5 innovaciones aportadas por Opel a la industria del automóvil
Opel lleva nada menos que 120 años como fabricante de coches, una cifra que celebrarán este año con diferentes eventos, lanzamientos y ediciones especiales. El Opel Insignia “120 Aniversario” es una de estas sorpresas, aunque aún quedan un buen número de ellas. En todos estos años la marca ha desarrollado tecnologías que han supuesto todo un avance para la industria, sistemas que queremos recordar en las siguientes líneas. Aquí tenéis 5 innovaciones aportadas por Opel a la industria del automóvil.
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Suspensión síncrona
En 1934 la marca alemana presentaba su diseño alternativo a la suspensión de rueda delantera “sin eje”. Se trataba de la bautizada como “suspensión síncrona”, una suspensión que utilizaba unos muelles helicoidales horizontales y amortiguadores hidráulicos de doble efecto montados en la carcasa del muelle.
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Opel Patent-Motorwagen “System Lutzmann”
Opel revolucionó el mercado a finales del siglo XIX con el Opel Patent-Motorwagen “System Lutzmann”. Si bien, este modelo montaba tecnología destacada para la época que podía resumirse en dos puntos principales. El primero era el uso del neumático que aunque fuera inventado años atrás no era utilizado de forma habitual en la producción de automóviles. El segundo punto clave era su motor, un monocilíndrico de 4 CV.
Los más veloces
En 1902 la marca alemana desarrollaba su primer motor de dos cilindros. Esta mecánica, creada bajo el mando de los hermanos Fritz y Wilhelm, era capaz de desarrollar 12 CV. Con esta potencia se anunciaba una velocidad máxima de 45 km/h, todo un hito para aquella época en la que las carreteras no estaban preparadas para tanta velocidad.
Bomba de aceite mecánica
Los de Rüsselsheim comenzaron a utilizar la bomba de aceite mecánica a principios del siglo XX. Montar esta tecnología contribuyó al progreso, pues la bomba de mano, la cual obligaba al conductor a operarla cada 10 o 15 kilómetros, había quedado anticuada.
Democratización de la tecnología
El Opel Rekord A “6” demostraba que las marcas generalistas también podían vender coches de alta tecnología y calidad. Este modelo, en su versión tope de gama, llegaba al mercado en 1964 con un motor de 2.6 litros y 185 Nm de par. El corazón era un seis cilindros en línea que contaba con un diseño interesantes. Contaba con árbol de levas en el bloque, distribución por varillas con balancines y válvulas en la culata.
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