Prueba Ioniq 5 RWD 228 CV: demuestra tu personalidad

Llama la atención porque no hay nada que se le parezca. ¿Es un SUV? ¿Un crossover? Bueno, quizá haya que dejar las etiquetas para otro momento y dejarse llevar por las sensaciones para valorar a un coche eléctrico cuya carta de presentación es mucho más de lo que ves. 

Nos quitaremos los fríos datos lo primero: estoy ante una unidad que monta la nueva batería de 77 kWh que, unido a un motor montado en el eje trasero de 228 CV, le ofrece un alcance de más de 500 kilómetros teóricos. 

Comparativa del Hyundai Ioniq 5 vs Hyundai Tucson: eléctrico versus motor de combustión

Así que, ya de entrada, fuera tus fantasmas con la autonomía de este coreano, cuya potencia de carga máxima es de 240 kW, una cifra sobrada para que no te tengas que leer un periódico entero en cada parada para recargar: solo vas a necesitar 18 minutos para pasar del 0 al 80% a esta potencia en corriente continua (en alterna, la potencia máxima es de 11 kW).

Prueba Ioniq 5 RWD 228 CV

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prueba ioniq 5 (5 imágenes)

Mide 4.635 mm de largo, 1.890 mm de ancho y 1.647 mm de alto, por lo que no es un coche pequeño. Lo bueno es que esas cotas exteriores le proporcionan un interior que se caracteriza por su amplitud. 

La plataforma E-GMP sobre la que va asentado el Ioniq 5 (también el Kia EV6) coloca las baterías en el suelo, permitiendo que el habitáculo sea plano. Esto, junto a los 3 metros de distancia entre ejes, solo significa una cosa: mucho espacio para los ocupantes, tanto delante como detrás (la única pega es que en la segunda fila deberás ir con las piernas muy flexionadas).

El diseño interior sigue siendo muy minimalista y dos enormes pantallas consecutivas para el cuadro de instrumentos y el sistema de infoentretenimiento te dan la bienvenida y concentran todas las funciones del coche, aunque hay algunos botones físicos para sistemas como la radio, lo que es de agradecer. 

En marcha, como cualquier otro eléctrico, el silencio y la suavidad dominan la escena y te predisponen a llevar una conducción tranquila. El Ioniq 5 se mueve con mucha seguridad de sí mismo, ofrece confianza al volante y su conducción es cómoda en todo momento, ayudado por una suspensión que sabe equilibrar bien confort y dinamismo. 

Si aumentas el ritmo, te responde mejor de lo que te esperas, pero ni la dirección ni los frenos te van a animar en una carretera de montaña. Aun así, las cifras de prestaciones hablan de un coche ágil, cuyo consumo es razonable siempre y cuando no te dejes llevar por su poder de aceleración. 

Mi opinión

Con una autonomía real de 400 km, el Ioniq 5 te despeja las dudas si te estás planteando tu primer eléctrico: va sobrado de personalidad y su amplitud interior, junto con un equipamiento muy completo, hacen que su precio parezca más justificado.