Según un estudio de Faconauto elaborado el pasado mes de mayo, el motor de gasolina es la opción preferida entre los españoles a la hora de comprarse un coche, seguido del motor híbrido. En cambio, el diésel queda bastante retrasado. Así que vamos a mostrarte los diez coches de gasolina que menos consumen en 2023. 

El coche de gasolina es la opción más valorada por la mayoría de los usuarios y así lo reflejan las cifras de matriculaciones de los últimos años. Sin ir más lejos, en 2022, se vendieron un total de 341.063 vehículos con este tipo de motor, lo que supone una cuota de mercado del 41,93%. 

No obstante, con respecto a 2021, se registró un importante descenso del 12,08%. Si comparamos estos datos con los coches diésel, la preferencia hacia el motor de gasolina fue clara: las matriculaciones de vehículos diésel apenas alcanzaron el 17,16%. Mientras, los coches híbridos representaron el 30,3%, incluyendo los híbridos enchufables.

Por tanto, vemos que el coche de gasolina se impone claramente al resto de alternativas. Pero no fue siempre así. A partir de mediados de los 90, con la evolución de la tecnología, los coches diésel dieron el sorpasso a los de gasolina y la tendencia fue a más durante los 2000, hasta que empezó la decadencia del diésel a mediados de la pasada década. El resto de la historia ya la sabemos.

Los 10 coches de gasolina que menos combustible consumen en 2023

A continuación, te mostramos los coches de gasolina que menos consumen del mercado en 2023:

Mazda 3 2.0 e-Skyactiv X

Empezamos con el Mazda3, uno de los pocos sedanes compactos que quedan en el mercado. Equipado con el motor e-Skyactiv X de 186 CV, homologa un increíble consumo de sólo 4,5 litros/100 kilómetros, una cifra más propia de un coche diésel que de uno de gasolina.

Esto es posible gracias a la tecnología de su motor que, si bien se alimenta de gasolina, funciona por compresión, como un diésel. Además, se apoya en un sistema Mild Hybrid que ayuda a reducir aún más el consumo y, de paso, obtener la etiqueta ECO de la DGT.

Fiat 500 Hybrid

El segundo coche de gasolina que menos consume es el Fiat 500 Hybrid, con un consumo medio homologado de 4,6 litros. Ello lo consigue gracias a un eficiente motor de tres cilindros y 1.0 litro, que eroga 70 CV, suficientes para mover con soltura al utilitario italiano.

Otro factor que influye en este bajo consumo es que el motor recibe la ayuda de un sistema eléctrico microhíbrido, lo cual también le permite lucir la etiqueta ECO de la DGT.

Mazda2 1.5 e-Skyactiv G

En tercer lugar, tenemos otro modelo de Mazda, en este caso, del segmento B. El Mazda2 monta un motor 1.5 e-Skyactiv G con 66 CV con hibridación ligera, ligado a un cambio manual de seis relaciones. Con esta configuración, declara un consumo medio de 4,7 litros cada 100 kilómetros.

Toyota Aygo X

A continuación, tenemos tres modelos que declaran un consumo medio de 4,8 litros a los 100 kilómetros. El primero de ellos es el Toyota Aygo X Cross, el representante de la marca japonesa en el segmento A, un simpático utilitario con aires de crossover.

Está animado por un motor de gasolina atmosférico de tres cilindros y 1.0 litro de cilindrada, que produce 72 CV. No cuenta con ningún tipo de electrificación.

Hyundai i10 1.0 MPI

Mismo consumo para el más pequeño de Hyundai, que cuenta también con un motor atmosférico de tres cilindros y 1.0 litro, que desarrolla 67 CV. El utilitario coreano acaba de recibir una ligera actualización de su tercera generación, que le aporta una imagen más moderna y un interior más cuidado y tecnológico.

Fiat Panda Hybrid

Otro de los coches de gasolina que menos consumen del mercado es el Fiat Panda Hybrid. Está impulsado por la misma mecánica del Fiat 500 descrita anteriormente, esto es, un motor de tres cilindros y 1.0 litro, con hibridación ligera y 70 CV de potencia, combinado con una caja de cambios manual de seis relaciones. Todo esto hace que declare un consumo mixto de sólo 4,8 litros cada 100 kilómetros.

Mitsubishi Space Star 120 MPI

Este utilitario japonés puede ser el más discreto de la lista, tanto en términos estéticos como en rendimiento, pero sobresale por un consumo bastante bajo. Con un motor de tres cilindros de 71 CV combinado con un cambio manual de cinco relaciones, el Space Star consigue hacer una media de 4,9 litros/100 kilómetros.

Seat Ibiza 1.0 TSI 110 CV

Sólo una décima más (5 litros/100 kilómetros) declara el Seat Ibiza con el motor TSI de 110 CV. Es un bloque de tres cilindros, pero, a diferencia de otros modelos mencionados anteriormente, cuenta con turbo, lo que le proporciona una respuesta más contundente a partir de las 2.000 vueltas. 

Aparte de su bajo consumo, el Ibiza destaca por un interior bastante amplio, teniendo en cuenta su tamaño, un equipamiento muy completo y un maletero de 355 litros. 

Peugeot 208 Puretech 100

El mismo consumo del Ibiza consigue el Peugeot 208, en este caso, con un motor de 1.2 litros de tres cilindros turboalimentado, con 100 CV de potencia, combinado con una caja de cambios manual de seis relaciones. 

