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WRC Montecarlo 2022: ¿quién querría ir a pasar frío y pegarse madrugones para estar en una cuneta?

Así hemos vivido el Rally de Montecarlo 2022 desde dentro, pasando frío en las cunetas y paseando por el paddock en Mónaco

Rally Montecarlo 2022. Han pasado ya unos cuantos días desde que regresé procedente de Mónaco, y los recuerdos se me agolpan como flashes de una película, por todo lo que ha dado de sí y que hubiera deseado que nunca acabara.

Y es que, aunque son varios los rallys del Mundial a los que he podido asistir y muchas las crónicas de ediciones pasadas que había podido leer, en este caso no era consciente de lo que me iba a encontrar. Y cuanto más bajas las expectativas, más sorpresas te llevas, máxime si no eres un quemao de los rallys, como es mi caso.

Sea como fuere el Rally de Montecarlo bien merece una misa –o varias– pasar frío y pegarse buenos madrugones, para que nunca desaparezca del calendario y siga manteniendo su inigualable esencia. Estos son los 5 motivos por los que considero tan especial este prueba del WRC.

1. Prueba de fuego... sobre nieve

A ver, nieve nieve, lo que se dice nieve, ha habido poco este año. De hecho, los propios pilotos comentaban antes y durante el Rally de Montecarlo 2022 que nunca antes habían visto una edición "tan seca".

Y lo cierto es que por las zonas donde pude encontrar un hueco para ver pasar los coches del mundial había poca nieve. Sin embargo, en las cumbres y de donde partían muchas etapas había mantos blancos.

Loeb encarando una curva con nieve.
Loeb encarando una curva con nieve.

Aun así, la citada sequedad del terreno y la escasez de nieve no le ha quitado ni un ápice de espectáculo al Rally Montecarlo 2022. Es cierto que lo que molaba de otras ediciones –hay que remontarse a más de un lustro– era ver el absoluto control de las montura por parte de los pilotos en unas condiciones extremas.

Conducir sobre nieve ya es un reto, pero además pilotar y a gran velocidad por curvas cerradas está solo al alcance de unos pocos con mucho talento.

Estas son las claves del Mundial de Rallys 2022

En 2022 no había mucha nieve, es cierto, pero precisamente la presencia de muchas zonas con el denominado hielo negro (casi invisible e indetectable) combinadas con otras zonas limpias y otras de nieve, hacían muy difícil la gestión de los neumáticos, tal y como se vio en la jornada del sábado.

La mayoría optó por salir con slicks, y eso implicó ver a estas bestias del WRC de más de 500 CV circulando a ritmo de caracol. Pero en eso consiste el espectáculo...

2. Los Sebastianes

Sí, los Sebastianes: Sébastien Ogier y Sébastien Loeb, y los dos franceses. El primero, piloto de Toyota, lo ha conseguido todo: más de 50 victorias en el WRC, 8 títulos del Mundial... En resumidas cuentas, casi el mejor piloto del mundo, porque el título de 'Mejor' lo ostenta Loeb.

Y lo de Loeb es de traca de las buenas. Recién llegado del Dakar 2022, el francés que roza la cincuentena en un estado de forma formidable, no quiso perderse por nada del mundo el Rally Montecarlo 2022. 

Pero no solo eso: Loeb se pondría a los mandos de un artefacto –el Ford Puma WRC– que no había conducido antes y que, encima, el primero de nueva era, pues este año entraba en vigor  la nueva normativa, por la que los WRC se convertían en coches híbridos enchufables. 

Loeb y su copiloto, Isabelle Galmiche, ganadores del Rally Montecarlo 2022.
Loeb y su copiloto, Isabelle Galmiche, ganadores del Rally Montecarlo 2022.

De hecho, Loeb solo pudo probarlo tres días y así poder acomodarse a su nueva montura. Y para mayor escarnio, compartía coche con la copiloto Isabelle Galmiche, una auténtica veterana del mundo de los rallys –además de profesora de Matemáticas para adultos– que "soñaba" con competir junto a Loeb. Nunca habían participado juntos. Aun así... ¡victoria! 

Pero no hay que olvidar que Sébastien Ogier ha decidido participar solo en unas cuantas pruebas del Mundial de Rallys, pero el Montecarlo 2022 no quería perdérselo. El Rally Montecarlo es una prueba que nadie quiere perderse...

