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Prueba del DS 7 Crossback E-Tense: tranquilidad absoluta

Con su autonomía de 58 kilómetros en modo completamente eléctrico, el   DS 7 Crossback E-Tense  es un especialista del silencio y la calma al volante. Pero, ojo, que esconde 300 CV bajo el capó con puesta en escena muy interesante

Los fabricantes de automóviles continúan en su carrera imparable hacia la electrificación. Al DS 7 Crossback también le ha llegado el turno y utiliza la denominación E-Tense para referirse a su versión de propulsión híbrida enchufable. La verdad es que tienes que afilar bastante la vista para darte cuenta de que se trata de la versión PHEV; las claves te las dan las exclusivas llantas London de 19", la insignia E-Tense 4x4 del portón y, sobre todo, las dos tapas que adopta la carrocería, una a la izquierda, la de la carga, y otra a la derecha, la de la gasolina.

Prueba del DS 7 Crossback E-Tense

¿Y en su interior del coche de la prueba, el DS 7 Crossback E-Tense? El buen gusto por el diseño, los detalles y la calidad son las mismas que en el resto de la gama. Y eso se percibe al instante. Pero al igual que pasa con el exterior, tendrás que ser un lince para adivinar que esta versión es la electrificada. El habitáculo es el mismo, también los materiales y el espacio que se ha destinado a los pasajeros, incluyendo la segunda fila, puesto que la batería no resta espacio detrás. 

Comparativa: DS7 Crossback, Mazda CX-5 y Volvo XC60

Con el DS 7 apagado no podrías adivinar de qué versión se trata: solo la información que proporcionan el cuadro de instrumentos y el equipo multimedia te indicarán, con sus nuevas funciones destinadas al sistema Plug-in Hybrid, que se trata del DS 7 E-Tense.  

Bajo el capó también te darás cuenta de que no es un DS 7 Crossback normal: este PHEV rinde 300 CV (una cifra nada desdeñable, aunque hay otro con 225 CV, el DS 7 Crossback E-Tense 225) que extrae de un motor de gasolina de 200 CV y a dos propulsores eléctricos de 110 y 113. El más potente está situado en el eje trasero (y convierte a este DS 7 en un tracción integral) y el otro, en la caja de cambios. Por cierto, ya que te hablo de la transmisión, ofrece ocho velocidades por convertidor de par, lo que se agradece, ya que las de variador continuo son más simples (más fiables también), pero su funcionamiento es menos agradable al pisar a fondo).

Comienzo la prueba del DS 7 Crossback E-Tense. La posición al volante está muy lograda, sobre todo porque sus grandes asientos te envuelven la espalda y el mullido es muy cómodo. Instrumentación digital, enorme pantalla en el centro del salpicadero... El habitáculo necesita de un poco de adaptación, porque los mandos no están ubicados en las zonas más habituales. Lo peculiar de las formas de los mandos y botones, con el símbolo del diamante omnipresente, marcan mucho carácter del este SUV por dentro. Tengo a mi disposición diferentes modos de conducción. La mayoría de ellos me sirven para gestionar la energía de su batería de 13,2 kWh (ésta puede cargarse en dos horas en un terminal de 32A. En un enchufe de casa normal (2,3 kW, la carga se completa en unas 7 horas aproximadamente).

Con el modo Electric, que es el que está activo por defecto y el que puede estar en funcionamiento si no superas los 135 km/h, puedes recorrer hasta 58 kilómetros en el mejor de los casos. La cifra es bastante optimista, porque incluso en ciudad, a duras penas vas a superar los 45. El modo Hybride optimiza automáticamente las prestaciones del vehículo y el consumo, para lograr una media homologada de 1,3 l/100 km en ciclo mixto WLTP. Eso sí, una vez que descargas la batería, la cosa cambia bastante y el motor de combustión cobra todo el protagonismo, por lo que el dato de consumo aumenta considerablemente. Aun así, los 5,3 l/100 km que he medido me parecen un dato más que razonable para tener un sistema con tanta reserva de potencia.

Prueba del DS 7 Crossback E-Tense

Los otros dos, el Sport y el 4WD, satisfacen una conducción más dinámica, el primero (y siempre que las baterías estén bien de carga), y consigue una mayor motricidad y adherencia en terrenos complicados, el segundo. Obviamente, a pesar de contar con una tracción integral, su uso preferente debe ser siempre por zonas no asfaltadas de fácil acceso, ya que la altura libre al suelo no permite muchas aventuras.

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En definitiva, DS necesitaba un coche así, tan agradable de conducir en cualquier terreno y circunstancia. Con su autonomía eléctrica puedes cubrir prácticamente los trayectos diarios de casa al trabajo y viceversa y eso te va a traer muchas alegrías. También las ventajas de poseer la pegatina azul que te convierten en el rey de la ciudad. 

Conclusión tras la prueba del DS 7 Crossback E-Tense

DS ha acertado al crear esta versión: es potente, silenciosa, cómoda y tiene una sorprendente capacidad para moverse en todo tipo de terrenos. No tiene muchos rivales directos y la única pega es que el precio sea tan elevado. 

Prueba del DS 7 Crossback E-Tense

Valoración

Nota8

Con su autonomía de 58 km en modo completamente eléctrico, el SUV de la prueba, el DS 7 Crossback E-Tense, es un especialista del silencio y la calma al volante.

Lo mejor

Silencio a bordo. Consumo medio con modos eficientes. Potencia.

Lo peor

Precio elevado. Dirección demasiado artificial. Autonomía eléctrica.

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