La pregunta de los martes: ¿está perdiendo la F1 atractivo para las marcas?

Después de la inminente salida de Honda como suministrador de motores en la máxima categoría, la pregunta de los martes hoy es obligada: ¿está perdiendo la F1 atractivo para las marcas?

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Entrar en una competición así es una decisión muy arriesgada. Y desde el primero hasta el último implicado, romanticismos aparte, todos quieren obtener un retorno a la gran inversión que se requiere como punto de partida. Como su propio nombre indica, desde que existe la Fórmula 1 moderna hace 70 años -y desde antes, en realidad-, las carreras se llaman Grandes Premios porque eso es lo que ganaba el piloto, la escudería o ambos -en tiempos en los que muchas veces era el propio corredor el que competía en el coche que él mismo había construido-. 

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Luego, para que hubiera más alicientes se estableció que no sólo el vencedor se llevase premios económicos. Y actualmente, los diez primeros son los que puntúan, con lo que también se llevan un buen montante directamente proporcional a lo cerca que estén de la primera plaza. 

Pero el negocio ha crecido tanto que coches, equipos y pilotos se han convertido en auténticos soportes publicitarios, y no hay rincón que no esté decorado con el color y los logos de una marca comercial. Y si no..., malo.

¿Recuerdas cuando McLaren, en los últimos años de Alonso, fue perdiendo 'sponsors' (arriba) a medida que su resultados se quedaban cada vez más por debajo de las expectativas? ¿Y cuando a Williams le ha ido pasando lo mismo en estas últimas dos campañas? El blanco cada vez más inmaculado del equipo español HRT (bajo estas líneas)en monoplazas y atuendo de pilotos poco tiempo atrás también resultaba de lo más descorazonador...

Y es un círculo vicioso, porque ninguna tarifa en la F1 es barata tampoco ahora -aun cuando no está ya Ecclestone al frente- y encontrar un retorno que haga viable estar en 'el gran circo' no es sencillo, a pesar de que cuando una firma comercial -la que sea- quiere entrar aspire a distintos tipos de beneficio. ¡Porque el éxito no está sólo en ganar! A veces es una cuestión de prestigio, imagen... Eso sí: ningún contrato en Fórmula 1 se firma por casualidad. 

El riesgo de entrar en competición

Pero en todo caso, se gane o no, hay un riesgo enorme en estar en un escaparate como este. Si ganas, todo es perfecto, la imagen es buena, tu valor como marca sube, en el caso de los fabricantes de coches venderán más unidades en la calle... Pero si no, puede que sea un auténtico desastre.

Si Mercedes, por ejemplo, lleva dominando desde el comienzo la era híbrida con su equipo oficial, no importa que Williams se arrastre al final de la parrilla con sus mismos motores, porque está claro que lo que no funciona es todo lo demás. Pero si un motor Renault penalizaba en un mismo fin de semana al combinado oficial, a Red Bull -cuando los montaba- o a McLaren luego..., eso no era en absoluto positivo para los del rombo. 

¿Y Ferrari? A ellos no les sirve otra cosa que ganar, porque para eso son la escudería más laureada de la historia en esta competición. ¡Y llevan sin hacerlo desde 2007! Es más si de pronto pierden un Mundial por no poder adelantar en pista a un Renault (temporada 2010, cuando Fernando Alonso perdió el título en la última carrera por no sobrepasar en pista a Petrov), pues el desastre es total. 

El caso de Honda es muy paradigmático: tras ser motoristas 'sólo' en los gloriosos años 80 y albores de los 90, de Williams y McLaren, se retiraron luego de la F1, volvieron de la mano de BAR en una escuadra semioficial, arrastraron a Toyota en su aventura, luego se marcharon ambos tras la crisis de 2008... Y cuando quisieron regresar por todo lo alto con Fernando Alonso en 2015, resultó que fueron la peor mecánica de la parrilla y objeto de todas las críticas como 'culpables oficiales'. ¡Eso no podía ser bueno para aumentar ventas en los concesionarios! 

¿Está perdiendo la F1 atractivo para las marcas de coches?

Curiosamente, la marca japonesa ha anunciado su retirada de la Fórmula 1 después de haber logrado las victorias que se le han resistido sistemáticamente a los motores Renault, y deja en una situación muy comprometida a Red Bull y a Alfa Tauri. Si no es suficiente para sus objetivos, no lo es. Y punto. 

¿Está perdiendo la F1 atractivo para las marcas de coches? Para Honda, está claro que sí. Para Mercedes, incluso dominando, también podría dejar de ser atractiva la inversión si los objetivos se han cumplido más que de sobra y de pronto en el consejo de administración se decidiera centrarse en otras cuestiones. Pero su apabullante dominio está 'matando' mucho el espectáculo -como antes hicieran otros- y eso nunca es bueno para el 'business'.

Ferrari es la F1 y la F1 es Ferrari... de momento. Pero necesitan títulos para ilusionar a la afición italiana y terminar de amortizar los esfuerzos que hicieron para construir motores 'pequeños' e híbridos -cuya tecnología no iban a poder transferir tan rápido como otros a sus coches de calle-. Y tampoco están funcionando bien con Alfa Romeo.

Sus motores, eso sí, quieren tener una segunda oportunidad -de momento, fallida-, en la estructura patrocinada por Alfa Romeo sobre la base Sauber, que si bien ha estado por debajo de lo esperado, pronto tendrá un golpe de efecto de la mano de Mick Schumacher, el hijo del 7 veces campeón del Mundo. 

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Por contra, tras unos meses en la duda, el renovado Grupo Renault no sólo ha decidido no retirarse, sino que la estrategia ahora pasa por redoblar esfuerzos y potenciar la marca Alpine en F1 -con el fichaje estrella de Fernando Alonso para 2021- y en el Mundial de Resistencia -al que siempre han estado ligados en torno a las 24 Horas de Le Mans-. 

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Aston Martin también ha llegado para quedarse, pues de ser patrocinador importante de Red Bull pasará a volcar sus esfuerzos en un nuevo equipo oficial, sobre la base del antiguo Force India y actual Racing Point. Y como reclamo, el fichaje estrella de Vettel. 

Y todo esto tiene especial valor, teniendo en cuenta la dura y reciente competencia que le ha salido a la Fórmula 1 en cuanto a imán de inversión para las marcas de coches, con el el éxodo reciente de muchos fabricantes hacia la Fórmula E en los últimos 5 años y las nuevas categorías que se crean desde el año que viene para Le Mans y el resto del WEC.