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Audi y Carlos Sainz, vivimos desde dentro el reto más complicado de la carrera del Matador

Carlos Sainz Dakar

Competir en el Dakar con un coche electrificado parecía imposible, pero la combinación de Carlos Sainz y el Audi RS Q e tron lo ha logrado.

"Eso es imposible”. El propio Carlos Sainz, con la mochila ya cargada de batallas de todo tipo, veía el reto muy complicado hace cuatro años. Incluso llegó a declarar que era la primera vez que veía algo imposible. ¿Participar en un un Dakar con un coche eléctrico? Con los handicaps de peso extra, tecnología e inexperiencia a la hora de valorar la fiabilidad que eso suponía… hasta el Matador lo veía realmente complicado. 

Sin embargo, tras años después, Audi pone broche de oro a su aventura en el Rally Dakar con una victoria por la que muy pocos apostaban al comienzo del proyecto. Incluso este año al inicio de una de la competiciones más duras del mundo del motor. El mítico Dakar, que comenzó a celebrarse allá por 1979 en los desiertos africanos de la mano de Thierry Sabine (su mítico primer director), que luego saltó el charco para recorrer Sudamérica y que desde hace cuatro años transita por Arabia, ha visto en 2024 lo que nadie hubiera dicho hace diez años: que un coche eléctrico se alce con el Touareg, el trofeo que distingue al ganador. 

La concentración de Sainz en máxima, él mismo reconoce que exige mucho y por eso es el primero en estar 100//100 centrado
La concentración de Sainz en máxima, él mismo reconoce que exige mucho y por eso es el primero en estar 100//100 centrado

Vivimos el Dakar desde dentro

Hay muchas pruebas con una larga leyenda en el mundo del automovilismo, pero pocas mueven lo que mueve este Dakar y muy, muy pocas son tan duras. Lo dicen sus números y lo hemos podido vivir este año de primera mano al seguir a la caravana durante dos días entre Riad y Hail, compartiendo el campamento durante dos etapas y más de 800 kilómetros de tramo cronometrado

La edición de 2024 ha recorrido 7.891 kilómetros, todas dentro de Arabia Saudí, de los que 4.727 son cronometrados. En total participan 187 equipos y si sumamos pilotos y copilotos salen 778 participantes con 434 vehículos, de los que hay 137 Motos y 72 coches Ultimate, la categoría más importante y que ha ganado el piloto madrileño. 

Al llegar la noche cada coche es revisado por un equipo de cinco mecánicos propios, todos con las mismas piezas y recambios
Al llegar la noche cada coche es revisado por un equipo de cinco mecánicos propios, todos con las mismas piezas y recambios

Una mezcolanza brutal, por eso resulta fascinante ver como día día el campamento base se traslada mientras los pilotos recorren la etapa, se monta durante el día y se desmonta a la mañana siguiente. Todo perfectamente organizado, con zonas reservadas para cada equipo y otras comunes de tipo médico, prensa, comida… Eso si, cada equipo es un mundo, porque dentro de un Dakar siempre hay mil historias. Algunos vienen a debutar (este años 135 personas participaban por vez primera), otros repiten año aras año por acabar y unos pocos, los elegidos, vienen a competir por la victoria. 

Entre ellos, Audi Sport, con una infraestructura realmente impresionante. Tres pilotos de primerísimo nivel: Carlos Sainz (que no necesita presentación), Matias Ekstrom (campeón del DTM) y un mítico dakariano como Stephan Peterhansel que ha ganado esta prueba tanto en motos como en coches. Cada uno de ellos dispone de su propio camión de asistencia, todos con las mismas piezas y recambios. Además, dos camiones más equipan todo lo necesario en materia de suspensiones, amortiguación e incluso dos chasis suplementarios. 

90 personas componen el equipo Audi Sport

Dentro de cada camión duermen siete personas, seis en la parte superior y una cabina, mientras los pilotos y copilotos pernoctan en uno de los nueve motorhome que conforman la caravana. En total, 90 personas componen toda la expedición de Audi, incluido un box de ingenieros donde se analizan día a día los datos del coche en carrera y se toman las decisiones de estrategia de cara a cada etapa.

Porque no estamos hablando de un coche al estilo Dakar, sino de toda una revolución en la carrera. Es cierto que la organización busca dar el salto hacia una movilidad más sostenible y tiene un plan para ir incorporando el hidrógeno y las propulsión eléctrica poco a poco, tanto en motos como en coches y camiones. 

Colocados en un way Point para ver pasar los coches, la diferencia de sonido entre un RS Q y el resto (combustión) es notable
Colocados en un way Point para ver pasar los coches, la diferencia de sonido entre un RS Q y el resto (combustión) es notable

Sin embargo, ninguna marca se había atrevido hasta ahora a competir con posibilidades de ganar reales con un montura que basa su propulsión en la electrificación. Es el el Audi RS Q e tron, que se mueve gracias al motor eléctrico que la marca de los cuatro aros desarrolló para la Fórmula E. Una apuesta que plantea muchos retos, muchos factores a desarrollar y a descubrir como el propio Sainz nos reconocía. “En un proceso como este siempre controlas los factores A y B, pero aquí tenemos otros C y D que pueden aparecer nuevos”. 

La recarga y la fiabilidad eran dos de los grandes desafíos a resolver y el primero se solventa con el apoyo de un motor de propulsión que genera la carga eléctrica necesaria para el propulsor eléctrico. Es el conocido bloque de cuatro cilindros 2.0 TFSI con el que Audi compite en el DTM y funciona casi todo el tiempo a diferente fuerza en función de las necesidades de potencia del eléctrico. El coche tampoco lleva cambio de marchas, “lo que ayuda a estar más centrado en la ruta una vez que te acostumbras”, según el piloto madrileño. 

Victoria después de tres años

Con este coche y la idea de ser el primer eléctrico en ganar el Dakar se presentó Audi a Sainz hace tres años y en esta edición lo han hecho un coche verdaderamente competitivo. También ha ayudado que la organización ha permitido aumentar la potencia 15 kWh para salvar que handicap de peso que suponen las baterías (100 kilos extra). Y también han sido fundamentales este año las decisiones tácticas tomadas por los ingenieros, por ejemplo en la etapa Maratón de 48 horas que fue clave en la resolución de la carrera o los aciertos de Lucas Cruz en la navegación para no perder tiempo.

Lo imposible se convirtió en posible y Audi ha completado un ciclo de tres años en la carrera más dura del mundo para demostrar que la electrificación del automóvil no conoce barreras. Un paso al frente de la firma de los cuatro aros, que vuelve a ser pionera como lo fuera con la tracción Quattro o los deportivos diésel. Y así será recordado con el paso de los años.

Etiquetas: Rally Dakar

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