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Retromobile Bilbao, “una imagen clásica de garaje con alma”

Retromobile Bilbao

Erandio, un municipio a las afueras de Bilbao (Bizkaia) acoge una exposición de coches clásicos bajo unas instalaciones de 5.000 metros cuadrados.

Iñigo Olaizola, director de Retromobile, nos abre las puertas al que es considerado como uno de los mejores garajes de Europa. Alberga una capacidad de 5.000 metros cuadrados, los cuales abrazan una exposición de más de 3 grandes salas. Coches clásicos, coches más modernos, y un constante olor a taller limpio y bien cuidado enmarcan una exposición que se encuentra en Erandio, a pocos kilómetros del centro de Bilbao (Bizkaia). 

Un proyecto familiar que nace en 2016 

Retromobile surge en Erandio en el año 2016, producto de la ilusión de Borja Atutxa, propietario de las instalaciones y de su padre. Ambos tenían la misma ilusión: montar un garaje para mantener los coches coleccionables que generaban cierto interés para las personas. 

A partir de eso, la familia buscó un entorno en el que cabía la posibilidad de tener un local que estuviera “razonablemente bien comunicado”, tal y como indica Olaizola. Sin embargo, las instalaciones han cambiado mucho con el paso de los años pero, sobre todo, y lo más importante, se han ampliado. 

porsche 993 turbo

No tuvimos la misma estructura que tenemos ahora. Del principio (de Retromobile) sólo conservamos el muro de Le Mans y una zona muy pequeñita (la señala en la sala) donde está el Cadillac R6 y el R5”. “Todo el resto ha ido cambiando porque han surgido nuevas necesidades”, subraya. 

En esta primera sala (con un formato de taller) se puede ver una gran colección de coches americanos que miden por encima de los 6 metros y que, según Olaizola, son “coches singulares y poco vistos”. “Están pensados para un mundo que ya no existe, que es el mundo de la época de los cohetes, donde las calles, las urbanizaciones y las casas americanas estaban pensadas para este tipo de coches”, añade. 

Debido al tamaño de estos vehículos, tuvieron que cambiar la distribución de las salas. “Esto supuso perder un montón de parcelas de aparcamiento que teníamos” y, con la reducción de espacio de salas como esta (la principal), tuvieron que decantarse por elevadores de dos alturas para guardar los coches. 

“En aquella época había otra distribución de coches, pero ahora tenemos coches grandes, por encima de los 6 metros, que es lo que nos tolera el elevador, el cual nos da el acceso a la planta superior”, indica Olaizola. Lo cierto es que al principio, en 2016, esa planta superior no existía, sino que se hizo años después. 

Chrysler ME Four-Twelve

Continuamos la visita, dejando atrás los coches americanos. Andamos 10 metros hacia la siguiente sala. A la izquierda hay un Fiat 500 Abarth edición especial y, a su lado, un Volvo 480 ES de 1986 con los faros escamoteables. “En Retromobile damos servicio a toda clase de coches, sean modernos, sean antiguos, con una referencia: que los coches sean especiales para cada persona”, subraya Olaizola.

Retromobile se viste de Michelín

La siguiente sala es un entorno de lo más particular. El suelo, tal y como sucede en los anteriores espacios, es ajedrezado, así como también conserva el olor a taller limpio del que hablábamos. Iñigo incide en la idea de que, con el fin de contar con un espacio más amplio para reparar los coches, se ideó esta sala. 

“Hemos replicado el mismo entorno en todas las instancias de la casa porque es lo que nos gusta. Lo que nos gustaba era transmitir una imagen clásica de garaje con alma, no con sensación de quirófano”. 

Garaje histórico Volkswagen Madrid

“Teníamos claro que necesitábamos un taller más grande para afrontar las reparaciones importantes, y ya sabemos que las reparaciones de los coches clásicos generan tiempo y retraso”. “Con un espacio más grande podíamos gestionar este tipo de tareas con mayor tranquilidad”, aclara Olaizola. 

Asimismo, hizo un guiño a la decoración de la sala ya que, aunque conservaba la misma esencia que las anteriores, ésta contaba con dos elementos clave: un Seat 600 color amarillo, y muchos (muchos) productos de Michelín. 

Retromobile Bilbao

Si hay dos cosas que nos gustan son el 600 y Michelín. Hemos ido reuniendo con los años una colección muy importante de artículos de la marca: tanto figuras, como carteles publicitarios, guías, productos, y quisimos también comprar el vehículo comercial de Michelín (el Seat 600) con el formato que tenía originalmente”, indica Olaizola. 

En medio de la sala nos encontramos un Seat 800 color gris. A diferencia del 600, que tenía dos puertas, éste tiene cuatro puertas. “Mismo motor, misma disposición, mismos interiores, lo único que los salados de Seat lo mandaban a una empresa de carrocería de Barcelona, lo cortaban por la mitad, le prolongaban el bastidor y le añadían las dos puertas. Era una solución para la sociedad de los años 60 que necesitaba un coche más grande”, relata el director de Retromobile. 

El misterioso Seat 600 fantasma que vigila Madrid

De hecho, el Seat 800 es considerado como una pequeña reliquia en la capital vizcaína, teniendo en cuenta que era uno de los taxis de Bilbao a mitades del siglo pasado. “En Bilbao había dos tipos de taxis: los grandes y los pequeños. El Seat 800 formaba parte de los taxis pequeños, que eran de color gris. Los taxis grandes, que eran normalmente el Seat 1500 o el Seat 1400, eran taxis negros”, indica Olaizola. 

