Comparativa: Renault Grand Scénic 2017 vs rivales
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¿Que los monovolúmenes son aburridos? Si hablamos del nuevo Renault Grand Scénic, desde luego que no. Lo enfrentamos a rivales de la talla del Ford Grand C-Max, Opel Zafira y Volkswagen Touran, para comprobar si es más que una carrocería bonita. Comparativa: Renault Grand Scénic vs rivales.
Su afilada línea del Renault Scenic, y sus enormes llantas de 20 pulgadas son toda una declaración de intenciones. Este Renault entra por los ojos desde el primer vistazo. Pero claro, la belleza implica sacrificios: debido al tamaño de sus ruedas, la respuesta de la suspensión es demasiado seca, por eso el Renault resulta rebotón y abundan los crujidos por asfalto bacheado, con vibraciones que llegan hasta el mismo volante.
VÍDEO: Probamos el Renault Grand Scénic a fondo.
También el ruido de rodadura es excesivo, y especialmente sobre terreno adoquinado llega a hacerse enervante. Los asientos también son muy estéticos, pero los enormes reposacabezas dificultan la visibilidad. El motor dCi de 160 CV y 380 Nm tiene una buena respuesta, pero no lleva el purificador de gases SCR. Y eso puede dar problemas con la normativa Euro 6 de emisiones. En cualquier caso, por el momento esta mecánica no está disponible en España.
Puesto 4 con 517 de 750 puntos.
Es el que más diversión ofrece al conductor de los cuatro. Su brioso motor de 170 CV y 400 Nm tiene un empuje formidable, la dirección es muy rápida y exacta, además de comunicativa, y el chasis logra que el Ford vaya literalmente pegado al asfalto. El tarado es firme, pero no llega a hacerse incómodo.
Es el que mejor acelera y el que más corre de los cuatro, y dirigirlo por carreteras de curvas es un auténtico deleite. Una lástima que este monovolumen tampoco lleve catalizador SCR. Nos han gustado mucho sus puertas deslizantes, que se abren con mucha facilidad y dejan un gran hueco. Pero por culpa de los raíles de la banqueta trasera deslizante, el acceso no es todo lo cómodo que esperábamos.
Puesto 3 con 524 de 750 puntos.
La configuración interior del Opel está muy bien pensada, y los asientos traseros son deslizantes. Y la plaza del medio se pliega formando un enorme y cómodo reposabrazos. Ensombrece un poco el conjunto que el acceso sea algo incómodo por sus gruesos umbrales.
Los asientos, eso sí, tienen un agarre excepcional y son muy cómodos, con múltiples regulaciones, incluso para la zona de los muslos. Da igual tu talla, siempre encontrarás tu zona de confort. El motor, especialmente a elevadas vueltas, se vuelve demasiado ruidoso. Y la respuesta de la suspensión es indolente sobre asfalto irregular, por eso no puntúa en el apartado de comodidad. Esto se debe a unos recorridos que se quedan algo cortos.
Puesto 2 con 534 de 750 puntos.
La postura al volante y la ergonomía están muy logradas, el mullido de los asientos es el óptimo y tienen buen tamaño y mucho confort. El cockpit es claro y todo queda muy a mano, y tal vez parezca algo anticuado que el climatizador y otros elementos de control no se gestionen por medio de una pantalla táctil, pero tiene sus ventajas: todo es muy rápido e intuitivo, en este apartado es el mejor de los cuatro.
El comportamiento tiene pocas pegas que ponerle. Es más silencioso que sus oponentes, el motor TDI de 150 CV y 340 Nm, a pesar de un desventaja en potencia, tiene una respuesta briosa y lineal. La suspensión filtra los baches con limpieza, y gracias a su equilibrada dirección y sus potentes frenos, permite una conducción dinámica sin mermar el confort general, y con mucha sensación de seguridad en todo momento. Y algo muy importante en este tipo de vehículos: tiene el maletero más capaz, con hasta casi 2.000 litros de cubicaje.
Puesto 1 con 572 de 750 puntos.
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