3. Nueva era: ¿cambia algo?

Sí, la edición 2022 es el inicio de una nueva era. Los coches del WRC han sido desarrollados sobre un nuevo chasis tubular mucho más seguro, cuentan con una aerodinámica simplificada y un menor recorrido de suspensión. 

Asimismo, en 2022 y tal y como hemos podido ver en el Rally Montecarlo, regresa la caja de cambios secuencial de seis velocidades y desaparece el diferencial central, lo que exige un mayor esfuerzo a los pilotos para controlar el vehículo. Es hora de sacar a relucir el talento de los pilotos.

Además, como contaba líneas más arriba, los coches del Mundial de Rallys 2022 combinan un motor gasolina turbo de 1.6 litros y 380 CV de potencia –por cierto, el mismo utilizado en el campeonato desde 2011– con un motor eléctrico de 135 CV y una batería de 3,9 kWh de capacidad.

El Ford Puma WRC en los boxes en el Rally Montecarlo.
El Ford Puma WRC en los boxes en el Rally Montecarlo.

¿Coches híbridos? ¿En serio? Parece de chiste, pero no. ¿Qué implica desde un punto de vista del piloto? "Tenemos más potencia por un corto tiempo, pero la potencia no es tan consistente. Tienes que anticipar cuándo la necesitas", explicaba Loeb en la previa al comienzo del Rally Montecarlo 2022.

"Por supuesto que es diferente. Los coches son más subviradores y más pesados, y los neumáticos se calientan más que antes", aclaraba Ogier en el mismo sentido.

En este vídeo se puede escuchar cómo suena el Ford Puma WRC cuando circula en modo eléctrico.

No muy agradable, es cierto, pero al menos cuando se circula por el paddock los vecinos que viven junto al puerto de Mónaco no tendrán que tomar aspirinas...

Le pregunté a Jona Siebel, director general del WRC, en una mesa redonda acerca de si este el primer paso para que haya un Mundial del Rallys 100% eléctrico: "El híbrido enchufable es una buena estrategia incluso más allá de 2030. Quizás en el futuro tengamos un motor eléctrico más grande".

Y continúa: "Si cambiáramos los formatos deportivos por completo, entonces podría haber una posibilidad realista. Pero estamos en un mercado global. Tal vez en Europa es una historia diferente, pero en África y otros países...".

En la misma línea se manifestó Mark Rushbrook, director general de Ford Performance: "¿Rallys eléctricos? Tendremos que ir hacia allí, pero tendrá que cambiar entonces la estructura de los rallys, quizá más urbanos, o con base en la ciudad y etapas hacia afuera y regreso a base para cargar”.

Sea como fuere, desde el punto de vista del espectador, el Rally Montecarlo 2022 puso de manifiesto que los coches del mundial incluso siendo híbridos enchufables suenan de maravilla, como se puede comprobar en este vídeo.

Sinceramente, y un servidor estaba allí: si los coches del Mundial de Rallys siguen atronando así de bien pese a ser híbridos enchufables, no hay que rasgarse las vestiduras. ¿No crees?

Mientras se mantenga el espectáculo, y el ambiente, como puedes leer en el siguiente punto fue mayúsculo, no hay nada que temer sobre la nueva era del Mundial de Rallys.

4. El ambiente

Para mí este es el motivo más importante sobre si el Rally de Montecarlo merece o no. Y, sin duda, lo vale.

Y donde mejor pude empaparme del inigualable ambiente del Montecarlo es el mítico Col de Turini, a más de 1.600 metros de altura. El año pasado tuve la oportunidad de subir esta icónica carretera a los mandos de Audi con tecnología quattro

Esta vez lo hicimos a los mandos de un Ford Puma ST. Para ello me acompañaba Pablo López Padín, piloto del Fordzilla Team y auténtico crack del SIM Racing.

Pablo López Padín, piloto del Team Fordzilla junto al Puma WRC de Loeb.
Pablo López Padín, piloto del Team Fordzilla junto al Puma WRC de Loeb.

No solo los pasamos como niños con zapatos nuevos enlazando curva con curva del Col de Turini a los mandos del Puma ST, un juguete que me ha encantado, sino que nos empapamos los dos del inigualable espectáculo de estar en una cuneta en la Noche del Turini.

Sí, porque la Noche del Turini es un espectáculo en sí mismo. No solo hace un frío del carajo, que se empieza a palpar a medida que el sol se retira y el frío de los Alpes Marítimos se presenta de improviso.