Retromobile Bilbao

En la sala nos encontramos un Rolls Royce, así como un Dodge Barreiros en color azul con el interior color crema, los cuales se suman a un Porsche 911 color gris, un Renault 5 GT Turbo negro, y a más y más coches clásicos. 

La sala de las Flechas Plateadas

Dejamos atrás la parte industrial, la cual coincide con las salas “taller”. A continuación, subimos a la parte de garaje, que está en la parte de arriba. Para llegar hasta allí, tenemos que subir unas escaleras, donde la decoración automovilística y de competición no deja nada que desear. 

Encontramos, por tanto, carteles que cuelgan de las paredes, los cuales hacen referencia a algunos de los grandes pilotos que han pasado a la historia del automovilismo, así como también nos topamos con una pequeña sala estilo retro con un sofá y varios cuadros, y una pequeña colección de coches en escala 1/43. 

Enchufe

Finalmente, entramos a la sala. Nada más entrar, nos encontramos con un espacio rectangular prácticamente lleno de Mercedes clásicos. Las paredes son grises, y tienen una gran peculiaridad: son todo moldes a partir de los cuales se fabricaban las piezas para los coches. De esta manera, en lugar de tirar los moldes y dejarlos abandonados, se decidió incorporarlos a las paredes y formar parte de la historia de Retromobile. “En este entorno nos pareció una decoración fantástica para juntarla con los coches”. 

Como comentaba, se trata de una sala que, pese a que no tiene nombre, se podría resumir en un símbolo: en la estrella de 3 puntas de Mercedes Benz. “En esta zona hemos incorporado muchos coches clásicos, con el único criterio de que fuese marca Mercedes”, señala Olaizola. 

De hecho, todos ellos están colocados en orden cronológico. El primero de ellos que abre la colección es un Mercedes Ponton de 1955 y, en el caso del más moderno, tenemos que viajar hasta los años 90 del siglo pasado. 

Range Rover Sport

Pero esto no queda aquí, ya que en esta sala no sólo se pueden ver algunos clásicos de Mercedes, sino que también podemos encontrar los Citroen 11, que también es un emblema dentro de los coches clásicos. Finalmente, el Citroen DS Tiburón de 1960, el cual supuso un gran salto en la concepción y fabricación de los vehículos en aquella época, corona la sala. 

Ni tan clásicos ni tan modernos 

A pocos metros de donde estábamos, se encuentra probablemente la sala más larga y grande de todo Retromobile. Es la que yo he denominado como “la sala Porsche”. No por nada en especial, sino porque nada más entrar nos encontramos con varios carteles de la firma alemana, así como algunos de los pilotos que han corrido para Porsche, los cuales han pasado a la historia del automovilismo.

Tal y como cuenta Iñigo, a esta sala los clientes no suben más que para ver sus coches. “Si alguien fuese mi cliente, podría subir aquí a enseñar su coche a sus amigos”, indica. Pero nada más que eso, ya que es el equipo de Retromobile el que se encarga de subir hasta esta sala los vehículos, de tal manera que el cliente no tenga que conducirlos, y así se eviten posibles daños en las infraestructuras

Porsche

Al final del entorno nos encontramos con un rincón que, tal y como sucede con “la sala Michelin”, está dedicado a una pequeña colección de artículos de Coca Cola. Asimismo, es probablemente la sala donde más variedad de vehículos hay, en cuanto a que muchos de ellos son antiguos, al mismo tiempo que otros muchos son vehículos actuales. 

Una sala que huele a competición

Llegamos a la penúltima sala de la exposición. Nada más entrar, se puede ver un Fórmula 3, así como otros dos coches de Rally. Es decir, entras y huele a competición desde lejos. “En este momento tenemos la exposición que corresponde al centenario de la Real Peña Motorista de Vizcaya", aclara. 

Ruiloba y Vela Citroen

Finalmente, en la última sala encontramos una colección de motos de competición, entre las que destacan una Ducati 748 Monoposto, una Kawasaki Z1000, una Honda RC30, una Honda RS250/R92 y una BMW K100 JJ Cobas. Asimismo, podemos encontrar algunos coches clásicos de competición, como es el caso de un Triumph TR3 color rojo y blanco, y un MG TD amarillo de 1953. 

Retromobile Bilbao

Compra de entradas y visita a la exposición

Cabe recalcar que los coches rotan, de tal manera que la colección también lo hace. Es decir, si estás interesado en visitar la exposición, deberás tener en cuenta que puede que no te encuentres con la misma colección que vi yo, o que tus amigos verán. 

Si quieres saber más información, puedes visitar su página web, donde podrás comprar las entradas a la exposición. Actualmente sólo está disponible la compra de los tickets para este mes de diciembre, siendo el sábado día 30 el último día para visitarlo (este mes). 

La visita tiene una duración de 1 hora aproximadamente, y la entrada básica tiene un precio de 4 euros por persona. Asimismo, Retromobile ofrece la posibilidad de viajar a la exposición en el mítico autobús urbano “Azulito” que recorría las calles de Bilbao hace 60 años. 

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