Prueba del Range Rover Sport D300: un SUV de lujo diésel y con etiqueta ECO

¿Cómo resolver vuestras dudas sobre este coche? Una cuestión interesante para la prueba del Range Rover Sport D300. Un SUV de una marca de lujo que tiene tantos adeptos como detractores. Estos últimos, muy críticos con la fiabilidad mecánica del fabricante. ¿Es el caso de los nuevos modelos?

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Lo cierto es que motores como este 6 cilindros diésel están bastante afinados, en comparación a algunos de sus hermanos. Problemas que la marca se esfuerza en solucionar mientras ofrece un producto de mucha calidad, como este Range Rover Sport. Con una estética sensacional y un interior perfecto para la familia.

Diseño del Range Rover Sport D300

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En esencia, comparte gran parte de sus líneas con el resto de la gama Range Rover Sport. De hecho, su concepto se asemeja un poco al de algunos coches americanos. Quizá no tan extremo como el Cadillac Escalade, pero similar a una Dodge Durango o algunos modelos GMC. Fuerte, con presencia y de líneas cuadradas.

Posee unas medidas de 4.946 mm de largo, 2.047 mm de ancho y 1.820 mm de alto. Como podrás imaginar, no se queda corto sobre la báscula y firma 2.390 kg de peso en vacío. Pero son medidas que le permiten albergar un habitáculo muy bien dispuesto con 450 litros de maletero (ampliables hasta los 1.491 litros).

Posee ópticas LED matriciales al frente, afiladas y con forma de boomerang. Entre ellas, una alargada calandra superior y debajo, otras dos rejillas adicionales para la refrigeración junto a tomas de aire laterales. Los laterales son muy lisos, con las manetas de las puertas escondidas y el techo y sus pilares en negro brillo. La parte trasera, finalmente, también es muy vertical.

Evidentemente, estas formas facilitan enormemente el acceso al interior y a la carga. Dentro, me encuentro ante tres pilares que considero fundamentales: tecnología, calidad de materiales y luminosidad. Lo más destacable, sin duda, es su pantalla multimedia horizontal de 13,1 pulgadas con uno de los mejores sistemas operativos del mercado.

Rápido e intuitivo, con accesos directos bien emplazados a la climatización, modos de conducción o controles multimedia. Y el cuadro de instrumentos digital de 11,4 pulgadas se presenta de forma clara y concisa, con varias opciones de personalización. Los botones físicos son relegados únicamente al volante, aunque en forma de panel que les resta comodidad de uso.

Viajar en este Land Rover es una verdadera experiencia de confort. El techo acristalado, el olor de los materiales y el tacto son dignos de la palabra opulencia. Aunque por su precio, eché en falta asientos ventilados y Head-Up Display. Por sacar algunos puntos negativos a un habitáculo que cumple perfectamente su función en todos los ámbitos.

Motorización y conducción del Range Rover Sport D300

Durante la prueba del Range Rover Sport híbrido pude conducir la versión D300. Es decir, con un motor diésel de 6 cilindros en línea turbo de 3,0 litros con 300 CV y 650 Nm de par máximo. Y se trata de un híbrido, gracias a la tecnología de 48 V (Mild Hybrid) que le valen la Etiqueta ECO de la DGT.

Está unido a una caja de cambios automática de 8 velocidades y cuenta con tracción integral. Además, su mecánica desarrolla una serie de características perfectas para el offroad. Al fin y al cabo... Es un Land Rover. Tenemos bloqueo central de diferencial y vectorización de par en cada rueda, marcha reductora o suspensión neumática capaz de ascender hasta 281 mm de altura libre al suelo.

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¿Es fiable? Pues los motores diésel, en concreto, sí. Nada comparable a los fallos de bloques como los de los Range Rover Evoque, afortunadamente. Y con un consumo de combustible homologado de 7,2 litros a los 100 kilómetros, aunque yo llegué a firmar en algunos viajes apenas 7,0 litros.

Puede acelerar de 0 a 100 km/h en 6,4 segundos y alcanzar 218 km/h de velocidad máxima. Y en la pantalla encontrarás un amplio elenco de modos de conducción: Eco, Confort, Dynamic y todoterreno. Y dentro de este último podremos añadir diversos tipos de superficies (como gravilla o barro/nieve) y controlar valores como la altura, inclinación, presión de ruedas o datos geográficos.

¿Cuánto vale el Range Rover Sport D300? ¿Es recomendable?

Aquí viene el dilema y la cuestión. Pese a las polémicas de los últimos años, tanto Land Rover como Jaguar siguen considerándose marcas de lujo. Y debido a ello, el Range Rover Sport D300 posee un precio que parte desde los 108.550 euros. Especialmente caro, aunque ofrece una gran cantidad de comodidades a cambio.

Desde decenas de ayudas a la conducción hasta controles 4x4, curiosidades como un frigorífico en la consola central, amplio espacio con muchos lugares para guardar objetos y un diseño que no pasa desapercibido. Aunque debes valorar si todo ello te compensa frente a posibles fallos mecánicos. En el caso de estos modelos, suelen ser de la electrónica (batería, cierre centralizado...).

Entre algunas de las opciones que puedes considerar frente a este SUV híbrido se encuentran el Porsche Cayenne (algo más caro), rarezas muy infravaloradas como el Maserati Grecale con motor de 4 cilindros turbo o incluso vehículos algo más curiosos y relacionados con el mundo todoterreno, como es el caso del Ford Bronco. A este último, vale la pena echarle un ojo por su precio...

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Etiquetas: Offroad, SUV, Diésel, SUV híbridos, SUV de lujo