Prueba del Hyundai Ioniq 5N: ¡Menudo espectáculo!

Pocas veces te bajas de un coche completamente fascinado, como nos ha pasado tras esta primera prueba con el Hyundai Ioniq 5 N. Y cuando decimos fascinados es con el conjunto, independientemente de que sea un coche eléctrico.

Es como cuando hace años probamos el Audi R8, por ejemplo, o más recientemente el Toyota GR Yaris. Da igual que sea un V10, que un pequeño utilitario con motor de tres cilindros. El caso es que te subes, lo conduces, alucinas en colores, te bajas y no puedes más que felicitar a sus creadores.

Y mira que las expectativas estaban altas con este coche: el Hyundai más potente de la historia y el que ofrece las mejores prestaciones vistas hasta ahora en la marca. Un coche que es eléctrico, pero que tiene un cambio que simula marchas como si tuviera un cambio de doble embrague y que es capaz de sonar como un coche de carreras con motor de combustión.

En esta primera prueba del Ioniq 5 N voy a confirmar que todo lo que prometía no sólo lo cumple, sino que supera lo que esperas de él. ¿Gustará a todos? De primeras, los puristas de los motores de combustión interna pondréis una mueca de extrañeza. 

Pero os pedimos calma. Echadle un ojo a esta prueba, porque somos igual de clásicos que vosotros. Y, aun así, pudo dibujarnos una enorme sonrisa en la cara. Hyundai sin complejos.

Un diseño atrevido, con toque retro-futurista

 

En un primer vistazo al compacto deportivo de la marca coreana vemos que las semejanzas con el concept car llamado Hyundai N Vision 74 son obvias. Principalmente, debido a formas cuadradas con aristas bien definidas o las ópticas LED delanteras y traseras, con focos en forma de píxeles muy elegantes y con efecto 3D.

También encontramos detalles que hacen intuir su rendimiento, como la parrilla activa (se abre y se cierre según las necesidadades de refrigeración de la batería, no por motivos aerodinámicos), los canards laterales, el lip inferior o el difusor y el alerón trasero. 

Y desde el lateral tenemos enormes llantas de 21 pulgadas (las más grandes que nunca antes se habían montado en un Hyundai), cuyo diseño está pensado para un mejor rendimiento aerodinámico y, a la vez, para mejorar la refrigeración de los frenos (fíjate en el perfil negro de la parte exterior, porque es para este fin). 

Y también añade unas taloneras realmente agresivas. Muchos de esos componentes con detalles en rojo, propios de Hyundai N.

El color Performance Blue Matte es típico de las versiones N de Hyundai y según la marca el tono mate refuerza las aristas tan marcadas típicas del Ioniq 5. Además, realza sus medidas de 4.715 mm de largo, 1.940 mm de ancho y 1.585 mm de alto. Claramente una esencia ofensiva, sin complejos.

Así es el Ioniq 5 N por dentro

En el interior la dinámica prosigue con la vista centrada en un volante deportivo muy acertado. Cuenta con mucha botonería física y muy cómoda, además de cuatro botones satélite: dos para modos de conducción personalizados, la alternancia de modos predeterminados y el N Grin Boost, del que hablaremos más tarde.

Asientos estilo baquet con el emblema N retroiluminado, muchos toques de la tapicería en tela de alcántara (hecha a base de materiales reciclados) y piel, costuras en color azul… En definitiva, mucha calidad acompañada de una tecnología a la altura: pantalla táctil de 12,3 pulgadas (llena de telemetría y opciones de control de diferentes elementos de la mecánica del coche) para manejar un sistema multimedia realmente completo de manejo intuitivo.

Además, es compatible con Apple CarPlay y Android Auto de serie, lo que garantiza a que los usuarios estén siempre conectados y entretenidos en el camino. Por otro lado, el cuadro de mandos, que también tiene 12,3 pulgadas, es configurable y cambia de aspecto según el modo de conducción que elijas.

Y, para terminar con este apartado, hay que decir que cuenta con Head-Up Display dinámico, así como con un importante número de sistemas de asistencia al conductor, que incluye características como el control de crucero adaptativo, el mantenimiento de carril, aviso de colisión frontal y cámara de 360º, entre otros muchos. Y no hay que olvidar sus 531 litros de maletero.

