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Grandes coches que casi nadie conoce: Citroën SM Espace

Si viajar en un clásico suele originar miradas de curiosidad, hay modelos que nacieron desde el primer momento para pasar a la historia. ¿Y si, además, contaron con versiones (aún más) especiales? Hoy, entre esos grandes coches que casi nadie conoce, traemos a nuestra web el Citroën SM Espace, una auténtica 'nave' -y 'espacial'- con ruedas e ínfulas de mayor exclusividad.  

En 1970, tras firmar un suculento acuerdo de colaboración técnica con Maserati, Citroën había lanzado el turismo con tracción delantera más veloz de su época: el Citroën SM. Se trataba de un vehículo repleto de formas, ideas y soluciones muy vanguardistas que lo hacían tan diferente como deseado. 

Y por si fuera poco, su carta de presentación corría, de nuevo, a cargo del genial Robert Opron: una carrocería coupé de dos volúmenes y casi cinco metros, muy aerodinámica y con un frontal totalmente carenado, con la tecnología hidroneumáutica del Citroën ID/DS 'Tiburón' pero llevada a otro nivel en cuanto a prestaciones, comodidad y calidad. 

Bajo su enorme capó, un motor V6 a 90º de 170 CV con el que el SM podía alcanzar los 220 km/h... cuyo rendimiento luego sería mejorado por una inyección electrónica. Y a pesar de que siempre ha corrido el bulo de que la mecánica era el V8 de Maserati al que se le habían quitado dos cilindros, lo cierto es que el bloque fue de desarrollo propio y nunca contó con esa configuración interna. 

Con la crisis del petróleo del 73 y el descenso de la demanda, Citroën puso fin a su colaboración con la marca del tridente y sólo mantuvo en producción este vástago 'en común' hasta 1975, por lo que cualquier unidad del GT es ya de culto. Pero para bien o para mal, hay algún que otro SM que pertenece a ese universo de grandes coches que casi nadie conoce: ejemplo, el Citroën SM Espace.

Citroën SM Espace, de Heuliez

El proyecto 'S' -al que se le uniría la letra 'M' por Maserati- prometió mucho desde el principio. Y la prueba es que un año después de su lanzamiento, en 1971, los asistentes al Salón del Automóvil de París volvieron a tener otro momento 'wow' (o mejor dicho, 'oh, là, là') cuando vieron la interpretación del coche que había hecho el carrocero francés Heuliez: el Citroën SM Espace. 

Contaba con los tapacubos planos que hoy día se asocian a los Citroën GS y Citroën CX, un interior de cuero beige, salpicadero verde, cortinilla trasera laminada (tipo Lamborghini Miura, que después también adoptarían el DeLorean DMC-12 o el BMW M1) y lo más característico: un techo abierto, con un nervio central de chapa y una suerte de cortinillas laterales sobre las plazas delanteras.

 

A pesar de que las expectativas se rebajaron enseguida con la eliminación de algunos de estos elementos, Citroën decidió que aquella versión medio coupé, medio ¿'targa'?, alegoría del 'Espacio', no era viable y Heuliez se quedó dos unidades del prototipo como muestra de lo que era capaz de hacer (y patentar) de cara a futuras colaboraciones. 

¿Y qué fue de este portento del diseño, la tecnología y la elegancia? Pues sabemos que después de que el SM Espace fuera subastado en 2012, se restauró y volvió a vender... para ser otra vez 'aproximado' a la originalidad en 2021, con la misma pintura color berenjena, sus características láminas plegables superiores... y todos los atributos de auténtica joya de colección. 

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