La increíble historia del Opel Ascona

"Mira, Rodrigo: dime dónde puedo encontrar este manguito para el Opel", me decía hace unas semanas mi tío. "Ya tiene más de 450.000 km. Y si no fuera por la falta de aire acondicionado...". Pues sí. En mi familia resiste un ejemplar, a caballo entre Madrid y Ciudad Real, que sigue sumando kilómetros, para regocijo de sus dueños, sus hijos... y casi, casi, sus nietos. Por eso, para tenerlo más presente que nunca, recordamos hoy la increíble historia del Opel Ascona, un coche moderno, robusto y avanzado con el que Opel empezó a conquistar muchos corazones en España... e inculcar el gusto por lo alemán.
Los Opel Ascona y Manta cumplen 50 años
Como sucede con los Renault 18, Peugeot 505, Talbot Solara y algunos coetáneos y rivales de la época, el Opel Ascona estaba tan bien adaptado a los gustos de los años 80 y resultó tan longevo, que muchos lo cambiaron simplemente por las ayudas (el primer Plan Renove) de una década después... o, simplemente, por aburrimiento.
Y la experiencia de muchos había sido tan buena ¡que muchos se pasaron luego del primer Ascona (tipo C) que aterrizó aquí al primer Kadett que se comercializó regularmente en nuestro país!


Ya en esa época, podías mirar muchas cosas en función de tu bolsillo, como siempre, pero se daban varias circunstancias bastante novedosas en lo que iba de siglo... y de automóvil que propiciaban comprarse un Ascona (a pesar de que el nombre en español - de la ciudad suiza- su denominación comercial sonaba mucho peor que la de los 'Cadete', Récord, Circuito de Monza y demás).
- Para empezar, el parque móvil español ya no se reducía a Seat o Renault, sino que otras marcas de corte generalista, como Ford, Alfa Romeo, VW... habían irrumpido con mucha fuerza.
- Esto se debía, en buena parte, a que España ingresaba en el Mercado Común (Comunidad Económica Europea -CEE, embrión de la UE-), con lo que las políticas proteccionistas del Estado habían pasado a mejor vida.
Un Opel Adam más potente en honor al Ascona A
- Además, desde finales de los 70 y hasta mediados de los 80, los fabricantes habían empezado a adaptar sus estructuras, y sus modelos a los gustos y necesidades locales, motivo por el cual, Ford lanzaba modelos como el Fiesta fabricado en Almussafes (Valencia) y Opel, sin ir más lejos europeizaba su su gama y
- Con esto, el gusto por marcas diferentes se acentuaba y la buena prensa de lo alemán favorecía especialmente ahora a las marcas de aquel país que no fueran sólo las consagradas premium, como Mercedes, BMW y, poco a poco, Audi.
El Ascona y la nueva Opel
Con ese terreno tan bien abonado, la historia del Opel Ascona no habría comenzado de no haber sido, además, por un cambio de imagen de la firma del rayo potenciado por este coche y los otros que llegarían después.

Así, mientras que en los años 60 se veía hacer turismo por España a algún destartalado Opel Kapitan, con hechuras, ínfulas y hasta consumos a la americana, el Opel Ascona (tipo C) de 1981 era algo totalmente distinto, fruto del plan J-car de General Motors para unificar plataformas de sus modelos medios y dotarlos de motores más pequeños y trasversales asociados a una tracción delantera.

Claro que, entre medias, heredaba un pedigrí de coche medio de propulsión, con varias carrocerías que no se vieron en España. Incluso participó en los Rallys al más alto nivel. Pero lo que en nuestro país llegó como Ascona fue el primero de una saga de atractivos modelos con el rayo, duros, robustos... y con una "tecnología alemana" como baluarte que se iba democratizando poco a poco.

En el catálogo, durante los 80, aparecerían también para países como España el Opel Corsa, el Opel Rekord, el Opel Kadett D (carrocería compacta con portón), el Monza, el Kadett E (carrocería de tres o cuatro puertas) y el Senator, como tope de gama.
Con catalizador, desde hace 35 años
Además, dentro de esa perspectiva eficiente que ahora puede parecer casi irrisoria, nuestro protagonista presume de ser el primer coche alemán diseñado para Europa en haber montado catalizador de tres vías. Y por eso, dentro de la increíble historia del Opel Ascona, metemos la versión 1.8i.


Y es que el fabricante revela ahora que el Opel Ascona 1.8i de 1985 fue el primer automóvil alemán con un convertidor catalítico desarrollado especialmente para el mercado europeo, en lugar de ser simplemente modificado para su exportación desde Estados Unidos.

Tanto es así que los anuncios locales de entonces (aquí, en alemán) ya lo mencionaban como valor añadido y diferenciador respecto a la competencia.


La primera unidad fue entregada meses antes al cuerpo de Policía de Renania-Palatinado.
Paso al Vectra
El Opel Ascona, que había nacido en para llenar el salto de gama entre el Kadett y el Rekord, sucumbió finalmente en 1988 a otra berlina con dos carrocerías, de 4 y 5 puertas, y que también tendría su versión deportiva -con permiso del nuevo coupé, el Opel Calibra-: el Opel Vectra.


Etiquetas: Especial Opel
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