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Descubrimos la cámara del tesoro secreta de BMW, ¡un almacén con 1.200 coches escondidos!

¡Esta colección de coches es alto secreto! BMW conserva con mimo 1.200 vehículos en su almacén más preciado, que está dividido en cuatro niveles. ¡Y nos han dejado entrar!

Tuve que jurarlo tres veces: una por escrito, otra al entrar y otra al despedirme. Ni una palabra sobre dónde se encuentra esta sala sagrada y secreta de BMW. Nadie que no tenga una tarjeta de identificación de empleado ha entrado aquí desde hace siete años, pero yo he tenido la suerte de poder hacerlo y te cuento cómo ha sido la experiencia.

Almacén secreto de BMW

Llego a esta estancia por medio de un montacargas y nada más abrirse las puertas alucino con lo que veo frente a mí: auténticas joyas de la historia de BMW una junto a la otra. El portavoz del departamento de clásicos de la marca, Marc Thiesbürger, me pregunta: "¿Empezamos ya o primero echamos un vistazo a las cuatro plantas?"

No quiero perder tiempo, quiero conocer cada detalle desde YA. Estamos delante de un, digamos ¿Serie 7? Parece un E32 de 1987, pero un poco diferente. Es más largo para que quepa delante un motor de 16 cilindros, tiene incluso branquias en la parte trasera para refrigerarse y se llama 'Goldfish'. Thiesbürger me explica: "Aquí hay algunos coches que, en realidad, no eran más que un ejercicio de diseño o investigación para descubrir hasta dónde se podía llegar. 

BMW 767iL Goldfisch’s V16

BMW siempre ha dejado margen para que sus ingenieros juguetearan. Y lo hicieron con el coche eléctrico ya en el año 1991 o con el triplaza urbano con motor de moto dos años después e incluso implantaron un motor de doce cilindros en un Z3 Roadster. 

"BMW siempre deja que nuestros técnicos prueben los límites", me comenta Marc. Y me confirma que la última vez que se condujo el Z3 de 300 CV fue en 2016. Su valoración: "Desafiante de conducir. Demasiado peso en el eje delantero.

¡Demasiado peso! Desde luego, nunca quieren pecar de eso en BMW. Al fin y al cabo, los coches de Múnich deben tener el peso necesario, pero la mayor potencia posible. Por ejemplo, el 700RS de 1961, un pequeño roadster con parabrisas plano, equipamiento espartano y 70 CV en la parte trasera. El coche pesaba sólo 493 kilogramos, y era el "rey de la montaña". El piloto Hans Stuck lo condujo y superó a todos sus rivales, ganando el campeonato alemán de montaña en 1960 con un 700RS y alcanzando una media de 136,7 km/h un año después, cuando ganó la carrera de 12 horas de Monza. A principios de los años sesenta, este coche, por fin, volvió a dar prestigio deportivo a la marca de Múnich.

Almacén secreto de BMW

Sin embargo, a finales de los años 50 y principios de los 60, todo estaba casi acabado para BMW. Su catálogo de modelos estaba compuesto por el Isetta, réplica bajo licencia de Iso Rivolta, y el 'Ángel barroco', el BMW 501, que año tras año suponía pérdidas millonarias. 

Entonces llegó el empresario Herbert Quandt con dinero fresco y con él surgió la 'Nueva Clase' en forma del BMW 1500 en 1961 y el 1800 dos años más tarde. Modelos que resucitaron a la marca bávara.

Sigo con mi visita y no puedo evitar detenerme ante el 2000 TI de 1966. Se trata de un modelo con extra de picante, que es recordado porque Hubert Hahne fue el primero en conducir un coche de serie (185 CV) por debajo de los diez minutos en el mítico circuito de Nürburgring. Al día siguiente,el 7 de agosto de 1966, se celebró el Gran Premio de Alemania, como recuerda la pegatina que lleva en la ventanilla lateral derecha. El coche no tiene parachoques, pero por lo demás es muy parecido al de serie, incluso se mantuvo la guantera. Según la tradición, Hahne bromeó sobre el tema: "Siempre guardo una manzana y un plátano ahí por si me entra hambre durante la vuelta".

BMW, una marca a todo gas

Tenemos que hablar del año 1973, de los BMW 3.0 CSL y 2002 turbo. Y aquí me acompaña Florian Wittmann, maestro mecánico de coches clásicos y jefe de equipo de esta colección, quien se sienta al volante. Al primer giro de la llave, el seis cilindros en línea del E9 de 1973 arranca y Wittmann lo conduce para demostrar que va tan fino como el primer día. Esta unidad tiene 206 CV y va decorada con un gran faldón delantero y un enorme alerón trasero. Como esta pieza no era legal en la calle en Alemania, BMW la colocó en el maletero, con estas instrucciones: "¡Atorníllelo usted mismo!".

Esto mismo se podía hacer con el BMW 2002 turbo, el primer coche turbo de serie en Europa. Este cohete con ruedas de 170 CV llegó justo a tiempo para la crisis del petróleo. En letras invertidas, en la parte inferior izquierda del alerón delantero figuraba la palabra "turbo" y en la derecha "2002"; y como a algunos con problemas de conciencia esto les parecía cuestionable, el 2002 fue el primer coche que se sometió a debate en el Bundestag (Parlamento alemán). Fin de la historia: las pegatinas sólo estarían disponibles como accesorio del concesionario. En este caso se decía: ¡Péguelas usted mismo!

Almacén secreto de BMW

A continuación echo un vistazo al concept car Megaron de 1991. Lo único mega que tiene es la altura. Se atrevieron a crear un monovolumen de siete plazas, pero lo descartaron inmediatamente porque un coche así arruinaría la esencia de la marca. No obstante, en 2015 BMW cambió de opinión e introdujo el Serie 2 Gran Tourer. Los fans de la marca de los seis cilindros en línea con tracción trasera se temían lo peor: ¿lo siguiente sería comer salchichas veganas?

Sala climatizada

Sí, te prometo que tienen una sala climatizada donde la temperatura se mantiene constante a 21 grados y la humedad es del 35%. Dentro aparcan 80 coches, todos ellos piezas únicas que nunca deben perderse. 

BMW M CSL

En 1975 tuvieron la idea de que los coches se perfeccionaran como obras de arte, Alexander Calder o Frank Stella diseñaron su 3.0 CSL, Jeff Koons y Roy Lichtenstein también le dieron su toque personal. Y se dice que Andy Warhol tardó sólo 28 minutos en 1979 en pintar su propio M1 con un pincel y pintura. Está claro que algo así debe conservarse para toda la eternidad.

"Somos los guardianes de nuestro patrimonio automovilístico", afirma Marc Thiesbürger. Y eso incluye coches que no fueron tan amados, pero sí recordados, como el Serie 7 que James Bond conducía de forma remota en la película 'El mañana nunca muere' (1997). Y de verdad era casi autónomo, porque el piloto que lo manejaba en el rodaje en realidad se sentaba en la fila trasera y lo conducía desde ahí. Y el coche realmente tiene una sierra retráctil escondida bajo el logotipo delantero y botellas de humo en el maletero para despistar a los malos... nada de accesorios de pega, aquí todo es real.

Almacén secreto de BMW

Y llego al final de la visita. Te estarás preguntando: ¿de qué BMW me he enamorado tan locamente que me habría encantado secuestrarlo? Sin duda, del 3.0 CSL. Te diría encantado dónde está la cámara secreta donde lo esconden, pero no puedo. Una promesa es una promesa.

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