Una motorización de alto voltaje que quiere emocionarte

¿Vamos sin rodeos? Mejor, es nuestro estilo. Durante la prueba del Ioniq 5N nos pusimos al volante de este bólido con tracción integral y dos motores eléctricos, que están alimentados por una batería de 84 kWh, que ofrece hasta 448 kilómetros de autonomía. Unos cuantos menos si te envenenas (que lo harás).

Desarrolla un máximo de 650 CV y 770 Nm de par en el modo N Grin Boost, una especie de “turbo” durante varios segundos que se activa en el volante. Aunque de forma común, genera 610 CV. Nada mal para un coche que marca 2,2 toneladas de peso en la báscula.

¿Y qué tal son sus prestaciones? Acelera de 0 a 100 km/h en 3,4 segundos y alcanza 258 km/h de velocidad máxima. Pero eso no es lo importante. Lo que realmente impresiona son sus dos pilares, a mi entender: el N e-Shift y el N Active Sound. Caja de cambios de 8 velocidades simulada y sonido simulado de tres tipos: de motor gasolina, de eléctrico de carreras y supersómico.

Hemos podido probar los tres y aunque todos ellos son 'fake' (generados artificialmente y reproducidos a través de los altavoces), te aseguramos que convencen y enganchan. Además, no es obligatorio conectarlos. Si no son de tu gusto, no los pones y solucionado.

En el modod 'Ignition' el coche simila el sonido del un coche de combustión deportivo. de esta forma, el contador de revoluciones alcanza las 7.500 rpm con corte de inyección incluido (sí, el coche deja de emopujar, como ocurriría en un coche de gasolina). Y al soltar el acelerador por encima de las 3.500 vueltas el 'escape' petardea. También resulta muy creible el fuerte golpe que da al cambiar de marcha en máxima aceleración, como cuando acoplan los embragues.

Es espectacular e incluso ese cuentarrevoluciones está presente en el Head-Up Display. El sonido, por otra parte, es totalmente fiel a las reacciones de un motor de combustión interna (ICE).

Por otro lado, está el sonido 'Evolution', que ha sido extraído del prototipo del videojuego Gran Turismo y que a nuestro modo de ver se asemeja al que hace un Fórmula E. Finalmente está el modo 'Supersonic', que imita un caza de combate, a lo Top Gun. En este último caso, cuando cambias de marcha da a entender que se ha superado la barrera del sonido y se produce una explosión sonora.

No dejan de ser 'juegos' que Hyundai ofrece a sus clientes. Sí, son falsos, pero muy divertidos. tesla ofrece funcionalidades que tampoco sirven para nada y a muchos le resultan curiosas, así que Hyundai ha seguido un camino similar para que los adultos también podamos jugar como niños.

Prueba dinámica del Hyundai Ioniq 5 N

Más allá de estas curiosidades sobre el Hyundai Ioniq 5N, también hemos podido probar la salvaje aceleración que ofrece el Ioniq 5 N con la función Launch control, que te permite ganar el máximo de velocidad desde parado y basta con decir que teníamos las gafas de sol puestas sobre la cabeza y salieron disparadas hacia los asientos traseros...

Durante la presentación internacional que ha tenido lugar en el Circuito de Castellolí, en los alrededores de Barcelona, también hemos podido probar los sistemas N Drift optimizer y N Torque Distribution.

Ambos te obligan a activar antes el modo de conducción N Custom y a desactivar por completo el control de estabilidad. Por tanto, te piden que lo hagas sólo en un circuito cerrado y siempre en condiciones de seguridad.

El primero de estos modos te ayuda a realizar derrapadas controladas, pero lo cierto es que el control de estabilidad permanece más o menos latente y actúa ligeramente, lo que hace que la derrapada y el contravolante no sean tan naturales. Pero creemos que es algo que se puede llegar incluso a agradecer, porque la entrega de par en un pisotón fuerte es tan inmediata y salvaje que tienes que ser muy rápido de manos para no trompear.

