Logo Autobild.es

Prueba Polestar 2 Dual Motor Performance, con dos motores y 476 CV de potencia

Polestar 2

Ha tardado en llegar a nuestras manos, pero por fin hemos podido probar en profundidad el Polestar 2 Dual Motor Performance, su versión más potente, con dos motores y 476 CV de potencia.

Si le preguntaras a un ciudadano sueco cómo sería su vivienda ideal, lo más seguro es que te hablase de la calidad de los materiales de la casa, la exquisita selección de piezas de diseño para decorarla, espacios amplios y poco recargados, un punto tecnológico ineludible y el entorno verde y acogedor donde la situaría.

 

Polestar (perteneciente a Volvo y al gigante chino Geely a partes iguales) posee todos esos ingredientes para hacer frente a las poderosas marcas premium alemanas. Diseño no le falta. Su concepto interior es muy desahogado y se abraza a la tecnología eléctrica como sello propio de identidad. 

Polestar 2 Dual Motor Performance

Aunque nació en 2017, no hace mucho que está disponible en nuestro país (desde el pasado mes de mayo) y como es una marca tan joven, no esperes que ofrezca una  gama muy extensa: al Polestar 2 de estas páginas, único modelo a la venta ahora mismo, le seguirá en 2023  un SUV llamado '3' y un '5', que aparecerá en 2024 y que será una especie de GT. 

El parecido con los modelos de Volvo es bastante evidente, aunque eso es de momento, ya que sus responsables aseguran que, a medida que vayan pasando los años, ambas marcas se irán distanciando en sus rasgos de identidad. 

Polestar 2

Ahora bien, la pregunta es: ¿cómo se podría definir a este Polestar 2

Sin duda, no es una tarea sencilla. Ofrece una especie de carrocería fastback, pero algo sobreelevada. Luego, tengo la sensación de estar viendo una berlina desde el frontal hasta el pilar B y un crossover coupé desde el pilar B hasta la zaga. 

Va asentado en la misma plataforma que el Volvo XC40, pero su silueta es más de tres volúmenes que de dos. ¿Y ese maletero tan elevado? Bueno, el caso es que el resultado funciona y lo notas en cuanto sales a la calle y ves cómo las miradas de otros conductores, o la de los propios transeúntes, se clavan en una carrocería que mide 4,6 metros. 

El Polestar 2 más potente

De las tres posibles versiones disponibles, he elegido la más potente con doble motor y tracción integral para esta prueba a fondo. Esconde un pequeño secreto: se trata de la variante Performance, que añade más picante y una configuración de chasis específica. 

En otras palabras, de los 408 CV estándar, este paquete (que cuesta 6.000 euros) le añade 68 CV más hasta alcanzar los 476. Poca broma

Para asumir ese extra de potencia, esta versión se ayuda de unas suspensiones específicas con unos amortiguadores Öhlins Dual Flow capaces de ofrecer hasta 22 posiciones regulables para lograr, o bien un alto nivel de confort, o bien la máxima diversión. Veré luego si se cumple con las dos facetas.

Interior

Antes de ponerme en marcha prefiero detenerme en su interior. Al volante vas sentado más alto que en una berlina e inmediatamente te das cuenta de que te rodea un ambiente de mucha calidad: todo está cuidado al detalle.

Al mismo tiempo, el diseño y las formas son minimalistas, con una consola muy desahogada en la que todo el protagonismo se lo lleva la enorme pantalla vertical de 11 pulgadas (y a cuya interfaz cuesta adaptarse). 

El impresionante techo panorámico, que cubre tanto las plazas delanteras como las traseras, deja pasar mucha luz y refuerza esa sensación de amplitud, aunque luego, con el metro en la mano, la cosa cambia.

Polestar 2

Paso a las plazas traseras y me encuentro con ciertas apreturas. No sobra el espacio, ni para la cabeza ni para los hombros: un Tesla Model 3 o el recién llegado BMW i4 lo hacen mejor. Y algo que no se entiende (al no haber unión entre ambos ejes): el túnel central es demasiado voluminoso y molesta mucho al pasajero que ocupe la plaza del medio.

En cuanto al maletero, se defiende dignamente, pero también está lejos de los mejores en su segmento. Tiene dos zonas de carga: la principal cubica 405 litros (es de formas regulares), pero se me antoja escasa para unas vacaciones en familia. La delantera solo ofrece 35 litros  (la del Model 3 tiene 117), aunque no deja de ser suficiente para guardar los cables de carga.

Polestar 2

¡En marcha!

Y ahora sí, toca ponerse en marcha. ¿Pie a fondo? ¡Sin dudarlo! La patada es brutal y la intensidad con la que acelera te hace sentir unas mariposas en el estómago a las que tardas en acostumbrarte. Como el resto de rivales eléctricos, la respuesta de los motores es instantánea. No hay pérdidas de tracción ni nervios en la dirección: el empuje es tan intenso como controlable. 

Llegan las primeras curvas y la diversión se dispara, porque este Polestar 2 parece ir sobre raíles. Aguanta bien los cambios de peso, el eje delantero se inscribe con facilidad en las curvas más cerradas y gestionas los giros con absoluta naturalidad. 

 ¿Se notan los 2.113 kilos de peso? Sí, pero quedan bastante bien disimulados por un tren motriz que empuja una barbaridad y un chasis que apenas deja que la carrocería se mueva, aunque todo eso tiene una contrapartida: el confort de marcha.

 Los frenos hacen muy bien su trabajo y tienes un muy buen feedback para gestionar bien la presión que ejerces sobre el pedal. 

Polestar 2

Por desgracia, no todo es tan bueno como parece: el volante no informa de nada de lo que están haciendo las ruedas delanteras ni de dónde está el límite de agarre. Del mismo te acabas enterando antes por el oído que por tus manos.

¿Y el consumo? A este ritmo se dispara por encima de los 30 o 40 kWh/100 km, pero a ritmos normales he logrado 23,2 kWh, sin duda un consumo razonable para el peso y la potencia de este eléctrico. Con un punto de carga rápida, en unos 40 minutos tengo la batería cargada hasta los topes y muchos más kilómetros con los que disfrutar. 

Conclusión

Polestar llega con un modelo que cautiva por muchas razones: su estética es bastante original, el interior ofrece mucha calidad y su dinamismo es pura adicción por la respuesta de los motores y del chasis. Lástima de unas plazas traseras algo estrechas y una dirección poco comunicativa.  

Valoración

Nota7

Nos ponemos al volante de la versión más prestacional del eléctrico Polestar 2, el Dual Motor Performance con tracción integral y 476 CV de potencia

Lo mejor

La respuesta al acelerador

Lo peor

Es caro

Descubre más sobre , , autores/as de este artículo.

Conoce cómo trabajamos en Autobild España.