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A subasta un precioso Ferrari 250 GT Cabriolet blanco

RM Auctions sigue deleitándonos la vista con fotos como las que nos presenta hoy de un Ferrari 250 GT Cabriolet de color blanco que se va a subastar el próximo 10 de diciembre en Nueva York. En una de las mejores subastas del año, este Ferrari será uno de los más caro: se prevé que su precio pueda llegar a 7,5 millones de dólares.

El Ferrari 250 GT Cabriolet que se va a subastar en Nueva York en menos de un mes es una auténtica maravilla. Elegante como pocos, este descapotable fue fabricado a principios de 1958 y, como casi todos los Ferrari de esa época, tiene una historia digna de película. Cuenta con varias particularidades, como por ejemplo que se trata del 14 ejemplar producido de este modelo, de los solo 40 que se fabricaron. Otra particularidad es el color: ¡blanco! No hemos conocido muchos Ferrari clásicos pintados en color blanco (MM 10019), pero menos aún con el interior tapizado en cuero Connolly azul (VM 3315).

Ferrari 250 GT SWB

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La combinación de colores es única, pero este chasis 0791 GT tiene más cosas raras: se equipó, desde fábrica, con cuatro discos de freno Dunlop. El coche llegó en marzo de 1958 al concesionario Parauto S.R.L. de Genova, Italia. Pocos días más tarde, el coche fue vendido al importador de Ferrari en EEUU, Luigi Chinetti Motors, en Nueva York: rápidamente se cargó en un barco y rumbo al gigante americano.

Mira este vídeo con todos los detalles de la subasta del Ferrari 250 GT Cabriolet

Chinetti lo vendió rápidamente a su primer propietario privado, el señor John R. Fulp Jr., un millonario apasionado de los coches y la competición que residía en Carolina del Sur. Fulp llegó a correr con otros Ferrari en las 24 horas de Le Mans o las 12 horas de Sebring. Apenas unos meses más tarde, este gentleman driver cambió su 250 GT Cabriolet por un 410 Superamerica Coupe (con chasis 1311 SA): el coche volvía a Luigi Chinetti Motors.

Posteriormente el coche pasó por otras dos manos, que cambiaron el color cada uno de ellos. El primero fue James Harrison, un neoyorquino residente en París, que lo pintó en color plata con interior rojo. Tras la vuelta a su ciudad de origen, en 1971, el coche iba a caer en las manos de su penúltimo propietario, que lo mantuvo durante 40 años: Robert Donner Jr., un coleccionista que incluso llegó a tener un Ferrari 250 GTO. Este último lo pinto en rojo y fue muy poco utilizado durante todos esos años. Finalmente, fue vendido a su quinto y último propietario, que decidió llevarlo a Europa para someterlo a una profunda restauración.

El coche llegó al especialista DK Engineering, donde se le reemplazo el motor por uno como el que llevaba originalmente (el original murió y se cambio en 1969), un motor 128C proporcionado por Ferrari Classiche: ¡mejor que nuevo! También se repintó en su combinación de colores original: blanco con interior azul. Ahora llega a la subasta Driven by Disruption que RM Auctions celebrará en Nueva York el próximo 10 de diciembre: ¡su precio se estima entre 6 y 7,5 millones de dólares! Toda una joya.

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