Las marcas que vuelven a invertir en motores de gasolina ante la lentitud del coche eléctrico

A pesar de los anuncios grandilocuentes que se han realizado en los últimos años, el final de los motores de combustión no está tan cerca como se quiere dar a entender desde distintas autoridades y hay marcas que vuelven a invertir en motores de gasolina y diésel ante la lentitud del coche eléctrico.

Hoy podemos decir que el coche eléctrico es ya una realidad. Prácticamente la mayoría de las marcas ofrecen en su catálogo, al menos, un modelo totalmente electrificado, a lo que hay que añadir otras versiones enchufables, como las híbridas. 

Del mismo modo, casi todos los fabricantes, por no decir todos, han puesto fecha a su conversión en eléctricos, momento a partir del cual todos los coches nuevos que produzcan serán eléctricos. Y para eso no queda mucho: DS da ese salto este mismo año y en 2025 lo hará Mercedes, por citar dos ejemplos.

Por su parte, la Unión Europea también aprobó la prohibición de coches nuevos de combustión a partir de 2035, lo que significa que todos los vehículos nuevos deberán ser cero emisiones, ya sean eléctricos, de hidrógeno o mediante la tecnología que sea, pero que no expulsen emisiones por el tubo de escape.

Un panorama nada claro

Este es el panorama que nos han dibujado entre las autoridades de Bruselas y el propio sector de la automoción, no sin polémica y sin opiniones contrariadas. De hecho, justo cuando parecía que el Parlamento Europeo iba a aprobar fácilmente la prohibición de los motores de gasolina y diésel, varios países alzaron la voz. Y no eran cualquiera.

Italia quiso añadir excepciones para proteger a sus marcas más prestigiosas, como Ferrari y Lamborghini, y consiguió introducir una enmienda al texto para dejar fuera de la prohibición a los fabricantes con un volumen de producción anual muy bajo, con la excusa de que, al ser pocos coches, tienen un impacto escaso en las emisiones totales.

Los e-fuels podrían contaminar hasta cinco veces más que los coches eléctricos por esta razón

Alemania exigió a Europa que permitiera seguir utilizando motores de combustión, siempre y cuando se alimentaran de combustibles sintéticos, un tipo de carburante neutro en carbono, porque emiten la misma cantidad de CO2 al combustionar que captan durante su proceso de elaboración (en AutoBild te hemos hablado sobradamente de los e-fuels).

La medida finalmente se aprobó, pero sigue habiendo muchas dudas sobre si podrá aplicarse o no cuando llegue el momento. Sin ir más lejos, este año hay elecciones al Parlamento Europeo y el Partido Popular Europeo (PPE) plantea revertir la prohibición de los coches de combustión en 2035 “lo antes posible”.

Mazda, una de las marcas que vuelve a invertir en motores de gasolina

Pero una cosa son los planes y las intenciones y otra muy distinta es la realidad. Y la realidad es que, como decíamos al inicio, a pesar de los anuncios a bombo y platillo realizados en los últimos años, tanto desde el sector del automóvil como de los diferentes poderes públicos, y a pesar de la apuesta por el coche eléctrico, su implementación sigue siendo lenta.

Sobre todo, en países como España, donde la penetración de los vehículos a baterías es particularmente escasa, menos del 6% del total de matriculaciones en 2023. Y hay muchos factores que pueden explicar este escenario, como el alto precio de los vehículos, la escasez de puntos de recarga y el tiempo necesario para recargar las baterías.

En consecuencia, el coche eléctrico va más lento de lo que gustaría y eso ha llevado a algunas marcas a volver a invertir en motores de gasolina. Un ejemplo es Mazda, un fabricante que tiene por costumbre navegar contracorriente, como ha demostrado en muchas ocasiones.

La marca de Hiroshima quiere producir una nueva generación de motores de gasolina que puedan convivir perfectamente con los coches eléctricos. Por eso, en el pasado Salón del Automóvil de Tokio, el CEO de Mazda, Katsuhiro Moro, hizo un anuncio muy importante: a partir del próximo 1 de febrero, volverá a contar con un equipo de trabajo para desarrollar motores rotativos.

El objetivo es crear un nuevo motor Wankel capaz de adaptarse a los requisitos de la legislación anticontaminación, basándose en la experiencia adquirida con el Mazda MX-30 R-EV. Es decir, que no hablamos de motores rotativos para impulsar vehículos, como generador eléctrico para alimentar motores eléctricos que impulsarían las ruedas.

Es una nueva perspectiva que permite el desarrollo de los combustibles sintéticos y otras fuentes de energía, como el hidrógeno. Otro factor que ha empujado a Mazda a tomar esta decisión fue el éxito que tuvo el Iconic SP Concept.

Stellantis recibe una bofetada de realidad y recupera el diésel

Otro fabricante que, recientemente, ha anunciado que recupera el motor de combustión es Stellantis. En este caso, se trata del motor diésel que volverá a estar disponible en el Citroën Berlingo en su versión turismo de pasajeros (categoría M1).

A partir de marzo, la marca francesa volverá a producir este motor, un 1.5 BlueHDI con 100 y 130 CV, y no se descarta que llegue a los modelos equivalentes de las otras marcas del grupo, como Peugeot y Opel. 

La razón de este movimiento sorprendente (o no tanto) es muy sencilla: el Berlingo es uno de los modelos estrella de la marca del doble chevrón y el año pasado no han vendido tantas unidades como esperaba (recordemos que sólo estaba disponible en versión eléctrica). Así que Citroën ha decidido volver a ofrecer el motor diésel en su furgoneta.

No obstante, como confirmó Nuno Coutinho, director de la marca para España y Portugal, el Berlingo con motor diésel sólo estará disponible en España, que es donde existe demanda.