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Viejas leyendas: Volkswagen Nardo

Volkswagen W12 Nardo
No llegó a la serie. Y todo, en parte, por un conocido superdeportivo…

Volkswagen, en su historia, se ha atrevido a hacer cosas sencillamente increíbles. Esta su Volkswagen Golf GTI de dos motores que compitió en Pikes Peak en 1987, una obra maestra que superaba los 600 caballos de potencia. Y, entre los prototipos de finales de siglo y principios del mismo, el Volkswagen W12 Nardo, el superdeportivo de la marca alemana que finalmente no llegó a la producción. Y todo, en parte, por un conocido superdeportivo…

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El superdeportivo de Volkswagen

Volkswagen W12

A finales del siglo XX la marca estaba dispuesta a lanzar un superdeportivo. El Salón de Tokio de 1997 era la primera gran puesta en escena del prototipo que adelantaba las formas del ambicioso proyecto. La marca había bautizado este concepto como Volkswagen W12 Syncro, un modelo que lucía un cuerpo muy aerodinámico firmado Giorgetto Giugiaro. Ferdinand Piëch quería demostrar que Volkswagen podía lanzar un hiperdeportivo, e iba por buen camino.

El Volkswagen W12 poseía un motor de 12 cilindros en W de 5.6 litros de cilindrada que desarrollaba 414 CV de potencia. Tenía tracción a las cuatro ruedas, un sistema que se encarga de llevar la energía del motor ubicado en posición central-trasera a todas las ruedas. Era el primer asalto de Ferdinand Piëch en su ambicioso proyecto de llevar al mercado un superdeportivo firmado por Volkswagen.

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Volkswagen W12 Nardo

Tras el primer prototipo la marca no dejó de presentar cada año un nuevo concepto basado en el Volkswagen W12 Syncro inicial. En 1998 aparece el Roadster y años más tarde, en 2001, llega al Salón del Automóvil de Tokio el Volkswagen W12 Nardo. Con una piel naranja brillante es modelo escondía un motor de 12 cilindros con 6.0 litros de cubicaje y más de 600 caballos de potencia. En unos 3,5 segundos se merendaba la prueba del 0-100 km/h y si seguías pisando a fondo podías llegar a los 350 km/h. Gracias a su potencia y un peso de solo 1.200 kg. se proclamó como uno de los concept cars más rápidos del mundo.

Bugatti Veyron, el malo de la película

En 2002 todo estaba listo. La marca planeaba comenzar la producción del Volkswagen W12 Nardo para fabricar un total de 150 unidades en dos años. Pero no fue así. El CEO de la compañía no dio el visto bueno, la compra de marcas como Bugatti o Lamborghini provocaron que la idea de llevar a la serie un superdeportivo firmado por Volkswagen no se viera con la misma intensidad y lógica. Poco después llegaría el Bugatti Veyron.

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