El M3 del 90 de Vilner monta el motor de 317 CV de su sucesor
Al último trabajo de Vilner bien se le podría tachar de un ‘Frankenstein’ con el logo de BMW. Sin embargo, hay algo esa expresión con un cariz negativo que no se puede aplicar la creación de la compañía y es que, partiendo de un BMW M3 del 90 y añadiendo retales de otros M3, ha conseguido un coche realmente espectacular.
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El chasis y la mayoría de los componentes son del M3 del 90, pero su carrocería ha sido convertida por completo utilizando los paneles de un Evolution II, una versión bastante rara del modelo. El único que no es original es el paragolpes delantero de fibra de carbono, pero es que directamente perteneció a unas de las 500 unidades de la serie que se produjeron.
Se han tintado los pilotos delanteros mientras que los grupos traseros son de nuevo diseño, toda la carrocería se ha pintado en un llamativo color rojo, que replican en su centro las llantas BBS de 18 pulgadas.
El interior también ha experimentado cambios notables. El salpicadero está intacto, pero toda la tapicería, tanto de los asientos como de los paneles de las puertas, es de tipo tartán, con tela y un patrón de cuadros y líneas rectas. Eso sí, ambas plazas delanteras cuentan con báquets y arneses de cuatro puntos, las traseras se han eliminado para hacer hueco a la jaula antivuelco, el volante es Momo y se han colocado alfombrillas metálicas.
En el apartado mecánico, Vilner ha reemplazado el motor tetracilíndrico original por el 3.2 de seis cilindros del BMW M3 E36, que entrega 317 CV y 350 Nm de par máximo.
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