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La épica historia del hidrógeno como solución al coche diésel comenzó... ¡en 1806!

La historia del hidrógeno como solución al coche diésel

Hoy, este elemento químico se erige como una solución clave para la descarbonización del planeta, pero la historia del hidrógeno comenzó mucho antes, ¡nada menos que en 1806!

En los últimos meses, hemos hablado mucho del hidrógeno como solución para el coche diésel y te hemos mostrado algunos inventos que mejoran notablemente la eficiencia de los motores diésel mediante este elemento químico. Sin embargo, la historia del hidrógeno comenzó mucho antes… ¡en 1806!

La Europa de 1806 tiene muy poco que ver con la actual. En aquel entonces, un nombre estaba en boca de todos los jefes de estado europeos: Napoleón Bonaparte

Cónsul de la República Francesa desde 1799 y emperador del Primer Imperio Francés desde 1804, Napoleón inició las llamadas Guerras Napoleónicas con la misión de conquistar Europa y extender las ideas de la Revolución Francesa, hasta su derrota en la batalla de Waterloo, en 1815. 

En ese contexto arrancó la historia del hidrógeno como combustible para un motor, si bien, el elemento químico fue descubierto varias décadas antes. Antes, incluso, del inicio de la Revolución Industrial. 

 

El descubrimiento del hidrógeno en 1766

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El descubrimiento del hidrógeno se atribuye a Henry Cavendish en 1766, un físico británico que dedicó parte de su vida a investigar la composición del agua. Cavendish averiguó que el hidrógeno poseía las propiedades de una sustancia inflamable

Ya antes del descubrimiento del físico británico, otros científicos como Paracelso y Robert Boyle consiguieron aislar con éxito el hidrógeno, sin embargo, desconocían que ese gas constituía un elemento químico en sí mismo que, además, es el más abundante del planeta. 

No sería hasta la década de los 80 del siglo XVIII, en los albores de la Revolución Francesa, cuando Antoine Lavoisier y Pierre-Simon Laplace bautizaron ese elemento como hidrógeno, que quiere decir “generador de agua” en griego. Precisamente, lo que produce al quemarlo: agua. 

La historia del hidrógeno aplicado al transporte

La historia del hidrógeno como solución al coche diésel

Actualmente, conocemos la pila de combustible alimentada por hidrógeno, una tecnología que ya se utiliza en la industria del automóvil, aunque escasamente. En el mercado, encontramos dos vehículos con esta solución: el Toyota Mirai y el Hyundai Nexo.

No obstante, aunque la apuesta por el coche eléctrico ha sido total, el sector de la automoción está trabajando también en la pila de combustible como una interesante alternativa para alcanzar la descarbonización. 

Y es cierto que esta tecnología se ha perfeccionado en los últimos años, pero el hidrógeno como combustible en el transporte es mucho más antiguo de lo que creemos. Existen algunos ejemplos de medios de transporte que recurrieron a este elemento químico, como los zepelines y la aviación espacial. 

Pero todo comenzó en 1806, cuando François Isaac de Rivaz, un político retirado del ejército francés e inventor, intentó aplicar a un automóvil un motor de combustión interna que funcionaba con hidrógeno

Se trataba de un primitivo propulsor de encendido por ignición que se alimentaba de una mezcla de oxígeno e hidrógeno. Resultó ser un fracaso y abandonó el proyecto un año después. Sin embargo, su idea fue retomada más tarde.

El primer coche de hidrógeno de la historia

La historia del hidrógeno como solución al coche diésel

En 1863, el ingeniero belga Etienne Lenoir inventó el primer motor de combustión funcional, alimentado por hidrógeno. Dos años antes, lo había probado en un barco y ahora lo hizo en un vehículo que llamó Hippomobile

Consistía en un motor de un cilindro que quemaba hidrógeno producido por electrólisis. Más tarde, intentó mejorar el rendimiento y la eficiencia del motor, adaptándolo a un bloque de cuatro ciclos, idea de su socio, Alfonse Beau de Rochas. 

El motor no tuvo continuidad, pero consiguió vender entre 350 y 400 unidades de su Hippomobile, bastantes años antes de que se inventara el motor de combustión interna y el motor diésel. 

La primera pila de combustible de hidrógeno

La historia del hidrógeno como solución al coche diésel

Antes decíamos que la pila de combustible por hidrógeno se ha perfeccionado en los últimos años, pero esta tecnología se inventó, nada menos, que en 1842. En la Europa de las revoluciones liberales, el físico galés William Grove logró generar electricidad a partir del agua. 

Lógicamente, se trataba de una primitiva pila de combustible, pero ese invento permitió un siglo después a otro británico, Francis T- Bacon, crear la primera pila de combustible como la conocemos hoy.

Ahora que Europa ha prohibido los motores de combustión en 2035, el hidrógeno puede ser la salvación del coche diésel, porque reduce significativamente el consumo y las emisiones de partículas nocivas y CO2.

Hace poco, te hablamos de un invento revolucionario que convierte los motores diésel en limpios motores de hidrógeno, a través de un sistema de inyección dual, elaborado por un grupo de científicos de la Universidad de Nueva Gales del Sur, en Australia. 

También sabemos que se está trabajando para aumentar la producción de hidrógeno verde, aquel que se obtiene de manera sostenible, mediante la electrólisis del agua, y que, por tanto, no genera emisiones de CO2. 

El hidrógeno verde será clave para lograr la descarbonización del planeta, pero el uso del hidrógeno es mucho más antiguo de lo que pensábamos. ¡Más de 200 años!

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