Prueba Mitsubishi Eclipse Cross Black Edition, con un exclusivo toque racing

El Mitsubishi Eclipse Cross es uno de los arietes de ventas en la estrategia de la marca japonesa para Europa. Aquí ya sabemos que lo que se vende es cuanto más SUV mejor y sí es de tamaño medio perfecto. Ese segmento donde habitan el Nissan Qashqai o el Citroën C5 Aircross y al que ahora la prueba del Mitsubishi Eclipse Cross Black Edition añade un toque picante.

Toque aderezado por si cambios estéticos, donde resaltan la parrilla delantera, el protector inferior y los retrovisores. En el lateral, destacan las nuevas llantas de aleación y detrás, los embellecedores inferiores, mientras que en el interior del vehículo llama la atención el nuevo y deportivo pedalier de aluminio.  En conjunto, resulta un toque de distinción y más deportividad en un coche que ya era bastante atractivo de diseño. 

Cuatro colores pueden decorar su carrocería, incluido el rojo de esta prueba... que además se viste con el acabado más completo de todos, el Kaiteki. Y eso le permite disfrutar de una de las grandes novedades técnicas, el nuevo sistema de conectividad de Mitsubishi del que te hablaré más adelante. Pero ahora es momento de pulsar el botón de arranque y ver como respirar su motor.

Bajo el capó, este Eclipse Cross Black Edition esconde un bloque de 1,5 litros y 163 caballos de potencia, a priori más que suficiente para mover sus 1.635 kilos de peso. Y lo son, sobre todo si lo llevas a medio y alto régimen. Por debajo de 3.000 revoluciones paga su baja cilindrada y se toma las cosas con calma, sobre todo si circulo en modo D. Puedes mantener cruceros sostenidos de 120 km/h sin problema y conteniendo el consumo, pero si deseas más empuje será fundamental usar el modo secuencial.

Un cambio CVT que convence

Grata sorpresa el funcionamiento de esta caja de variador continúo CVT y ocho relaciones, con mucho menos resbalamiento que otras transmisiones de esta tecnología y mucha rapidez en las transiciones de marcha. No es un DSG de doble embrague, pero sí tiene una respuesta satisfactoria. Me gustan especialmente las levas en el volante, que quedan muy mano gracias a su gran tamaño. Eso si, cuando empiezo a circular por encima de las 3.500 revoluciones de forma sostenida el consumo se muestra más sensible.

Así baila sobre la carretera

Aplomado y confortable, el compromiso del chasis entre confort y eficacia está en la línea de los rivales europeos. No llega al aplomo de un Ford Puma, pero supera con facilidad a un Nissan Qashqai. La dirección es directa, los cambios de apoyo son bien digeridos y el pasaje no se puede quejar de dureza de suspensión. Tampoco de espacio en unas plazas traseras donde tres adultos viajan razonablemenge bien y disponen de un maletero cuya capacidad oscila entre 378 y 1.122 litros.  

Por dentro, el Mitsubishi Eclipse Cross Black Edition luce una presentación atractiva y menos digitalizada que otros rivales como un Peugeot 3008. Destacan el material acolchado de buena calidad que recubre el salpicadero y unos ajustes más que correctos. En el debe, mejoraría el manejo del ordenador de viaje, cuyo botón está demasiado escondido, y la pantalla táctil que queda algo alejada.

Estrena el nuevo sistema de conectividad Mitsubishi

Como te decía al principio, esta versión Kaiteki (que ofrece tracción integral a través de un selector) es la primera con el nuevo paquete de conectividad de Mitsubishi. Incluye asistencia de Emergencia SOS (eCall) , notificación automática de colisión (ACN), asistencia en carretera (bCall), asistencia de información (iCall) Y pulsando el botón de información en la consola superior, el propietario del vehículo puede acceder a asistencia en carretera no urgente o a servicios relacionados con su cuenta e informe sobre el estado del vehículo (VSR). 

Y una buena noticia, gracias a los descuentos que ofrece ahora la marca, este Eclipse Cross equipado hasta los dientes tiene un precio de  31.600 euros.