Los 5 coches clásicos más playeros... y un anfibio

Cuando uno circula por una zona de playa, en realidad te sobra todo lo que no sirva para moverte y para que el sol no te dé directamente en la cabeza. Y a lo largo de la historia, también han existido vehículos más lúdicos que prácticos (o quizás, ambas cosas, según se mire), como el Fiat que ves en la foto principal (Fiat Eden Rock) cuya misión era cumplir precisamente con esa 'necesidad' de diversión en zonas marítimas. Y aquí te traemos algunos -concretamente, 5- coches clásicos de lo más playeros... y un anfibio. Pero a todos les une eso: la capacidad universal de resultar simpáticos y apetecibles. 

Piensa que algunos nacieron como automóviles militares; otros puramente como objetos de recreo... y siempre, en un mundo en el que no se tenía tanta conciencia por el cuidado del medioambiente y bordear motorizados la línea de costa era de lo más normal.

Prueba: Hobbycar Amphibious

Como ves, no eran automóviles muy polivalentes, ni todos podrían entrar hoy en día en una categoría similar a la de los SUV. Tampoco podrían considerarse anfibios, como el de este vídeo... 

No obstante, merecen un rinconcito en el corazón de nuestra historia sobre ruedas. Y reconócelo: al margen de lo cómodos que puedan ser, lo que gasten, la manera en que se desenvolverían en pleno invierno y lo solvente de tu cuenta corriente... ¿a que te encantaría pasar al menos un verano con cualquiera de ellos?  

1 VW Beetle Dune Buggy

Dos décadas después de la II Guerra Mundial, en la que se hizo un Kubelwagen y luego un Jagdawagen de la mano de Ferdinand Porsche, los optimistas años 50 ven cómo se empiezan a descapotar otra vez los vehículos 'porque sí'.

Y en esa década y en la siguiente, las ínfulas de veranito y playa dieron lugar a este derivado del mítico VW 'Escarabajo'. Nacían así los VW Beetle Dune Buggy y todo un estilo de vida que sería replicado rápidamente por otros fabricantes como Puma en muchos países del mundo. 

2 Fiat 600 Jolly

En Italia, por ejemplo, con el Fiat 600 (1957) se hizo luego esto, el Fiat 600 Jolly, que poco tenía que ver con el coche anterior salvo por su base de utilitario tipo 'todo atrás'. 

La increíble historia del Fiat 600

Con unos fresquitos asientos de mimbre que huían como la peste del escay, la línea de cintura cortada y un simple toldo por techo -como carromato a pedales de alquiler-, este artefacto también tuvo su réplica en el Fiat 500. ¡Lástima que nunca se fabricara en España como Seat, bajo licencia! Aquí, eso sí, existió el Seat 600 Jungla, pero carrozado por Savio.  

3 Citroën Méhari

Basado en el Citroën 2CV, pero con carrocería de fibra y lona y plásticos hasta en las ventanas, el Citroën Méhari fue quizás el modelo playero más exitoso de todos los que ves aquí, al menos en Francia y en países del entorno como España. 

Aniversario del Citroën Méhari

Nació hace más de medio siglo y lo llegó a haber hasta en versión 4x4. Sigue despertando miradas cómplices allá por donde va, puedes alquilarlo para hacer rutas turísticas por París... y su quieres uno pa' ti pa' siempre, lamentamos decirte que su cotización sigue al alza y ya es difícil ver uno en buen estado que baje de los 6.000-8.000 euros.  

4 Renault 4 Plain-air

Al igual que el Renault 4 había nacido como respuesta al éxito inmediato del Citroën 2CV, el coche más playero de los del rombo fue el Renault 4 Plain-air... y que también encontraría más tarde su sustituto abierto en un Renault 5.

Especial Coches históricos 

Si te fijas, este modelo se asemeja más a un 'cabriolet' al uso a un coche dedicado exclusivamente a las zonas costeras, aunque la ausencia de puertas delatan sus intenciones. 

5 Mini Moke

Y cerramos este listado de los 5 coches clásicos más playeros... y un anfibio con el Mini Moke. 

Este derivado del mítico utilitario de Alec Issigonis tenía aires mucho más marciales (era como un pequeño Jeep Willys) y desde el principio irradiaba el toque de exclusividad que el resto no tenía, pues la idea original era la de que fuera destinado a un público más selecto de clientes Mini. 

Aunque resulta igualmente simpático y llamativo que los cuatro anteriores, por la distancia que lo separa del suelo y el tamaño de sus ruedas, ¡mejor dejarse de arena del litoral y no salirse mucho del asfalto!