Finalmente, el modo N Torque Distribution te permite elegir el porcentaje de par que se envía a cada eje en porciones del 10% y puede ir desde el 100% al eje delantero (no sé quién lo querría ni para qué), hasta el 100% al eje trasero para convertirlo en un coche de propulsión. Y nosotros te recomendamos probar el 50/50%, porque derrapa, pero el eje delantero te da un gran control de la situación y así es más fácil domar a la manada de kW que pone a galopar cuando estrujas el pedal derecho.

En cuanto a su comportamiento dinámico en circuito, debemos decir que nos ha sorprendido muy gratamente. Realmente no hace notar que pese 2.200 kilos. En todo caso en frenadas fuertes con cambio de dirección, cuando llegas a mucha velocidad, es decir, en la situación más comprometida imaginable. 

Porque, por lo demás, en curvas rápidas se muestra muy muy estable, en giros lentos tracciona de escándalo y la dirección te ayuda a llevarlo justo por la trazada buena. Y la suspensión sujeta la carrocería con firmeza.

Te aseguramos que no esperábamos algo así. Es lógico pensar que esto es imposible con un coche tan pesado, pero debes creernos si lo afirmamos con semejante rotundidad. Al menos, si dudas, no eches por tierra todos estos comentarios y déjalos en el aire hasta que puedas probarlo tú mismo, porque estamnos seguros que te quedarás igual de sorprendido.

Tanto en potencia como en cuanto a la vectorización de par, la adaptación de un diferencial autoblocante al sistema eléctrico, los enormes frenos con discos de 400 mm y pinzas de cuatro pistones delante junto a discos de 360 mm detrás, con pinzas monopistón en el eje trasero. Además de suspensiones adaptativas muy firmes.

Y un dato que nos parece destacable es que este Hyundai N no es tan increíblemente duro como sus hermanos deportivos. Sí, porque tanto el i20 N como el i30 N son tablas con ruedas, deportivos de raza que no dejan concesiones al confort y que hacen que tus empastes tiemblen al pasar por firmes en mal estado.

En cambio, el Ioniq 5 N es más dócil y suave en sus maneras cuando lo conduces de forma tranquila. Diríamos que es un coche más polivalente y más disfrutable en el día a día.

Posibles rivales del Hyundai Ioniq 5 N

Es realmente complicado buscar un rival directo al Ioniq 5 N. En primer lugar porque el Ioniq 5 en si mismo es un coche dificil de catalogar, ya que no está claro si es un compacto, un crossover, un SUV o todo un poco.

Por potencia podríamos enfrentarlo a su primo el Kia EV6 en su variante GT, aunque con 585 CV se queda algo más corto y, desde luego, no tiene un enfoque tan deportivo.

Si de deportividad hablamos, claramente el nuevo Porsche Macan en su versión Turbo de 639 CV sí que podría plantarle cara por potencia y prestaciones, pero todavía no lo hemos probado y no podemos asegurar si están al mismo nival

¿Valdrá la pena el Hyundai Ioniq 5N?

Desde ya podemos decir que la recarga de batería de este coche será una situación de normalidad, dada su potencia y rendimiento. Pero la arquitectura de 800 voltios facilitará aumentar hasta el 80% de batería en 18 minutos. E incluirá carga Plug & Charge, que facilita el proceso sin necesidad de aplicaciones o tarjetas.

Podemos decir sin temor a equivocarnos que el Ioniq 5 N va a suponer un cambio de paradigma. Apuesta por las sensaciones sin ningún complejo y a través de un equipo de ingenieros que han estudiado cada apartado con ilusión y rigor.

El cambio de marchas y el sonidos es un reconfortante soplo de aire fresco a la (aburridísima) conducción de los eléctricos. Aunque no es un coche barato. Está a la venta por 78.000 euros, lo que hace dificil encontrar un comprador tipo.

El conductor habitual de un N seguramente no alcance a semejante presupuesto y los que sí puedan permitírselo posiblemente tengan en mente marcas premium. Pero a este segundo tipo de comprador nuestro consejo sería el siguiente: no tengas complejos, pruébalo y te convencerá. Tu vecino, cuñado o compañero de trabajo no podrá echarte nada en cara después de que le des un paseo por la sierra y se baje tan alucinado como todos los que lo hemos conducido.