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Prueba del Audi S6 2019: el diésel no ha dicho su última palabra

Audi S6 Sedán 2019
Audi reivindica el papel del diésel con un buque de lujo espectacular.

La prueba del Audi S6 2019 empieza con cautela. He viajado hasta Frankfurt para ponerme a los mandos de uno de los coches nuevos más polémicos de lo que llevamos de año. Hace unas semanas, Audi mostraba las primeras imágenes del nuevo Audi S6 y de su homólogo con carrocería coupé, el Audi S7 Sportback. Ambos modelos venían de una tradición marcadamente prestacional, con motores V10 y V8, pero en esta ocasión no solo se conformaban con un V6. ¡Sino que encima son diésel!

Muchos se echaron las manos a la cabeza. ¿Qué hace Audi apostando la imagen de su departamento Audi Sport a un diésel? ¿Se han vuelto locos? Para nada: en Audi tienen las ideas muy claras, siempre las han tenido: saben que es una decisión polémica, pero también son conscientes que es una decisión que les puede atraer un jugoso beneficio.

Para empezar, asociar la imagen de Audi Sport al diésel es bueno para un combustible denostado entre la opinión pública gracias al diéselgate y a la fama, no siempre justificada, que resulta mucho más contaminante. Audi quiere mejorar la imagen del diésel y no lo hace por amor al arte: lo hace porque ha invertido miles de millones en este combustible y no quieren echarlo todo por la borda.

Prueba del Audi S6 2019: poniendo tierra de por medio

Pero no todo es una cuestión de intereses. Audi tiene más motivos para apostar por el diésel en su gama S. La principal es incrementar la brecha con las versiones RS. En la anterior generación, las diferencias entre el Audi S6 y el Audi RS6 eran demasiado pequeñas: mismo motor y un comportamiento similar. Con esta medida, las dos gamas amplían su distancia: quien quiera un pura sangre con un gigantesco motor de gasolina y prestaciones inverosímiles, tendrá que apostar, sí o sí, por los RS y, claro, pasar por caja.

Pero hay más: quien se compra un Audi S6 2019 no busca prestaciones de infarto ni un comportamiento salvaje. Busca, principalmente, una imagen distintiva, muy atractiva y con un toque deportivo, y unas prestaciones muy serias, conservando un confort notable, un buen comportamiento dinámico y una discreción asegurada. Todo esto, un motor diésel, moderno, potente y eficiente al máximo, lo puede hacer incluso mejor que un V8.

Prueba Audi S6 Avant 2019

La prueba del Audi S6 2019 arranca en los alrededores de Frankfurt, en una zona de viñedos regada por un Rin que baja absolutamente desbocado debido a las últimas lluvias y al deshielo. En un primer vistazo, el coche luce sensacional: creo que de los últimos modelos de alta gama presentados por la compañía, el Audi A6 es mi favorito. Elegante, con una clásica carrocería de tres volúmenes, pero moderno y con detalles tecnológicos. 

Prueba del Audi S6 2019: elegancia con el toque deportivo justo

Esa combinación se viste de gala con las nuevas llantas de 21 pulgadas, una nueva parrilla, los clásicos retrovisores en acabado metálico de los Audi deportivos y una zaga con una cuádruple salida de escape. Falsa. De plástico. Sin duda, el peor detalle de todo el coche. 

Pero convence a la vista, intentando engañar al personal. Estéticamente se ve impresionante y la cosa mejora cuando doy un salto al interior. Los asientos deportivos, tapizados encuero y con costuras a rombos, Los acabados son fantásticos y la madera oscura pone el toque refinado y clásico. Me encanta esa combinación entre la tecnología más brutal, con pantallas por doquier, y ciertos detalles de toda la vida. Eso sí, todo tiene sentido porque la calidad de fabricación y de los materiales es realmente alta.

Audi S6 Sedán 2019

Arranco y el motor cobra vida con un sonido mucho menos emocionante que el del anterior V8 y nada que ver con aquel V10 en los años de las ‘vacas gordas’. El interior está bien insonorizado, pero Audi debería haber exportado aquí el sistema de escape del Audi SQ5 2019: ¡parece un muscle car! Arranco y no necesito ni 20 segundos para volver a mi primera prueba del nuevo Audi A6 y volver a sentir ese agrado de conducción.

Aquí hay un factor que marca la diferencia: la suspensión neumática. Filtro con dulzura y ofrece un refinamiento absoluto. Pon el Audi Drive Select en la posición más deportiva y el coche mejorará su respuesta en curva. Esto, unido al eje trasero direccional y a la tracción integral Quattro, convierten la prueba del Audi S6 2019 en algo tremendamente placentero.

Prueba del Audi S6 2019: una pisada muy noble

Su pisada es noble y transmite solidez y templanza. Es de esos coches con los que consigues confianza en un abrir y cerrar de ojos. Hundo el pedal derecho y el V6 diésel responde con brío. El Audi S6 2019 de esta prueba acelera de cero a cien en cinco segundos clavados y te aseguro que la respuesta es más que satisfactoria. Nadie debería necesitar mejores prestaciones en un coche familiar y de lujo como este.

Prueba Audi S6 Avant 2019

La clave de las buenas prestaciones y de una salida fulgurante radica en un turbocompresor con asistencia eléctrica generada por un pequeño motor eléctrico de 7kW de potencia que es capaz de hacerlo funcionar en un régimen bajo de revoluciones. Se alimenta de un sistema microhíbrido de 48V asociado a unas baterías de iones de litio: el objetivo no es que el motor eléctrico mueva las ruedas, su función es ayudar al turbo, apoyar al sistema eléctrico e incluso permitir que el motor se apague por completo cuando no se requiere de potencia extra durante un tiempo de hasta 40 segundos.

Prueba del Audi S6 2019: prestaciones y eficiencia

Este sistema consigue un ahorro de combustible de 0,4 litros a los cien y lo más importante: será suficiente para conseguir la pegatina ECO en nuestro país. De esto prefiero no pronunciarme: el resultado es que el consumo se mantiene a raya, con una media de 6,2 litros a los 100 y gracias a su depósito de 73 litros, el Audi S6 2019 tiene una autonomía de más de 1.000 km.

Audi S6 Sedán 2019

Bueno, eso siempre que seas cauteloso con el pedal derecho: en una conducción normal el consumo real rondará los 8 litros, mientras que en conducción deportiva alcanzará los 12 o 13 litros. ¡Buena cifra si la comparamos con el anterior V8! Pero lo mejor del coche no es eso, lo mejor es que Audi creo que ha dado en la tecla de lo que quieren sus clientes.

Como te decía, quien se compra un Audi S no busca un deportivo radical, quiere un coche para todo. Audi ha mejorado ese concepto con un motor diésel que funciona realmente bien: corre mucho, es refinado e incluso suena decente. Confortable y eficaz sobre cualquier terreno. Lujoso, refinado y tecnológicamente a la última en su interior. ¿Tiene algo malo? Dos cosas: la primera y más grave son los escapes falsos. No tienen justificación. La segunda: su precio será más alto y por querer diferenciarse más de RS6, se puede quedar demasiado cerca de las versiones más potentes del Audi A6. ¿Será suficiente el apellido ’S’ y unas llantas bonitas? El tiempo lo dirá.
 

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