprecian ángulos forzados ni formas fuera de lugar. Todo el dibujo busca la agresividad propia de un deportivo. Para lograr su estética descapotable, este coche cuenta con un panel del techo desmontable que deja al descubierto el habitáculo al más puro estilo Targa.

Por último, la zaga del Tesla Roadster es un conjunto compacto que sigue las líneas del frontal. Los pilotos pasan desapercibidos, mientras que el toque de gracia corre a cargo de un alerón adaptativo que se despliega en función de la velocidad del coche. Tampoco nos podemos olvidar del enorme difusor, que aporta un buen extra de aerodinámica a este deportivo.

El Tesla Roadster crea un nuevo concepto de habitáculo

El diseño exterior del Tesla Roadster no es el único elemento que se ha renovado por completo en esta segunda generación. El habitáculo también ha sufrido importante modificaciones y se ha convertido en un espacio muy moderno con importantes detalles futuristas.

De esta forma, se garantiza que cuando este coche salga al mercado sea uno de los modelos más vanguardistas y que pueda estar al mismo nivel tecnológico que sus hermanos de gama.

El puesto de conducción es de un estilo muy minimalista. Apenas hay elementos destacables, salvo un volante ovalado al más puro estilo de la Fórmula 1 y que más bien parece el control de una nave espacial.

El cuadro de instrumentos en completamente digital y posiblemente ofrecerá gran cantidad de información sobre el coche y su comportamiento. La consola central está compuesta por una gran pantalla táctil colocada en disposición vertical desde la que se podrán controlar todos los sistemas electrónicos del coche.

El Tesla Roadster es un modelo biplaza, y ambos asientos han sido diseñado para ofrecer una buena sujeción del cuerpo. Su diseño recuerda mucho a los tipo backet, aunque esto no significa que vayan a resultar incómodos.

Sobre el equipamiento no se han desvelado demasiados datos, aunque es fácil ser optimista tratándose de un modelo de Tesla. Contará con una gran cantidad de asistentes a la conducción, y puede que incluso disponga de un sistema de conducción autónoma. Lo que es seguro es que este modelo saldrá al mercado para colocarse a la vanguardia en su segmento.

Se convertirá en el coche más rápido del mundo

A pesar de su interesante y futurista estética, lo que más ha llamado la atención de este coche son las prestaciones que promete. Ha sido el propio Elon Musk quien lo ha catalogado como el automóvil más rápido del mundo, capaz de dejar atrás a los superdeportivos que se conocen hoy en día.

El Tesla Roadster se anuncia como un coche capaz de acelerar de cero a cien en 1,9 segundos. No solo eso, si no que su velocidad máxima se situaría por encima de los 400 kilómetros por hora. Con estas cifras, resulta difícil no permanecer ansiosos ante la llegada al mercado del Roadster.

Igualmente, este coche no es solo velocidad, si no que su autonomía estará cerca de los 1.000 kilómetros. Ante estos datos, la pregunta obligada hace referencia a qué sistema de propulsión utilizará y si incorporará batería de nueva generación, más ligeras y eficaces.

En cualquier caso, este coche no está al alcance de todos los bolsillos. Se ha abierto un periodo de reserva de las primeras mil unidades, que serán más caras que el resto. Costarán más de 200.000 euros frente a los 172.000 del resto.