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Tres buenas razones para comprar un coche diésel en 2024

Tres buenas razones para comprar un coche diésel en 2024
  • Son perfectos para quienes hacen muchos kilómetros
  • Se pueden electrificar

Hablar de coches diésel en 2024 no parece algo muy adecuado, puesto que desde hace unos años se ha demonizado a este tipo de combustible. Se le achacan la mayoría de las culpas del mundo de la automoción de manera injusta, porque en la actualidad estos vehículos son más limpios que antes y pueden ser una alternativa a valorar.

Así, vamos a romper una lanza a favor de ellos y os vamos a dar tres buenas razones para comprar un coche diésel en 2024.

Es una opción muy válida para coches y usuarios concretos

En un mercado con tanta variedad mecánica a disposición del conductor/comprador, es importante que éste tenga claro que la clave está en encontrar lo que de verdad se ajuste a sus necesidades.

Con esto en mente, lógicamente una mecánica diésel no tiene sentido en un urbanita que se utiliza de pascuas a ramos, pero es el tipo de motorización ideal para aquellos conductores que conducen enormes cantidades de kilómetros al año, así como para vehículos de gran tamaño y peso, como puedan ser SUV, monovolúmenes o furgonetas.

 

El propio mercado se ha dado cuenta de ello y valga como ejemplo el caso del Citroën Berlingo, que tras apostar por ser exclusivamente un coche eléctrico, ha reculado y ha vuelto a incluir en su oferta motorizaciones diésel de 100 y 130 CV, que son más adecuadas para el uso que se suele hacer de un vehículo de estas características.

De esta manera, aunque se han ido eliminando estas motorizaciones de los coches más pequeños, la mayoría de fabricantes siguen ofreciéndolos en sus modelos más grandes, donde el público los sigue demandando.

Y es que, aunque mirando los datos de 2023 en España, los diésel solo supusieron el 12,5% de las matriculaciones, esto se debe a que se han eliminado estos motores de la oferta de muchos modelos (así que los compradores no los pueden elegir) y a que los segmentos en los que están presentes principalmente (de vehículos grandes) son los que concentran un menor número de ventas.

Precio y consumos

No hace falta complicarse a la hora de buscar argumentos a favor de los coches diésel, puesto que es en ciertos aspectos básicos donde ya demuestran sus fortalezas.

Antiguamente se señalaba como punto negativo el precio más elevado que presentaban respecto a los gasolina equivalentes, pero ese salto cada vez es menor, así que no suele ser una razón de peso para decantarse por uno o por otro tipo. 

Además, sus tarifas son más reducidas que las de los modelos electrificados, que debido a la necesidad de recurrir a apartados eléctricos de diversa índole para conseguir consumos más bajos, tienen un precio superior.

Y esto lleva a uno de los principales puntos fuertes de los modelos de gasóleo: el consumo. Este tipo de motores son extremadamente eficientes y permiten registrar, sin electrificación alguna, un gasto de combustible realmente bajo, especialmente si se lleva a cabo una conducción extraurbana a velocidades constantes, como se hace en autopistas y autovías.

Es compatible con la electrificación

Si todo lo anterior no es suficiente para que te decantes por la compra de un coche diésel y consideras que necesitas una de las etiquetas más beneficiosas de la Dirección General de Tráfico por el motivo que sea (principalmente vivir en una ciudad con una Zona de Bajas Emisiones), lo cierto es que el gasóleo también te puede dar acceso a ellas.

Aunque no es tan habitual como ocurre con los motores de gasolina, el diésel también sirve de base para algunas mecánicas electrificadas, en las que la combinación de las ventajas de uno y otro mundo hacen que sean propuestas con muchos puntos fuertes y muy pocas debilidades.

En un primer nivel, existen mecánicas microhíbridas con corazón diésel, que ya disfrutan del distintivo ECO de la DGT gracias a su sistema eléctrico de 48V y que, a la hora de la verdad, no suponen un sobreprecio excesivo respecto a un modelo de gasóleo convencional.

En el mercado hay bastantes opciones entre las que elegir, siendo una de las más destacadas el Mazda CX-60, pero también están presentes en la oferta mecánica de varios modelos de Kia, como es el caso del Kia Ceed.

Sin embargo, también pueden formar parte de sistemas de propulsión híbridos enchufables, que ya disfrutan de la etiqueta CERO de la DGT y que, pese a los problemas que pueden dar por su mayor complejidad, a la hora de la verdad se postulan como un combo con muchos más puntos a favor que en contra.

Así, pueden circular cantidades de kilómetros notables en modo completamente eléctrico, cuando usan el apartado térmico tienen los consumos bajos propios de un diésel y cuando ambas partes actúan de manera conjunta el gasto es todavía inferior y la autonomía conjunta resultante es enorme.

A pesar de ello, la única marca del mercado que apuesta por este formato es Mercedes.

Etiquetas: Diésel

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