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Prueba Ford Galaxy 2.5 FHEV, la mejor manera de resistir es la auto-recarga

Prueba Ford Galaxy 2.5 PHEV

Sí, es un monovolumen

Cada día que pasa se convierten más en rara avis. Son los monovolumen, un concepto de coche que triunfó a comienzos del siglo XXI y se hartó de vender. Los Scénic, C4 Picasso... marcaron época, pero fueron arrasados por la fiebre SUV

Por eso solo quedó una especie de monovolumen viva, los siete lazas, como el Ford Galaxy 2.5 PHEV de esta prueba. En ella quiero descubrir las razones por las que se mantiene como una opción interesante en el mercado.

Diseño e interior

Casi ocho años han pasado desde que la actual generación Galaxy se presentara en el Salón de París de 2014, cuando los coches de su clase todavía ocupaban una buena parte del mercado. Desde entonces apenas ha cambiado por fuera y cuenta con una parrilla que se diferencia de las actuales de Ford. La trasera, muy cuadrada, es sensacional para albergar más maletero, como veremos más adelante.

Por dentro llegan las primeras razones para que este coche se mantenga como una opción interesante de compra en forma de espacio, practicidad y capacidad de carga. Hasta siete asientos se distribuyen por su interior, con una segunda fila de banquetas independientes donde pueden viajar tres adultos a sus anchas. 

Cuadro de mandos moderno, aunque con relojes analógicos
Cuadro de mandos moderno, aunque con relojes analógicos

En la tercera fila, los dos asientos (más aptos para personas por debajo del 1,50 m de altura) se guardan liberando un suelo totalmente plano y 700 litros de carga. Llega hasta los 2.200 con todos los asientos plegados y se queda en 285 si llevas las siete plazas ocupadas. 

Una de las cosas que más me han gustado del interior es la facilidad para plegar los asientos, tanto en la segunda como en la tercera fila. En algunos monovolumen esta operación resulta especialmente farragosa, y aquí se resuelve sin esfuerzo.

También destaco la cantidad de huecos que se reparten por el interior y te permiten guardar casi media casa. Muy grande un hueco con tapa en la consola central y enormes los compartimientos que se disponen en las cuatro puertas.

El conductor, por su parte se coloca frente a un volante grande y para mí demasiado inclinado, dominado un cuadro de mandos con elementos todavía analógicos y una pantalla central de buen tamaño (táctil) donde se manejan todas las funciones de infoentretenimiento. Los materiales y nivel de acabados son correctos.

Así funciona su motor y prestaciones

Otra de las razones por las que este Galaxy sigue siendo un coche muy comprable en 2022 es su naturaleza híbrida. Por un lado te permite disponer de la Etiqueta ECO de la DGT y con ella poder circular por muchas zonas restringidas y, por otro, genera un ahorro de combustible al aprovechar la parte eléctrica.

Sobre todo gracias al sistema de auto-recarga, parte de la energía generada se transforma en mayor autonomía eléctrica. El Galaxy FHEV se mueve con un conjunto formado por un propulsor gasolina con 2,5 litros de cilindrada que entrega 165 CV y un motor eléctrico ubicado a su lado que rinde 120 CV. La potencia conjunta es de 190 CV y su reducido tamaño permite no perder maletero.

Sí cambiaría claramente la palanca de cambios. Mejor dicho, la ruleta de cambios, porque es lo que sustituye a la tradicional palanca. Una práctica cada vez más habitual para ahorrar espacio, aunque desde mi punto de vista hace la conducción menos natural. Quizás en un monovolumen no influya tanto porque esas sensaciones de conducción se sacrifican en favor del confort...

Enormes asientos delante y muy cómodos en la segunda fila
Enormes asientos delante y muy cómodos en la segunda fila

Comportamiento dinámico

Conocida la teoría, es hora de ponerse en marcha. El Galaxy FHEV lo hace con silencio y menos suavidad que otros híbridos. La razón está en la excesiva sensibilidad del pedal derecho, un acelerador que puede resultar brusco en la arrancada (o aparcando marcha atrás) si no lo dosificas con dulzura. Después, una vez lanzado en carretera es muy confortable y los casi 200 caballos se agradecen cuando el pasaje está completo.

Se asocia a un cambio automático que sintoniza bien con la naturaleza rutera y tranquila de un Ford que muestra las oscilaciones normales de un monovolumen en curva. Los cambios de peso se sienten en forma de balanceos y en su favor hay que apuntar que la dirección se endurece siempre lo justo y guía muy bien al del óvalo, transmitiendo sensación de control y estabilidad.

Precio/Rivales

Seat Alhambra o Renault Espace (aunque este francés ha cambiado mucho su filosofía y diseño) serían de los pocos rivales que le quedan al Galaxy protagonista de esta prueba en un mercado donde cada vez es más difícil encontrar opciones monovolumen.

Opciones que, sin embargo, siguen siendo muy recomendables para un público que necesita espacio (mucho) y la modularidad/versatilidad de todas las configuraciones que te dan siete plazas. Más todavía con un corazón híbrido potente y solvente que se va, eso sí, a un precio cercano a los 50.000 euros.

Valoración

Nota8

Prueba Ford Galaxy 2.5 PHEV, análisis y opiniones sobre uno de los pocos monovolumen que resiste en el mercado, apoyado ahora en esta versión híbrida

Lo mejor

Confort de marcba y espacio interior

Lo peor

Precio algo elevado

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