La increíble historia del Jeep Willys, que cumple 80 años
Dicen que el mundo es de quien se arriesga, de quien hace de la necesidad virtud... y de quien hace suyo eso de que el mejor arte surge de los momentos de desesperación. Pues un poco de todo esto hay en tantas ideas geniales a las que, además, se les ha puesto ruedas. Y uno de los mejores ejemplos es el octogenario que traemos hoy a nuestra web: esta es la increíble historia del Jeep Willys, que cumple 80 años como uno de los coches clásicos más importantes de todos los tiempos.
Como nació el Jeep Willys. En 1939 el mundo comprendió que Adolf Hitler iba en serio. Con la invasión de Polonia, Alemania hacía estallar definitivamente un conflicto que se llevaba forjando a fuego quizás no tan lento desde el final de la Gran Guerra (1914-1918) y que ahora se reactivaba con unos actores y unos escenarios algo diferentes, pero con un protagonista muy similar. Hitler, autoproclamado salvador de una Alemania humillada por las potencias que ahora volvían a ser sus rivales, se sentía legitimado por haber obtenido el apoyo de la mayoría de sus conciudadanos en las urnas... y por verse así mismo llamado a vengar a su pueblo del primer fracaso internacional.
En los últimos años, el gasto en la industria armamentística por parte del partido nazi había sido muy alto, como atestiguarían los documentos que con los años se iban a desclasificar.
Vídeo: prueba Jeep Weangler Rubicon
Y entre las armas de guerra, los automóviles también habían sufrido reconversiones para un fin mucho más ambicioso de lo que otras potencias europeas habían llegado a intuir: crear todo un imperio sin fronteras, anexionando territorios hacia el este y el oeste para crear un gran 'Reich' que no conociera límites, ni políticos ni culturales.
La 'otra guerra' por el mejor coche para todos los terrenos
A nivel interno, y en el campo concreto de la automoción, las fábricas nacionales se pusieron al servicio de la causa a todos los niveles. Pero como coche militar concebido desde cero para este uso, lo cierto es que los recursos casi se reducían al
, una transformación 'todoterreno' del Volkswagen ('coche del pueblo') encargado a Ferdinand Porsche, denominado también 'Tipo 1', 'Kdf Wagen', 'Käfer'... y que pasaría a la posteridad como VW Beetle (Escarabajo).
Así, 'aún desde lejos', cuando los EEUU vieron que Europa sufría inevitablemente ya bajo la bota del nazismo y que el Atlántico no iba a aser suficiente para contener los afanes expansivos del 'Führer', Estados Unidos decide intervenir contra Alemania y contra sus aliados, las que serían conocidas luego como las 'potencias del Eje' (Italia y Japón).
En esta Segunda Guerra Mundial (1939-1945), los americanos se sabían a priori superiores en cuanto a carros de combate, tanquetas e incluso aviones. Pero les faltaba un vehículo terrestre, verdaderamente polivalente, en una época en la que no había surgido aún una necesidad real de desplazarse con tanta rapidez por las zonas rurales. Y mucho menos, con una motorización que pudiera arrastrar piezas de artillería ligera o pesada ni cargar remolques con todo tipo de mercancía bélica.
El Willys original
El Gobierno de EEUU decidió así encargar la construcción de un primer coche de reconocimiento ligero para todos los terrenos. Y en este momento, es donde comienza realmente la increíble historia del Jeep Willys... y de todo lo que vendía después en el mundo 4x4.
Tras contar con 135 iniciativas sobre la mesa, la más valorada es la de Willys-Overland (la más potente), junto a la de American Bantam (por precio) y la de Ford (por su comodidad) -esta última sería, por ejemplo, la artífice de la famosa parrilla de faros redondos y 9 ranuras-, nace el prototipo Overland MA de 1941 (‘M', de 'militar' u 'A' indicaba el número de serie) del que derivaría modelo definitivo, el Willys MB (cuando Willys registró la marca) -Ford trataría también de llevarse su parte del pastel con la denominación Ford GP (General Purpose)-.
