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Comparativa: Audi TT RS, BMW M2 Competition y Porsche Cayman GTS 4.0

Estos tres modelos son sin duda los deportivos compactos más ágiles. El Audi TT RS, BMW M2 Competition y Porsche Cayman GTS 4.0 muestran en la pista lo que realmente importa

Hace décadas que tenemos entre nosotros al Audi TT y ya nos hemos acostumbrado a verlo por nuestras carreteras. Muchos lo ven como el hermano deportivo del Audi A3 deportivo… y se equivocan.

O al menos, en el caso de la versión que nos ocupa: en el Audi TT RS, la tradición de Audi de cinco cilindros se revive de nuevo: con un sonido robusto y una conducción puramente quattro, todos pueden sentirse como Walter Röhrl en el primer Audi quattro del Campeonato del Mundo de Rallyes de 1984… siempre que estés dispuesto a sacrificar su faldón delantero, claro. 

Barrito TT

Christoph Börries / AUTO BILD

Nosotros, por si acaso, desaconsejamos dar saltos como Röhrl. Pero sí exprimir su magnífico cinco cilindros y sentir cómo este pitbull tira salvajemente de la correa con sus 400 CV, que libera en los cuatro neumáticos a través de un launch control brutal. 

No solo lo decimos nosotros, también lo demuestran los números: alcanza los 100 en unos ridículos 3,7 segundos.

¡Al circuito!

En el recorrido de prueba de 3,8 kilómetros, sin embargo, el Audi ha tenido el peor tiempo por vuelta: 1:33.46 minutos es un resultado magnífico, pero es que tiene delante dos rivales muy duros de roer. 

M2

Christoph Börries / AUTO BILD

El segundo deportivo en liza es el BMW M2 Competition. De entrada, el coupé de dos puertas no se ve tan peligroso. Bonito a rabiar sí, desde luego, pero no rabioso. 

Pero ya se sabe que, muchas veces, se cumple el tópico de que las apariencias engañan: la propulsión la proporciona un motor de seis cilindros en línea que gira fantásticamente con una cilindrada de tres litros, cuyos dos poderosos turbos generan tanto “vapor” que apenas puede gestionar sus brutales 410 CV, que se proyectan solo al eje trasero.  

Un BMW para nostálgicos

Cualquiera que hoy sueñe todavía con el primer M3 encontrará la reinterpretación adecuada en este M2. Es más pequeño, más ligero y más directo que su hermano mayor actual, y por eso apunta precisamente a al espíritu que dejaron las primeras generaciones de M3 hace tantos años. 

Barrido M2

Christoph Börries / AUTO BILD

Con la transmisión manual, los puristas encontrarán en este BMW el mejor viaje en el tiempo y la razón más importante para no salir nunca del automóvil.

Es un ‘bon vivant’ con ruedas para todos los que -en la pista de carreras, por supuesto- les gustan las sensaciones extremas. El M2 es una constante invitación a bailar sobre el eje trasero, y es muy difícil no sucumbir a él. 

Sin embargo, en recta no es tan poderoso como el Audi: el BMW tarda un poco en respirar y luego descarga toda su furia, llegando a los 100 km/h en 4,3 segundos. En el circuito, subió al segundo lugar del podio con 1:33,10 minutos.

Un Porsche muy Porsche

Zaga Cayman

Christoph Börries / AUTO BILD

El Porsche Cayman GTS 4.0 da la impresión de jugar en otra liga desde el principio. Y es que desde su primera generación, se acercó mucho al 911. Y eso significa que hereda, de una tacada, la leyenda que se ha forjado el ‘nueveonce’ a lo largo de muchas décadas. 

El nuevo Cayman GTS 4.0 prescinde de la ayuda de un turbo y confía en la potencia de su cilindrada de cuatro litros. Una idea fantástica. El sensacional motor de Porsche desarrolla un sonido tan adictivo que te quedarías a vivir dentro de él, y a su vez dentro del circuito.

En aceleración pura obtiene una victoria muy apretada respecto al Audi (0-100 km/h: 3.6 s), pero la pista de prueba del Contidrom se ha revelado absolutamente imbatible: los 1:31.38 le han garantizado un puesto con honores en lo más alto del podio.

Morro Cayman

Christoph Börries / AUTO BILD

Rápido como una flecha en los tramos virados, se ancla brutalmente al asfalto con sus frenos cerámicos y está en contacto constante con el conductor. Cada vez que ataco una curva más rápido que la anterior, es como si me dijera: "¡Podemos hacerlo!" 

Y es que da muchísima confianza: es muy neutral y predecible, sus 400 caballos están siempre disponibles de forma casi instantánea bajo el pie derecho, y el agarre es enorme gracias a la distribución ideal del peso. 

Cualquiera que vea a este Porsche como el hermano pobre del 911, es que no tiene ni idea de coches. Porque así es exactamente como tienen que ser un deportivo de raza.

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