Comparativa del Hyundai Ioniq 5 vs Hyundai Tucson: eléctrico versus motor de combustión

El Hyundai Tucson tiene una gama de lo más completa: gasolina, diésel, híbrido e híbrido enchufable. Lo único que falta es una variante totalmente eléctrica; si quieres una, lo más parecido será el Hyundai Ioniq 5.

Espacio y motores

Ambos modelos de Hyundai tienen mucho espacio, pero el aireado Ioniq tiene un poco más en la parte delantera y trasera. Su maletero traga de 527 a 1.587 litros, y en la parte delantera añade un compartimento con 57 litros. En el maletero del Tucson caben de 616 a 1.795 litros.

El Ioniq está propulsado por un motor eléctrico en la parte trasera con 217 CV, la batería es de 72,6 kWh. Acelera de forma rápida, enfática, silenciosa y alcanza los 185 km/h. 

La potencia se puede dosificar finamente, la recuperación se puede ajustar de muchas maneras, el Ioniq puede desacelerar hasta detenerse si se desea.

Se conduce relajadamente y al mismo tiempo se siente ágil y despierto, en la prueba llegamos a una autonomía de 285 kilómetros, se puede cargar con un máximo de 220 kW de corriente continua, y pasar del 10 al 80 por ciento de la carga, si todo funciona como debe, supone tan solo 18 minutos.

En el Tucson, el sistema híbrido consta de un motor de gasolina de 1,6 litros con 180 CV, un motor eléctrico de 60 CV, una batería de 1.49 kWh y una transmisión automática de seis velocidades. La potencia total del sistema es de 230 CV.

Así va el Tucson

Funciona sin problemas, pero reacciona un poco lento, el motor de gasolina se siente algo forzado y está muy presente en cuanto le pisas un poco. En comparación con el Ioniq, el Tucson no se conduce tan ágil, más bien es un coche que responde bien pero, digamos, sin entusiasmo.

La versión híbrida de 230 CV y tracción total se cotiza desde por encima de los 40.000 euros, el Ioniq 5 de 217 CV y tracción trasera estaba disponible desde algo más de 45.000. Aunque ahora ya no está disponible, su lugar lo ocupa una nueva versión de 229 CV y una batería de 77.4 kWh que es solo un poco más cara, pero ha llegado demasiado tarde para nuestra prueba.

Las garantías son sensacionales en ambos casos: cinco años para el Tucson, y el Ioniq sube la apuesta a unas impresionantes ocho. 

Factores para decidir la compra

Lo siguiente se aplica a ambos coches: tamaño agradable, rendimiento razonable, mucho espacio y variabilidad. El Tucson es un SUV moderno y práctico. 

Y el Ioniq, con su diseño y tecnología, es actualmente uno de los coches eléctricos más interesantes del mercado… y nuestro ganador por puntos. Está claro que los eléctricos empiezan a ganar terreno.