El Willys (1939-1945) genuino pronto demostraría sus dotes en combate, gracias a su diseño, ligereza, polivalencia... y posibilidades (potencia, fiabilidad) de una mecánica delantera longitudinal de 4 cilindros en línea, con 2.199 cc, 60 CV y 142 Nm, capaces de lanzarlo en condiciones favorables a la nada despreciable velocidad máxima de 105 km/h gracias a su empuje y contenido peso (al llevar "sólo lo esencial" declaraba 1.113 kg) y, de hacerlo pasar por donde no podía nadie más, debido a su eficaz tracción 4x4 permanente.
El nacimiento de Jeep
Tras el desembarco de Normandía (Francia) y la posterior victoria de los aliados (Francia, Gran Bretaña, EEUU y la Unión Soviética) en 1945, los éxitos cosechados por parte del ejército americano y ruso hacen replantearse la estrategia para rentabilizar al máximo los esfuerzos vertidos en tan eficaz máquina.
Así nace la marca Jeep, cuyo origen de su nombre no está demasiado claro, según la versión del propio Grupo FCA (Fiat-Chrysler Automobiles) al que pertenece actualmente este constructor de coches.
Al parecer, pronunciación en inglés de las siglas "G.P" -general purpose- '/yipi/', quedó en '/yiip/'. Otra versión es la de que los soldados la conocían así en broma como respondiendo al acrónimo inventado "Just Enough Essential Parts" 'sólo lleva las piezas necesarias'. Finalmente, los fans siempre aluden también a 'Eugene the Jeep', un hábil personaje de ficción amigo de Olivia, la mujer del mítico marino Popeye.
El origen de los SUV
Tras la II Guerra Mundial, el nuevo fabricante americano presenta el Jeep CJ-2A (1945-1949) -primer todoterreno producido en serie, para un uso civil (las siglas CJ significaban 'civil Jeep').
Luego, el Jeep Willys Wagon (1946-1965), cuyo toque 'deportivo' sería hoy considerado el primer SUV (Sport Utilitary Vehicle) de la historia, con carrocería de acero, 7 plazas y tracción 4x4 (desde 1949).
Para algunos, las cualidades del Willys -incluso su estética- acabarán en el Jeep CJ-5 (1955-1983), ya que el Jeep Wagoneer (1963-1983), como SUV premium, abriría la puerta a la saga Cherokee (1974) y los Jeep que vinieron después; otros, consideran que mientras exista el Jeep Wrangler (salvando todas las distancias en precio), el el ADN del todoterreno de la Segunda Guerra Mundial pervivirá siempre...
Sea como fuere, desde 1945 a la gama actual, Jeep ha ido incorporando interminables referencias -incluso guiños- a su trayectoria y, sobre todo, a la increíble historia del Jeep Willys, cuyo concepto cumple ahora 80 décadas.
Los Willys españoles
En España, el Jeep Willys conoció una segunda vida bajo licencia, con las denominaciones CJ-3 y CJ-6, desde 1959 hasta 1983. En un principio, están acuñados por la empresa de Zaragoza Viasa. Durante tantos años de vida, pasó de montar la mecánica original a otras Barreiros e incluso Perkins.
Desde los 70, también encontramos otras denominaciones fabricadas en España fruto de distintos acuerdos, como Jeep-Avia, Jeep Motor Ibérica, y Jeep Ebro, por lo que las letras de la firma americana serán bastante frecuentes en el mercado nacional al igual que sus Willys y Comando, entre otros, que tratarán de hacerse un hueco en el todavía incipiente segmento de los 4x4, en dura pugna, por ejemplo, con los Land Rover Santana.
Por último, como enésima curiosidad, cabe destacar que en España se llegaron a organizar competiciones monomarca basadas en Jeep, que sirvieron de escuela a muchos pilotos para preparar aventuras más ambiciosas como el Dakar...
Etiquetas: Todoterrenos
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