Prueba del Polestar 2: la pesadilla del Tesla Model 3

Probamos el Polestar 2, la gran esperanza de la firma dirigida por Thomas Ingenlath, quien ha logrado algo que ningún diseñador antes que él ha podido conseguir en la historia del automóvil, que es un sector muy jerárquico: convertirse en el jefe de una marca.

Su idea es una visión de la movilidad del mañana, en la que los automóviles ocupan un lugar importante, porque se desarrollan y se construyen para ser sostenibles y libres de emisiones. Y así llegamos al Polestar 2 de la prueba.

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Esta berlina es uno de los coches más increíbles de nuestro tiempo, también porque parece estar por delante de ellos. Todo Comienza con el exterior, no es de extrañar si el jefe es diseñador. El Polestar 2 pasó del estudio a las calles sin grandes cambios. A primera vista, ya se ve que el P2 es diferente de otros automóviles. Tiene una estética básica, pero sin la aterradora peculiaridad de un BMW i3.

El manejo del Polestar 2 es intuitivo

Esta impresión continúa en el interior del Polestar 2. ¿De verdad que esto no es un concept car? Los interruptores están reducidos al mínimo y una gran pantalla táctil es la consola central.

En el tablero hay materiales finos como tela, pero ahora viene la sorpresa: porque el P2 de Polestar es probablemente el único coche digital donde el conductor no grita debe gritar para manejar el control por voz, porque el auto es tan intuitivo de usar como un iPhone de Apple. Incluso si su sistema operativo es de Google.

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Cuatro cuadrados grandes sobre la pantalla, que se explican por sí solos, es todo lo que se necesita para manejar el Polestar 2. A bordo hay un control por voz que es netamente superior a cualquier otro que se haya instalado previamente en un automóvil. Cualquier conductor empezará rápidamente a charlar con su Polestar.

"Encienda la calefacción del asiento", "¿Cómo estará el tiempo mañana?", "Conduzca al próximo supermercado, tengo que comprar", "Navega hasta mi casa". Todo funciona tan naturalmente que rápido te olvidas que no ha sido así siempre.

La dinámica de conducción del Polestar 2, sin concesiones

¿Y a quién no le guste vivir en un mundo digital? Pues, mejor que no se compre un Polestar 2. Sin embargo, el modelo sigue siendo un gran coche incluso más allá de todo esto y merece la pena el dinero que cuesta. Está muy bien ajustado y dentro ofrece una gran comodidad. 

El chasis del Polestar 2 es firme, su amortiguación filtra muy bien y el habitáculo está muy bien insonorizado, incluso del ruido aerodinámico y el coche ofrece una posición agradablemente cómoda y baja en sus asientos. Cualquiera que haya conducido el Tesla Model 3 suspirará aliviado aquí. 

Sobre todo porque Polestar no sacrifica la falta de precisión a cambio de la comodidad. La dirección está apretada, sin comparación con la sensación blanda de algunos modelos de Volvo. El chasis también permite velocidades increíbles en las curvas, cambios de apoyo a altas velocidades, sin el más mínimo balanceo. Ni en el auto, ni en la confianza del conductor del Polestar 2.

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El desarrollador principal Joakim Rydholm ha denominado a este toque como "chispeante". Y estamos con él no lo puede describir mejor. Porque, claro, P2 es rápido. 408 CV y 660 Newton metros simplemente empujan el automóvil hacia la línea del horizonte. En otras palabras:  desde el punto muerto y después de 4,7 segundos, hay 100 km/h en el velocímetro. 

¿Acelerar después de una zona de obras en autobahn desde a 80 km/h? ¡Plás!, ya vas 205 km/h. Y los autos que estaban frente a ti, ahora parecen pequeños en el espejo retrovisor. Por cierto, la velocidad no baja dependiendo del estado de las baterías.

¿Y qué pasa con los rivales alemanes del P2?

Aunque en todo caso, no hay que tener un miedo excesivo a la falta de autonomía. El dato que da Polestar para este coche es de 470 km. Después de probar el P2, lo vemos creíble en la vida cotidiana salvo que quieras circular a toda velocidad por Autoban con él. Y ni siquiera el precio del Polestar 2 está más allá del bien y del mal.

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Con un equipamiento casi completo, su precio base será de 53.540 euros (un modelo de acceso llegará en 2021 por unos 40.000 euros). A diferencia de los fabricantes de automóviles alemanes, que tienen problemas para producir sus coches eléctricos (probablemente hasta el próximo año), un cliente puede pedir un P2 desde octubre de 2020 y las entregas serán en un plazo razonable. Al menos, eso es lo que promete Ingenlath.

Por si aún no lo has notado: sí, después de probar el P2 de Polestar creo que este un coche bueno, muy bueno. Esta no es la primera vez para mí. Ni la última. Aquí, la alta calidad se combina con un chasis perfectamente coordinado y una autonomía tope. De esta manera, el Polestar gana simpatía de inmediato.