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Cuando Porsche pilló a Honda comprando un Porsche 911 GT3 y le dejó una nota ‘secreta’

honda nsx

Esta curiosa historia ocurrió hace 10 años en Estados Unidos, cuando Porsche descubrió que Honda había comprado un 911 GT3 para pruebas en el desarrollo del nuevo NSX. En lugar de dejarlo estar, los técnicos de la marca alemana dejaron una nota ‘secreta’ en el coche.

Utilizar coches de la competencia para analizarlos y tomarlos como referencia a la hora de diseñar y construir un nuevo vehículo es algo bastante habitual en la industria del automóvil. De hecho, cuando un coche es demasiado bueno, todos los rivales van a comprarlo, conducirlo, analizarlo y, si es necesario, desmontarlo por completo para descubrir todos sus secretos.

Cuando lo que quieres hacer es diseñar un deportivo que sea tremendamente efectivo dentro de un circuito, lo más probable es que acabes acudiendo a Porsche para buscar algo de ‘inspiración’. Y esa fuente de inspiración la vas a encontrar precisamente en la serie de modelos GT del fabricante de Stuttgart, concretamente en los GT2 y GT3 del Porsche 911.

Tanto en el 911 GT3 como el 911 GT2 son lo más próximo a conducir un coche de carreras en la calle. Todo en esos coches ha sido concebido por y para ofrecer el máximo desempeño en circuito. Su particularidad es que está homologado para usarlo en la calle, por lo que tiene matrícula y cualquiera con al menos 223.341 euros (precio en España) puede comprarse un GT3.

El día que Porsche descubrió que Honda había comprado un 911 GT3 para pruebas en el desarrollo del nuevo NSX

Esto nos lleva a descubrir la historia de cuando Porsche pilló a Honda comprando un Porsche 911 GT3 y le dejó una nota. El origen de esta historia se remonta una década atrás en el tiempo, cuando el fabricante japonés estaba trabajando en el desarrollo de la nueva generación del Honda NSX.

El objetivo con este proyecto no solo era revivir un coche que llevaba descatalogado desde 2005, sino también construir un vehículo que fuera lo suficientemente bueno para que los potenciales compradores de Porsche se cambiaran de bando y fueran a comprar un NSX.

Para lograr un producto a la altura, el equipo de desarrollo de Honda compró en 2014 un Porsche 911 GT3 de la generación 991. Lo hicieron sin revelar quienes eran y, menos aún, cuál era su verdadero propósito al comprar el GT3.

Tras adquirirlo, los ingenieros evaluaron detenidamente el vehículo, sus capacidades, soluciones técnicas y de ingeniería, todo con el objetivo de aprender y mejorar todas estas características a la hora de implementarlas en el Honda NSX.

Sin embargo, un problema en las bielas del motor bóxer de seis cilindros del 991 GT3 que podría derivar en una avería obligó a Porsche a realizar una llamada a revisión a todas las unidades que se habían vendido desde su lanzamiento (2013).

La sorpresa fue grande cuando el Porsche 911 GT3 de Honda entró al taller. Los mecánicos descubrieron que el vehículo había sido conducido a velocidades de más de 320 km/h, algo que no todos los conductores de este tipo de deportivos suelen hacer.

Por tanto, y ante los hechos, los responsables del concesionario decidieron indagar un poco para tratar de averiguar cuál era el origen del vehículo. No tardaron mucho en conocer la verdad: el 991 GT3 era propiedad de la filial de Honda en Estados Unidos y había sido utilizado en el proyecto de desarrollo del NSX, que se fabrica en Marysville, Ohio.

Con esta valiosa información en su poder, los técnicos de Porsche decidieron que, en lugar de dejarlo estar, podían dejar una nota ‘secreta’ en el interior del vehículo. Cuando el coche volvió a manos de sus propietarios descubrieron un mensaje oculto del concesionario en el que se podía leer: “Buena suerte Honda. Nos vemos al otro lado”.

Etiquetas: Curiosidades

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