Para poder asegurar un espacio hay que ir con bastante tiempo de antelación, y bien provisto de capas y más capas para no congelarte.

Los más expertos en la materia, además, van provistos de sillas plegables y combaten el frío con buenas dosis de alcohol, mucha música e infinitas ganas de olvidarse de las comodidades. Mi madre diría: "Hijo mío, qué ganas tienes de pasarlo mal", pero ves el ambiente y lo mandas todo al infierno. "No pain, no gain". Sin dolor no hay gloria... en román paladino.

Hogueras, música, alcohol... y alguna que contra sustancia más -a tenor de los olores que llegaban– de los 'paraísos artificiales', como diría Charles Baudelaire, impregnaban un ambiente de fiesta, luz, colores, bocinas e incluso banderas del Principado de Asturias.

Y de Galicia. Sí, son muchos los aficionados del norte de España los que viajan hasta el Montecarlo para pasar frío y otro tipo de calamidades y disfrutar de este apasionante e inigualable rally. Y la fiesta se convierte en orgía automovilística cuando empiezan a pasar los coches...

Y además de las gélidas temperaturas de la noche del Turini, no hay que olvidarse de otros sacrificios como pegarse madrugones –salir a las 6.00 h de la mañana– para llegar pronto a un hueco en los montes de Entreveaux, donde también hace un frío del carajo.

Resulta fundamental salir pronto para llegar pronto, y aun así nadie te asegura que no tengas que aparcar en el quinto pino y andar unos cuantos kilómetros, subir colinas, saltar vallas y lo que sea menester para encontrar un hueco y disfrutar del espectáculo.

El frío algunas veces te provoca hacer el payaso... Todo se cura con la edad...
El frío algunas veces te provoca hacer el payaso... Todo se cura con la edad...

Y cuando lo encuentras, te topas con un grupo de italianos, por ejemplo, que llevan desde antes de que saliera el sol con hogueras y combatiendo las adversidades climáticas con muchas dosis de juerga... inducida por el alcohol y paraísos artificiales...

Pero vale la pena el madrugón, el frío, los kilómetros recorridos, la peste a hoguera que ha impregnado la ropa y todas las calamidades que uno se pueda imaginar, si tras finalizar la etapa y el rally, con victoria de Loeb en el último tramo -más emoción, imposible–, de camino al coche te encuentras en el atasco con semejantes sorpresas:

Sinceramente, un broche final de estas características uno puede quedar más que satisfecho.

Y eso que después de tal majestuosa sorpresa, con los coches de Loeb y Ogier pasando al ladito de nosotros, aún nos quedaban un par de kilómetros hasta el coche. Y qué más da...

5. Mónaco

El último pero no por ello menos importante argumento a favor del Rally Montecarlo es Mónaco. Sí, el microestado de los ricos y famosos.

A decir verdad, Mónaco como tal no vale un pimiento. Hablando pronto y mal, se trata de una ciudad- estado con cuatro calles sobre varios peñones que, a modo de queso de Gruyère, está repleto de túneles, a falta de espacio para crecer.

Ahora bien, si tienes dinero y te sobra glamour, Mónaco es tu sitio. Durante mi experiencia en el Rally de Montecarlo 2022, pude pasear por sus calles, recorrerlas en coche y como en la canción de Camilo, llevar en apariencia "una vida de rico".

El redactor de AUTO BILD en la curva Loews de Mónaco, la más lenta del Mundial de F1.
El redactor de AUTO BILD en la curva Loews de Mónaco, la más lenta del Mundial de F1.

Pero lo más llamativo es que estar en Mónaco produce la misma sensación que cuando viajas a Las Vegas o Nueva York: son tantas las veces que has visto la ciudad por la tele o en películas, que te da la sensación de que ya has estado ahí, como si te hubieras encontrado con una suerte de rastros kármicos que habían quedado ahí de una vida anterior...

Ese vínculo emocional y emocionante que sientes cuando pasas por la recta del puerto de Mónaco, la subida al Casino o pararte en la curva Loews no tienen precio.

Por todos estos motivos, el Rally Montecarlo merece una misa, pasar frío, pegarte madrugones y lo que haga falta. El Rally Montecarlo es como las 24 Horas de Le Mans, el Dakar o Pikes Peak: hay que vivirlo aunque sea una vez en la vida.

Etiquetas: Competición, Rallys

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