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La historia del Rover 75, la berlina con motores BMW y Ford que aspiraba a batir a las premium alemanas

rover 75

Esta es la historia del Rover 75, la berlina inglesa creada bajo el paraguas de BMW que se benefició de uno de sus motores y tuvo un V8 de Ford en su gama. El coche fue oficialmente descontinuado en 2005, cuando la marca Rover se declaró insolvente.

La larga tradición de berlinas inglesas se ha visto interrumpida una y otra vez por el gran peso que tienen en estos segmentos las tres grandes marcas premium alemanas. En el pasado lo intentaron con mayor o menor éxito marcas británicas como Bentley (ahora propiedad del Grupo Volkswagen), Rolls-Royce (que pertenece a BMW Group), Jaguar (propiedad de Tata Motors) y Rover (actualmente extinta).

Y es que el dominio que ejerce desde hace años el tridente formado por Audi, BMW y Mercedes-Benz en los segmentos D, E y F de berlinas es aplastante, acaparando la mayor parte de las ventas y dejando solo una pequeña porción del pastel a otros fabricantes premium o de aspiraciones premium, como son Jaguar, Lexus o Volvo.

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Incluso ahora, con la alta demanda que tienen los SUV, que están acaparando las ventas de otros segmentos, incluido el de las berlinas, las marcas premium alemanas siguen siendo el referente en este competitivo mercado.

Hoy te quiero hablar de uno de los muchos intentos que se han llevado a cabo con el objetivo de destronar al trío de marcas premium alemanas en el segmento de berlinas. Esta es la historia del Rover 75, un sedán que llegó con motores BMW y Ford en el ocaso de la histórica marca inglesa.

Esta es la historia del Rover 75

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A finales de la década de 1990, la marca británica contaba con una berlina de segmento D, la Serie 600 de Rover, que llevaba en activo desde 1993. 

El vehículo se producía en Cowley (Oxford, Reino Unido) y estaba basado en la plataforma CB de Honda, que compartía con el Accord de la época gracias a un acuerdo de colaboración entre fabricantes, por lo que también incluía motores de gasolina de cuatro cilindros procedentes del fabricante japonés.

Pero, antes de que acabara el siglo XX y, con él, se pusiera fin al milenio, British Aerospace, propietarios de Rover desde 1988, vende la marca a BMW en 1994. Esto permite a Rover lanzar un producto completamente nuevo bajo la supervisión del fabricante alemán, que permitiera renovar su berlina de segmento D y volver a intentar competir con el Mercedes Clase C y el Audi A4.

Además, lo haría sobre una nueva plataforma que permitiera abandonar la derivada de Honda empleada en la Serie 600. Se eligió la plataforma R40 de Rover y un estilo de diseño clásico que mantuviera la identidad de la marca.

El debut del Rover 75 se produce en el Salón del Automóvil de Biermingham a finales de 1998 y se pone a la venta oficialmente en junio de 1999. Una de las peculiaridades que presentó esta berlina inglesa de nuevo desarrollo fue el amplio surtido de motores suministrados por hasta tres fabricantes diferentes.

En la gama había motores de gasolina de cuatro cilindros con 1.8 litros (atmosférico y con turbo) y 2.0 litros, así como un V6 de 2.5 litros procedentes todos ellos de Rover. También se incluyó una versión de GLP del motor V6 de 2.5 litros, que rendía 177 CV de potencia tanto si funcionaba con gasolina como si lo hacía con gas licuado de petróleo.

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Ahora bien, la cosa se ponía interesante cuando se analiza el origen del resto de motores de la gama Rover 75. Por un lado, tenemos un V8 de 4.6 litros y aspiración natural procedente de Ford con 260 CV, que era la opción más potente y deportiva de la oferta.

Y en el apartado diésel, el elegido fue el bloque M47R de 2.0 litros y cuatro cilindros en línea de origen BMW que compartía con el E46 y el E39. Este motor, aunque era de la marca alemana, recibía un sistema common-rail de inyección directa, un turbocompresor diferente y nuevos sistemas para el control de la temperatura. Ofrecía 116 CV y 131 CV de potencia.

Las transmisiones disponibles en todos los modelos eran cajas manuales Getrag de 5 velocidades o una caja automática JATCO, también de cinco marchas (el Rover 75 V8 tenía una caja automática de Ford de cuatro velocidades). El Rover 75 también tenía frenos de disco con ABS en las cuatro ruedas y una suspensión McPherson delantera junto a una suspensión Z Axle heredada del mismísimo BMW Z1.

El ensamblaje del Rover 75 volvió a llevarse a cabo en la planta de Cowley, donde también se fabricó su predecesor. Sin embargo, en el año 2000 BMW vende la marca a Phoenix Venture Holdings (aunque no se desprende del todo de sus derechos), quien decide trasladar la producción de la berlina a Birmingham.

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Un año más tarde llega la versión familiar del modelo, el Rover 75 Tourer. Lo más llamativo de esta variante es que fue desarrollada conjuntamente con la berlina, pero BMW nunca llegó a dar su visto bueno para llevarlo a producción. Una vez fuera de la influencia que ejercía Múnich en las decisiones de Rover, la marca decide lanzarlo al mercado.

También se sumó el MG ZT, una interpretación deportiva del modelo que contaba con ajustes específicos en el chasis y nuevos acabados, aunque la oferta de motores era común en ambos modelos.

En 2004, la marca somete a un restyling al Rover 75. Se introducen cambios a nivel de diseño exterior e interior, así como un sistema de dirección y una suspensión rediseñada para el MG ZT.

2005 fue el último año en el que el 75 fue comercializado por la desaparición de Rover como fabricante de coches tras declararse insolvente y vender sus derechos y activos a dos fabricantes chinos principalmente, SAIC Motor y Roewe. Hasta ese año, Rover había vendido algo más de 211.000 unidades del modelo 75.

Cómo conseguir un Rover 75 y a qué precio están

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Descatalogado desde el año 2005, la única forma posible de comprar un Rover 75 en la actualidad es acudiendo al mercado de segunda mano, donde encontrarás unidades con hasta 25 años de antigüedad, especialmente los primeros ejemplares matriculados.

Los precios del Rover 75 van desde incluso menos de 1.000 euros y hasta superar los 4.000 euros, en el mejor de los casos. Si prefieres un MG ZT, hay bastantes menos unidades a la venta en España, y tienen precios que parten desde los 2.500 euros, aproximadamente.

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