Prueba del Alfa Romeo Tonale 1.5 Hybrid 160: para que no te líes con los cables
No hay Alfa Romeo Tonale que no lleve algún tipo de electrificación en sus entrañas, pero esta versión microhíbrida con 160 CV es la más recomendable si no quieres andar a vueltas con los cables de carga. Ponemos a prueba el Tonale 1.5 Hybrid 160 y te contamos todas nuestras impresiones de conducción.
Alfa Romeo se juega mucho con el Tonale. Su flamante SUV compacto tiene la gran responsabilidad de tener que meter un buen empujón a las ventas globales de la marca y, de momento, está cumpliendo: es el fabricante que mejor tendencia está demostrando en este 2023. Pero, ¿qué aspectos hacen fuerte al Alfa Romeo Tonale frente a la competencia?
Para empezar, su diseño. La marca italiana nos tiene acostumbrados a trabajos estilísticos de primer orden en sus modelos y en este SUV lo vuelven a demostrar. Visto desde cualquier ángulo, nada hace pensar que esté fabricado sobre la misma plataforma de los Renegade/Compass de Jeep.
El frontal es la vista más llamativa, con unos grupos ópticos triples (Matrix LED de serie)que recuerdan ligeramente a los del carismático Alfa Romeo SZ. Mirada agresiva y enfadada que se ve refrendada con una gran toma de aire inferior y una parrilla triangular con el logo de la marca en el centro superior.
En el lateral me encuentro con las llantas opcionales de 20 pulgadas (1.210 euros), espectaculares, sin duda, aunque no son lo mejor desde el punto de vista de los consumos y el confort.
Y en la parte trasera vuelve a repetirse el formato triple de los grupos ópticos, con una luneta muy tendida (la visibilidad trasera es bastante limitada) y una zona inferior en la que no vas a encontrar ninguna salida de escape (queda reservada para la variante híbrida enchufable de 280 CV, la más potente de la gama).
En definitiva, un diseño limpio y fluido, marca de la casa, que me invita a hacerme la pregunta: bonito por fuera, pero ¿práctico por dentro? Es justo lo que voy a comprobar.
Prueba del Alfa Romeo Tonale 1.5 Hybrid 160
Lo primero que llama la atención cuando te pones al volante del Tonale es que Alfa ha querido combinar la tecnología (dos grandes pantallas, la del cuadro de instrumentos y la del sistema de infoentretenimiento) con lo clásico. En este sentido, fíjate en los números del velocímetro y las formas circulares del cuadro y de la capilla.
De forma acertada, la marca italiana ha decidido equipar el puesto de conducción con botones físicos para las funciones más importantes (muchos rivales y otros modelos del propio Grupo Stellantis al que pertenece Alfa, no te lo ponen nada fácil con excesivas superficies táctiles y engorrosos menús en la pantalla).
Los asientos sujetan bien la espalda y, a pesar de ser de corte deportivo, son bastante cómodos. Luego está el volante, tapizado en cuero, con un diseño atractivo, enormes levas para el cambio, buen tacto general y el botón de arranque integrado en el mismo.
En cuanto a las plazas traseras, tengo que decir que el espacio es correcto, pero sin grandes alardes. No son las más generosas del segmento, porque un BMW X1 y el Mercedes GLA ofrecen más centímetros, pero están bien para el tamaño del coche (es más holgado que un Lexus UX).
La plaza central tiene un respaldo duro, pero una banqueta mullida y el túnel de transmisión es bastante bajo, por lo que en ella no se viajará excesivamente incómodo. Eso sí, si son tres personas las que están en la segunda fila, el espacio a lo ancho es justo, como en el 99% de los coches de este segmento.
Por su parte, el maletero cubica 500 litros, una buena cifra entre sus competidores. Lástima que la banqueta posterior no pueda correrse longitudinalmente como sí ocurre en el Audi Q3, X1 y GLA.
Etiqueta ECO por derecho propio
Toca hablar de lo que llevo bajo el capó de color verde: se trata de un motor de cuatro cilindros turbo de gasolina con 160 CV y 240 Nm de par. Sí, no son cifras escandalosas, pero deberían ser suficientes para llevar una conducción desahogada.
Lo más interesante es que este bloque de gasolina está asistido por un pequeño motor eléctrico de 135 Nm y 15 kW que recibe energía de una batería de 0,8 kWh de capacidad y que puede mover el vehículo por sí solo. Está integrado en la caja de cambios, por lo que, si hay energía suficiente, el coche puede moverse en eléctrico hasta un máximo de 30 km/h.
¿Convence? Bueno, la sensación de empuje no es mala, pero me esperaba más chispa (sobre todo, siendo un Alfa). De hecho, subjetivamente, tampoco hay tanta diferencia con respeto a la versión de 130 CV. Equipa una caja de cambios de doble embrague que tampoco se caracteriza precisamente por su rapidez, aunque no hace mal su trabajo.
La firma italiana ha puesto el foco en la suspensión, en la dirección y en los frenos para crear un SUV con un comportamiento dinámico, sin dejar de lado la comodidad y eso sí hay que alabárselo: entra muy bien en curva, se mueve de forma ágil y en los apoyos no parece que sobre la báscula arroje 1.600 kg.
Por eso es una lástima que la entrega de potencia y el trabajo del cambio no acompañen... El consumo es razonable, con 6,6 l/100 km, un poco por encima de la cifra oficial, pero aun así te va a permitir superar los 800 km de autonomía.
Valoración
El Tonale es una buena opción si lo que buscas es un SUV con un diseño distinto y atractivo, y unas buenas cualidades dinámicas a nivel de chasis. Su sistema 'mild hybrid' ofrece consumos convincentes, aunque le pediría más chispa a la hora de abrir gas.
Lo mejor
Diseño, acabados interiores y comportamiento dinámico sin renunciar al confort
Lo peor
Espacio de las plazas traseras algo justo, peso elevado y consumo por encima de la media
Etiquetas: SUV, SUV híbridos
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