Cuatro motores hibridos de cuatro cilindros que siguen siendo una gran compra
Opciones muy equilibradas con grandes ventajas.
Los motores tetracilíndricos son la base de muchos de los coches que se venden en la actualidad, motivo por el que no es de extrañar que también se empleen en sus versiones híbridas. Hoy te traemos cuatro motores híbridos de cuatro cilindros que siguen siendo una gran compra.
Aunque cada uno tiene sus particularidades, todos ellos tienen en común varias características: su apartado térmico ofrece el equilibrio propio de este tipo de propulsores, así como una potencia que suele ser media o alta; mientras que la parte eléctrica rebaja consumo y emisiones, permitiendo circular sin usar la combustión durante breves periodos de tiempo.
Como es lógico, todos ellos cuentan con la etiqueta ECO de a Dirección Genera de Tráfico (DGT), algo que en pleno 2024 es un factor positivo muy a tener en cuenta, sobre todo para residentes de ciudades que ya hayan establecido sus propias Zonas de Bajas Emisiones (ZBE).
Renault Clio
El Renault Clio es un modelo muy versátil en lo que a mecánicas se refiere, puesto que tiene desde motor diésel (una rareza a día de hoy) hasta alternativas de GLP, pasando por la versión que nos interesa hoy, la híbrida: el Renault Clio E-Tech Full Hybrid.
Eliminado de su catálogo el híbrido enchufable, es la variante que cuenta con un mayor nivel de electrificación, a la que saca partido partiendo de un motor tetracilíndrico.
El corazón del sistema es un motor gasolina 1.6 de cuatro cilindros y aspiración natural que desarrolla una potencia de 94 CV. No son muchos, pero el apoyo eléctrico con el que cuenta hace que el conjunto tenga un buen rendimiento: suma dos bloques de cero emisiones de 49 y 20 CV, logrando una potencia total de 143 CV.
Gracias a ello es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 9,3 segundos, pero sobre todo destaca por registrar un consumo de 4,2 l/100 km.
Por extensión, también podríamos incluir el Mitsubishi Colt, que en su actual generación es un clon del Clio y también está disponible con esta motorización.
Toyota Corolla
Si hablamos de híbridos resulta complicado no mencionar a Toyota. El Yaris es un modelo muy destacado en términos de consumo, pero el hecho de contar con un motor tricilíndrico le descarta en esta lista. No ocurre lo mismo con su hermano mayor, un Toyota Corolla que en sus dos versiones HEV monta sendos tetracilíndricos distintos.
En la variante de acceso, denominada como 140H, el bloque térmico cubica 1,8 litros y, junto al motor eléctrico, desarrolla una potencia de 140 CV, lo que le permite acelerar de 0 a 100 km/h en 9,2 segundos y registrar un consumo de 4,5 l/100 km.
Aunque se trata de un rendimiento interesante para un modelo compacto, la marca japonesa pone sobre la mesa una alternativa todavía más potente, aunque para ello sacrifique ligeramente su frugalidad.
El Corolla 200H confía en un propulsor 2.0 de cuatro cilindros que, apoyado por el apartado eléctrico, desarrolla una potencia de 196 CV, suficiente para rebajar el tiempo del sprint hasta los 7,5 segundos, pero gastando un poco más de combustible: 5,1 l/100 km.
De nuevo, el Suzuki Swace también es válido por ser un clon.
Honda Civic
La nueva generación del Honda Civic tomó la polémica decisión de, al menos en Europa, venderse únicamente en formato híbrido, con la excepción del Type R. Sin embargo, visto el buen rendimiento de su sistema de propulsión, parece que ha sido todo un acierto.
El núcleo es un bloque gasolina 2.0 de cuatro cilindros, que cuenta con el apoyo de dos motores eléctricos para desarrollar una potencia conjunta de 184 CV y un par máximo de 315 Nm.
Es un rendimiento que le permite acelerar de 0 a 100 km/h en 7,8 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 180 km/h, sin que por ello sufra en lo referente a eficiencia: registra un consumo de solo 4,7 l/100 km y unas emisiones de CO2 de 108 g/km.
El sistema híbrido autorrecargable del Grupo Hyundai
Para cerrar la lista no hablamos de un modelo concreto, puesto que Hyundai-Kia comparten motores entre muchos de sus coches y el sistema híbrido autorrecargable no es ninguna excepción. Se puede encontrar en vehículos como el Hyundai Tucon, el Kia Sportage, el Hyundai Kona o el Kia Niro, aunque con diferencias.
En los modelos pequeños el motor es un 1.6 GDi de aspiración natural, desarrollando una potencia de 141 CV. Sin embargo, en los superiores recibe turboalimentación, lo que permite aumentar su rendimiento hasta los 230 CV.
Lógicamente, los consumos y las emisiones varían de unos modelos a otros, pero en términos generales se puede situar el gasto de combustible de la versión sin turbo en poco más de 4 litros cada 100 kilómetros, así como la de la variante turboalimentada sobre los 5,5 l/100 km.
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