El francés luce una estética más llamativa que el español, así como un interior más moderno y tecnológico, aunque no resulta tan funcional como el Ibiza. 

Kia Picanto 1.0 DPI

Terminamos esta lista con los coches de gasolina que menos consumen con el Kia Picanto. Equipado con el motor 1.0 DPI de 67 CV de potencia y asociado a un cambio de cinco relaciones, logra un consumo combinado de 5,1 litros, lo que lo convierte en una opción muy interesante para la ciudad. 

Evolución de los coches de gasolina

Los coches de gasolina han experimentado una evolución impresionante desde el punto de vista tecnológico. Muy lejos quedan aquellos motores que gastaban demasiado y obligaban a visitar frecuentemente las gasolineras. Aunque, también hay que decirlo, esa evolución no ha sido a mejor siempre.

Antes, la mayoría de los motores de gasolina eran bloques atmosféricos. Sólo a partir de los años 70 y, sobre todo, en los 80, se popularizó el uso del turbo, debido a la crisis del petróleo de 1973 y la de finales de los 70. 

Pero, en general, hasta bien entrados los 2000, el motor más habitual era de aspiración natural. Tampoco era raro encontrar bloques de seis, ocho y 12 cilindros en modelos de alta gama. Sin embargo, todo eso cambió con la aparición del Downsizing. 

Con el inicio de la década de 2010 y para cumplir con las normativas anticontaminación, los fabricantes de automóviles empezaron a construir motores cada vez más pequeños, con menos cilindrada y menos número de cilindros. 

Así, los motores más convencionales de cuatro cilindros pasaron a ser tricilíndricos, los de seis cilindros a cuatro, los de ocho a seis, etc. Hoy, buena parte de los coches de marcas generalistas se mueven con mecánicas de tres cilindros, como el famoso motor EcoBoost de Ford o el 1.2 PureTech de Stellantis. 

La idea es bien sencilla: hacer motores más pequeños y eficientes, con cilindradas de entre 1.0 y 1.5 litros, y con potencias elevadas gracias al uso del turbo, de manera que se puedan obtener buenas prestaciones con consumos reducidos.

La mayoría de los fabricantes se acogieron a esta tendencia, aunque hay excepciones, como Mazda, que cogió el camino contrario y sigue produciendo motores atmosféricos como ‘los de antes’, como el Skyactiv-G de cuatro cilindros, 2.0 litros y 122 CV. 

Al principio, los motores tricilíndricos no ofrecían un funcionamiento tan refinado como los tetracilíndricos. Eran ruidosos y vibraban más, no al nivel de un motor diésel, pero lejos de los motores de gasolina convencionales. Con el tiempo, eso ha cambiado y hoy tenemos motores de tres cilindros que casi nadie notaría que falta un cilindro. 

En cuanto a los consumos, si hace 20 años lo normal era hacer medias de siete u ocho litros con un motor normal, de unos 100 CV (o menos), hoy se consiguen medias en torno a los seis litros o, incluso menos, con motores más potentes. 

Situación de los coches de gasolina: ventajas frente a los coches diésel, híbridos y eléctricos

Hoy, el coche de gasolina goza de un buen estado de salud, como reflejan los datos de las matriculaciones, aunque la amenaza de los híbridos es cada vez mayor. Esto se explica por el aumento de las restricciones al tráfico en las ciudades, con la implantación de las Zonas de Bajas Emisiones, y la incertidumbre de cara al futuro.

La compra de un vehículo supone una importante inversión y, normalmente, se paga en cuotas durante varios años (entre cuatro y seis años de media). Por ello, muchos conductores prefieren optar por un coche con, al menos, la etiqueta ECO de la DGT para evitar problemas de restricciones en los próximos años.

El problema es que no todos pueden acceder a un coche híbrido y menos todavía a un híbrido enchufable o eléctrico puro con etiqueta CERO. Y aquí llegamos a la principal ventaja de un coche de gasolina: son los más baratos del mercado.

Por menos de 20.000 euros, hay una amplia variedad de coches de gasolina, la mayoría de ellos pertenecientes a los segmentos B y B-SUV, es decir, coches que cumplen perfectamente para circular por ciudad en el día a día y para salir a carretera de manera esporádica.

En esta categoría, encontramos desde utilitarios como el Seat Ibiza o el Renault Clio hasta crossovers como el Hyundai Bayon, el Seat Arona o el Dacia Duster. 

Además, una ventaja de los coches de gasolina con respecto a los diésel es que no equipan tantas tecnologías para reducir las emisiones de CO2, ya que por su naturaleza el motor de gasolina es menos contaminante. Esto se traduce en que los coches de gasolina son más aptos para circular por ciudad.

Por último, hemos dicho antes que muchos potenciales compradores optan por un vehículo con etiqueta ECO para evitar problemas de restricciones en el futuro y hay coches de gasolina en el mercado que pueden lucir ese distintivo medioambiental. 

Son los modelos cuyo motor incluyen un sistema eléctrico Mild Hybrid o microhíbrido que, si bien no puede impulsar al vehículo, sí actúa como apoyo del motor térmico para reducir el consumo y las emisiones. Con esta tecnología, encontramos ejemplos como el Fiat Panda Hybrid, el Fiat 500 Hybrid, el Suzuki Ignis, el Kia Rio…

Y no podemos olvidar tampoco aquellos coches de gasolina que también pueden funcionar con gas licuado del petróleo (GLP), como el Dacia Duster, uno de los SUV más baratos del mercado, desde 18.948 euros, y también con etiqueta ECO.