En los últimos tiempos, parece que se está produciendo un cambio de paradigma en la industria del automóvil, en relación con el hidrógeno. Ahora, cada vez más fabricantes muestran su interés por este elemento. Un ejemplo es este nuevo coche de hidrógeno de Volkswagen que puede alcanzar los 2.000 kilómetros de autonomía.

Decimos cambio de paradigma, porque, hasta hace muy poco, parecía que el coche eléctrico había ganado completamente la batalla al hidrógeno. Sin embargo, cada vez más marcas se suben al carro de este elemento tan abundante en el planeta, aunque no exento de dificultades. 

Hace un año, la propia Volkswagen, a través de su máximo dirigente, Herbert Diess, se mostraba recelosa acerca del potencial del hidrógeno como fuente de alimentación para coches eléctricos, afirmando que “no es la solución al problema climático”. Incluso, llegaba a tachar el debate sobre el hidrógeno como “falso” y “pérdida de tiempo”, a la vez que pedía, por favor, que “escuchen a la ciencia”.

Sin embargo, la compañía alemana ha dado un volantazo en este sentido y, actualmente, está trabajando en un proyecto de coche de hidrógeno con pila de combustible. Lo que demuestra que quiere subirse al tren de una tecnología que puede ser clave en el futuro para reducir la dependencia de los combustibles fósiles. 

Así es el nuevo coche de hidrógeno de Volkswagen que puede alcanzar 2.000 km de autonomía

Junto con la compañía alemana Kraftwerk Tubes, Volkswagen ha solicitado la patente de un coche de hidrógeno que funciona mediante una pila de combustible, según recoge el diario El Confidencial. 

A diferencia de las baterías de los coches eléctricos, que funcionan como acumuladores de electricidad que se va liberando en función de las necesidades, las células de combustible de hidrógeno generan su propia electricidad. 

Para ello, necesitan un tanque donde se almacene el hidrógeno en forma de gas y a alta presión y una pila de combustible que transforme dicho elemento en electricidad. 

Igual que las baterías, las pilas de combustible también tienen un ánodo y un cátodo, es decir, un polo positivo y negativo. El hidrógeno entra por el ánodo y pasa por una membrana de electrolito que divide el hidrógeno en un protón y un electrón. 

Luego, un electrolito hace que tomen distintos caminos hacia el cátodo. Los electrones van a través de un circuito externo, creando un flujo de electricidad que es lo que permite que el motor funcione. Por su parte, los protones pasan por dentro del electrolito hacia el cátodo, donde se une con el oxígeno y con el electrón, produciendo agua y calor. 

Una solución más económica y eficiente

Pero Volkswagen y Kraftwerk han introducido una novedad importante que hace que su pila de combustible sea diferente: en lugar de una membrana de plástico, como es habitual, utilizan una de cerámica. 

Esto supone una gran ventaja frene a las demás pilas de combustible de polímero, como explica el director general de Kraftwerk, Sascha Kühn, en una entrevista en la edición alemana de Business Insider, porque “puede producirse de forma mucho más barata y no requiere ningún tipo de platino”. 

Según Kühn, esta tecnología se parece a las baterías de estado sólido, con la diferencia de que ésta utiliza un material compacto para almacenar la energía y en las pilas de combustible es el hidrógeno en forma de gas el que almacena la energía.

Otra ventaja de esta tecnología es que, al usar una membrana de cerámica, no necesita ser humedecida y, por tanto, no se congela en invierno ni se seca en verano. Además, el calor que genera la pila se puede aprovechar para sustituir la calefacción del vehículo y como aire acondicionado, lo que se traduciría en un mayor ahorro energético. 

Hasta 2.000 kilómetros de autonomía

Kraftwerk Tubes no solo trabaja con Volkswagen. En realidad, no trabaja con ninguna marca exclusivamente y su único objetivo es tener lista esta nueva tecnología en 2026 para que se pueda utilizar en un vehículo de serie. 

Según sostiene Kühn, esta novedosa pila de combustible de hidrógeno es una alternativa mucho más interesante que las baterías de litio y que las baterías de estado sólido, así como una solución para aquellos que no pueden instalar un punto de carga en su casa ni quieren perder tiempo con larga recargas. 

Esta pila de combustible proporciona una autonomía de hasta 2.000 kilómetros con un solo depósito, según el director de Kraftwerk.