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Coches míticos sólo para verdaderos amantes del motor: Ford Sierra RS Cosworth

Ford Sierra RS Cosworth preproducción subasta

El Sierra RS fue un auténtico lobo con piel de cordero (y gran alerón posterior) que cautivó a todos, dentro y fuera de la competición, con unas prestaciones muy interesantes gracias a su motor Cosworth de 204 a 220 CV y una velocidad punta de hasta 240 km/h.   

Si lo ves en un polígono o en una concentración de aparcamiento, los profanos en la materia podrían decir, hasta con cierto desprecio, que parece un vehículo de tuning, un 'hierro' con un alerón enorme y ganas de pagar una ITV cada año por viejuno. Sin embargo, lo incluimos por méritos propios entre los coches míticos sólo para verdaderos amantes del motor: ¿cuál? El Ford Sierra RS Cosworth.

Pues sí, también conocido únicamente como Ford Sierra Cosworth o, simplemente, Sierra Cosworth, es miembro por méritos propios de este selecto club, ya que al exitoso Sierra normal, de tres, cuatro o cinco puertas, le salió un hermano rebelde y de lo más llamativo que, como el Ford Escort RS Cosworth, pronto haría sus pinitos en competición. 

Así que lo primero que te tenemos que decir es que si ves uno por ahí, en primer lugar verifiques si se trata de un ejemplar auténtico; y en segundo, que si se pone por menos de 90.000 euros, igual es un precio hasta razonable, tal y como se están poniendo las cosas en el mercado de se segunda mano para este tipo de coches

Porque lo que hizo Ford con el Sierra fue eso: adaptar en 1985 un vehículo que desde 1982 estaba a caballo entre los compactos y las berlinas (por precio, espacio, motorizaciones y equipamiento) con tracción trasera, reforzarlo, vitaminarlo bajo el capó, trabajar en la aerodinámica fuera de él... y crear una de las mayores leyendas rodantes del siglo XX. 

Y si ya se había podido elegir con carrocerías variadas y bloques diferentes, desde los 1.3 a los 2.8 cc y con potencias de hasta 150 CV, en gasolina y diésel, con tracción trasera o integral... ahora las mágicas siglas para formar el binomio Ford RS permitirían a esta máquina contar con una potencia máxima muy superior.

¿Cómo? Gracias a su departamento de desarrollo y a Cosworth. Este fabricante de motores británico, que llevaba décadas ligado a distintas escuderías de F1 y cuyo prestigio trascendería al Sierra con el futuro sustituto, el Ford Escort RS Cosworth, lo dotó de un cuatro cilindros en línea y 1.993 cc que superaba en potencia al XR4, con un total de 204 CV, para una velocidad punta de 240 km/h.

El Sierra RS Cosworth tuvo un padrino de lujo, ya que se lo presentó a la prensa del momento el mismísimo Ayrton Senna. No en vano, el brasileño había debutado en la F1 en 1984 con Toleman y para la temporada siguiente fichó por Lotus como piloto oficial, que curiosamente ya pasaría ese año a montar motores Renault y luego, Honda.

Carlos Sainz, en su Ford Sierra RS Cosworth.
Carlos Sainz, en su Ford Sierra RS Cosworth.

Fabricante, Satton Images, Getty Images, Auto Bild

En el último tramo de su vida la Fase II (1988-1991) el coche ya acusaba el paso del tiempo desde su propia configuración a su aumento de peso. Los planes deportivos de Ford, en cambio, seguían adelante en rallys y circuitos, con lo que el motor subió a los 220 CV. Sin embargo, en el Mundial de Rallys nunca reeditó la victoria del Ford Escort RS de 1981 -con el título de Vatanen-. 

Es más, como recordamos otras veces, curiosamente, sus resultados fueron bastante pobres respecto a los circuitos debido a su larga batalla y tracción, a pesar de los esfuerzos de Grundel, Caros Sainz y Didier Oriol. Al menos, Oriol sí que pudo firmar una victoria con un Sierra oficial en Córcega 1988, la que sería la última de un tracción trasera en el WRC.

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