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Estos son los problemas a superar para que tu próximo coche sea de hidrógeno

Coche de hidrógeno

Tras estar mucho tiempo en el ostracismo, con solo un puñado de marcas invirtiendo en esta tecnología, como Toyota Hyundai y BMW), parece que los coches de hidrógeno han vuelto a levantar expectación en los últimos meses. Una alternativa a los coches eléctricos convencionales, lo cierto es que todavía hay toda una serie de problemas a superar como para convertirse en algo común.

El primero de ellos es que, pese a ser el elemento más abundante en la Tierra, lo cierto es que su proceso de extracción no es para nada sencillo. Siempre está asociado al oxígeno, formando el agua, y no es fácil aislarlo.

Los métodos más habituales para producirlo son a partir del gas natural o reformado al vapor del metano, pero esto hace que en origen se produzca mediante combustibles fósiles, por lo que es un hidrógeno “gris” y no es limpio.

 

La alternativa a esto es utilizar la electrolisis, que separa las moléculas de agua en hidrógeno y oxígeno. Este hidrógeno es limpio y más barato, pero también tiene el problema de que es menos eficiente, porque mediante este proceso las cantidades que se producen son inferiores.

Una vez con el hidrógeno aislado, salta a la palestra el siguiente problema: su almacenamiento y su transporte son muy caros, pues tiene que estar a altas presiones y a bajas temperaturas, lo que complica todo el proceso. También afecta a la cantidad de hidrógeno que se puede meter en el depósito del vehículo.

Hemos dejado para el final el que seguramente sea el mayor problema para el coche de pila de hidrógeno y es que ni siquiera hace referencia a los vehículos en sí, si no a la infraestructura de su red de recarga.

Por ser breves, esta es, prácticamente, inexistente. En todo el mundo su presencia es meramente testimonial y en países concretos como España directamente es anecdótica: solo hay cinco hidrogeneras en todo el territorio español, dos de las cuales únicamente operan con autobuses.

De esta manera, aunque el repostaje de un modelo de hidrógeno es muchísimo más rápido que el de un eléctrico de batería, si directamente no hay donde repostar, plantearse la compra de un vehículo de estas características todavía tiene muy poco sentido.

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