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3 grandes diferencias entre el Porsche Taycan y el BMW Serie 8

Porsche Taycan
El Porsche Taycan y el BMW Serie 8 son dos modelos que juegan en la misma liga a pesar de sus grandes diferencias. De entre todas ellas, vamos a destacar las tres más impactantes.

Si a uno le sobran algo más de 100.000 euros, pocos planes mejores se me ocurren que comprarse uno de los dos coches de los que vamos a hablar hoy. Son el Porsche Taycan y el BMW Serie 8, sendos elegantes coupés que tienen en su gran rendimiento uno de sus grandes puntos de interés. Y en su envoltorio, claro, porque nadie podrá negar que se encuentran entre los vehículos más llamativos del momento. Sin embargo, a pesar de jugar en una liga similar en muchos aspectos, presentan unas cuantas diferencias que, seguramente, hagan a cada uno decantarse claramente por uno de ellos. Vamos a repasar las tres más importantes.

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1. Combustión contra eléctrico

BMW Serie 8

La diferencia más importante entre el Porsche Taycan y el BMW Serie 8 es también las más obvia. Mientras que el primero es un coche eléctrico, el segundo se mantiene como uno de los adalides de los propulsores de combustión.

El Taycan se vende en cuatro variantes diferentes entre las que cambia tanto el rendimiento como la autonomía. La más liviana tiene una potencia de 530 CV, mientras que la más potente, curiosamente llamado Turbo S -también hay un Turbo a secas- entrega picos de 761 CV.

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En el caso del Serie 8 también hay diversas versiones. Si tenemos en cuenta todas las carrocerías a la venta, el motor más liviano es un diésel de 320 CV, mientras que la opción más económica entre los gasolina es la que aporta 340 CV. En el otro extremo está el brutal M8, que en su variante Competition, la que se vende en nuestro país, se va hasta los 625 CV.

2. Las carrocerías

Porsche Taycan

En el último párrafo del anterior apartado ya anticipábamos otra de las grandes diferencias que separan hoy en día al Porsche Taycan del BMW Serie 8. Este último se vende con tres 'caretas' bien diferenciadas. Por un lado están el Coupé y el Cabrio, que tienen en la presencia o ausencia de techo su cambio más destacado. Y por otro, el Serie 8 Gran Coupé, que ofrece un aspecto algo más serio al contar con puertas de acceso a la zona trasera.

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En cuanto al Taycan, de momento sólo se ofrece con la carrocería presentada a finales de 2019. Sin embargo, Porsche ya ha confirmado que a lo largo de este año 2020 va a dar a conocer la versión de producción del Mission E Cross Turismo, que aportará un toque más campero a lo ya conocido.

3. Sólo uno es un deportivo de verdad

BMW Serie 8

Es cierto que si uno repasa las cifras de potencia y aceleración del Porsche Taycan se lleva las manos a la cabeza. Sin embargo, el peso sigue siendo uno de los grandes caballos de batalla de los coches eléctricos, y eso que el modelo teutón lo ha limitado lo máximo posible. Su versión Turbo S se queda en 2.370 kilogramos. Eso quiere decir que, dinámicamente, aún hay bastante margen de mejora. Pero ojo, que nadie olvide que estamos en el inicio de la era eléctrica. Esto mejorará.

En cuanto al BMW Serie 8, tiene entre sus versiones el M8 Competition, una máquina de 625 CV preparada por y para emocionar al volante. En la versión Coupé pesa 1.960 kilogramos, una evidente ventaja respecto al Taycan, pero es que, como cualquier 'M' de BMW, se acompaña de una muy radical puesta a punto que saca lo mejor de sí misma en los circuitos.

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