Ford Performance: el Ford Mustang llega para 'poner orden'
Cuando eres una marca generalista pero con una extensa trayectoria deportiva, a veces no es fácil compaginar ambos valores para que público sepa qué se esconden tras las puertas de un concesionario. Y una de las firmas para la que esto es un gran desafío es Ford. El nuevo Ford Mustang 2015 y el futuro Ford GT parece que han llegado para 'poner orden' en la estrategia global de la compañía, bajo un epígrafe del que están participando ya otros modelos de toda la gama: el Ford Performance. Pero en realidad no son más que las cabezas visibles de un concepto mucho más ambicioso que se extiende a toda la gama con modelos y acabados deportivos. ¿Qué significan estos términos? ¿Por qué eran necesarios?
Según nos han revelado sus responsables, el objetivo es llegar a todos los segmentos del mercado con nuevos productos, equipamientos y acabados. "No se trata de hacer nada nuevo, ni vamos a dar un vuelco a la marca para convertirla en una firma deportiva. Lo que hemos hecho es ordenar nuestros productos en base a una estrategia global", asegura Víctor Piccione, gerente de comunicación de Producto y Competición de Ford España. Y esto se produce ahora que las nuevas generaciones de Ford Mustang y Ford GT, a diferencia de las anteriores, sí se van a vender en Europa y en España de forma oficial y no mediante importadores privados.
"No podemos perder los valores de marca generalista con los que nos identifica nuestro público, pero, a su vez, hay que satisfacer a quienes busquen algo más.
Por eso, la llegada de Mustang y GT a Europa se completa la gama en su parte más deportiva, pero se unifica también el uso de las denominaciones que Ford ha utilizado en los últimos años y en función de cada mercado para sus modelos más prestacionales -SVT, RS, ST...-.
Tras este nuevo reparto y una imagen renovada de los concesionarios, Ford espera que los clientes identifiquen mejor los atributos de cada una de estas denominaciones en base a esta pirámide.
Locos por el Mustang
Unos meses después de nuestra primera prueba del nuevo Ford Mustang 2015, hemos rodado por primera vez en España con él, al volante de su versión GT -por el momento, la más radical-, con el motor V8 5.0 de 430 CV. De momento, parece que su aceptación ha sido muy buena, y, según nos comentan desde el departamento de Marketing de la firma, aunque no había estimaciones concretas, ya se han matriculado un centenar de Mustang en nuestro país, y se espera que la difra se duplique de aquí a finales de año.
Aunque se barajaba hacer una versión más pura con eje rígido trasero para el mercado americano -que gusta aún de coches más básicos- como alternativa a la suspensión independiente, lo cierto es que o haya sido necesario hacer cambios significativos para conseguir la homologación europea -las modificaciones afectaron un poco a los grupos ópticos-.
Donde sí que queda trabajo por hacer es en la identificación del producto estrella de este año con la marca que lo ha vuelto a poner a la venta: exteriormente, el coche no lleva ni un solo óvalo azul, por lo que el reto es que a este lado del océano, los entusiastas del Mustang también lo identifiquen con Ford, su verdadero, único y genuino fabricante. Es por eso que, los responsables de la compañía rechazan sucumbir a la tentación de hacer de Mustang una segunda marca dentro del Grupo Ford, paso que sí que acaba de dar Citroën con DS, pero que sin embargo no dieron Land Rover con Range Rover ni Chevrolet con Corvette.
Al volante de nuevo del Ford Mustang GT por algunos de los tramos tradicionales del Rally de Cataluña, hemos podido constatar además los esfuerzos que Ford está haciendo por demostrar que las brutales prestaciones del nuevo 'pony' son perfectamente aptas para carreteras europeas y españolas, a pesar de sus dimensiones, tanto bajo el capó de su carrocería fastback como convertible, con las mecánicas 2.3 Ecoboost de 314 CV o V8 5.0 de 430 CV.
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