Los tres mejores motores de cuatro cilindros que venden las marcas alemanas en 2024

Si algo han demostrado hacer los alemanes desde finales del siglo XIX son motores de combustión. Ellos los inventaron, aunque no por ello son los únicos que han hecho y hacen buenas mecánicas. En España existe cierta predilección por los coches alemanes, así vamos a decirte los tres mejores motores de cuatro cilindros que venden las marcas alemanas en 2024.

Elegimos los motores tetracilíndricos, porque es la configuración estándar, si bien en la última década se han puesto de moda las mecánicas de tres cilindros, más compactas y ligeras, para cumplir con las normativas de emisiones.

De todas formas, los motores de cuatro cilindros ofrecen un mejor compromiso entre rendimiento, consumo y emisiones. Así que vamos con los tres mejores que venden las marcas alemanas.

Motor del Mercedes-AMG C 63 S E Performance

Mercedes ha conseguido hacer algo que hace diez años cualquiera habría dicho que era imposible: un motor de cuatro cilindros con 476 CV. Y lo ha conseguido gracias a la tecnología procedente directamente de la Fórmula 1, utilizada por el equipo Mercedes-AMG Petronas F1 Team.

Se trata del motor M139L, donde la ‘L’ hace referencia a su disposición longitudinal y está montado en varios modelos, como el Mercedes-AMG C 63 S E Performance. Es, además, el primer motor producido en serie del mundo que utiliza sobrealimentación mediante un turbocompresor eléctrico, lo cual explica su elevada potencia.

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Esta tecnología garantiza una respuesta especialmente ágil e inmediata a lo largo de la escala completa de velocidad del motor. El motor tiene una cilindrada de 2.0 litros y, gracias al turbo eléctrico, alcanza los 476 CV y 545 Nm de par. 

Pero no acaba aquí la cosa: el motor de gasolina se combina con otro eléctrico de 150 kW (204CV) y 320 Nm de par. Todo esto hace que el sistema de propulsión alcance una potencia total de 680 CV y 1.020 Nm de par.

El sistema va ligado a una caja de cambios automática AMG SPEEDSHIFT MCT 9G de nueve velocidades y un esquema de tracción integral AMG Performance 4MATIC+ con distribución plenamente variable de par, además del Drift Mode. 

Con esta configuración, el Mercedes-AMG C 63 S E Performance acelera de 0 a 100 km/h en 3,4 segundos y alcanza los 280 km/h de velocidad máxima, controlada electrónicamente, si se añade el paquete opcional AMG Driver’s Package

Por otro lado, el sistema de propulsión se completa con una batería de iones de litio de 6,1 kWh de capacidad, que proporciona una autonomía eléctrica de 13 kilómetros. Lo cual hace que este modelo luzca la etiqueta ECO de la DGT.

Motor 1.5 TSI EVO de Volkswagen

Tenemos aquí otro motor de gasolina y cuatro cilindros, desarrollado en este caso por el Grupo Volkswagen y montado en numerosos modelos de Seat, Skoda, Audi y la propia matriz del grupo.

Se trata del 1.5 TSI EVO, donde las siglas TSI significan inyección estratificada turboalimentada (turbocharged stratifiedinjection), según explica el fabricante, lo que se traduce en la combinación de la turboalimentación con la inyección directa.

Este motor desarrolla 150 CV y 250 Nm de par máximo y puede ir asociado a una caja de cambios manual o automática DSG. Una característica de este propulsor, más allá de su buen funcionamiento y equilibrio entre prestaciones y consumos, es su sistema de Gestión Activa de Cilindros (ACT) que ayuda a reducir el consumo de carburante.

El sistema apaga el segundo y el tercer cilindro con cargas y velocidades de motor bajas y medias, desactivando la inyección, la ignición y el mecanismo de válvula. El cambio se produce muy rápidamente y es prácticamente imperceptible por el conductor. Cuando el conductor demanda más potencia, entonces los cilindros desconectados se vuelven a activar.

Gracias a este sistema, aumenta la eficiencia de los cilindros activos, mientras que los otros dos cilindros simplemente siguen sin registrar pérdidas y se reactivan automáticamente cuando se pisa el acelerador.

Motor del Porsche 718 Boxster/Cayman

Terminamos con otro motor que, para muchos puede ser una herejía, pero no deja de ser un motor extraordinario, con un gran rendimiento. Nos referimos al motor de cuatro cilindros que montan el Porsche 718, en su versión Boxster y Cayman.

Decimos que, para muchos, puede ser una herejía, porque las generaciones anteriores de ambos modelos recurrían a una mecánica de seis cilindros atmosférica, pero las exigentes normas anticontaminación obligaron a Porsche a recurrir a una solución más compacta y turboalimentada. 

Por tanto, nos encontramos con un motor de cuatro cilindros bóxer (esto no cambia) sobrealimentado mediante un turbocompresor, con álabes de posición variable en el caso de la versión S. Entrega una potencia de 300 CV y 380 Nm de par en la versión normal y 350 y 420 Nm de par en la variante S. 

Este propulsor comparte algunos elementos con los anteriores de seis cilindros atmosféricos, como los inyectores o el mecanismo de actuación de la distribución variable (VarioCam Plus). 

A pesar de ser más compacto, el motor es más potente que los anteriores en todas sus versiones y mejora tanto las prestaciones oficiales como el consumo: los 718 Boxster y Boxster S con cambio PDK aceleran de 0 a 100 km/h en 4,7 y 4,2 segundos, respectivamente (frente a 5,5 y 4,8 segundos) y el consumo medio homologado es de 6,9 y 7,3 l/100 km (por 7,9 y 8,2 l/100 km de antes).