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Porsche Mission X: el hiperdeportivo eléctrico para celebrar el 75º aniversario

Rodrigo García Vita

Durante la celebración del 75º aniversario de Porsche en su museo de Stuttgart, la marca presentó el Mission X, heredero de los superdeportivos anteriores.

Porsche celebró hace unos días su 75º aniversario con un espectacular evento en el museo de Stuttgart. Cientos de invitados pudimos ver, escuchar y sentir los coches deportivos más icónicos de la compañía y además, hubo sorpresa: el Porsche Mission X.

Justo antes del evento, en la azotea del edificio estuvieron presentes los tres grandes superdeportivos de la historia de la firma: el Porsche 959, el icónico Carrera GT y el último hiperdeportivo que salió de Stuttgart, el Porsche 918 Spyder. Algo curioso que anticipaba que el anuncio podría ser el de un futuro reemplazo...

El hiperdeportivo eléctrico Porsche Mission X

Porsche Mission X

Si el Porsche 959 usó un motor bóxer de 6 cilindros biturbo, el Carrera GT hizo lo propio con un motor V10 atmosférico sensacional. El 918 Spyder se electrificó como un híbrido enchufable con dos motores eléctricos y un V8 de aspiración natural... Así que estaba claro que el siguiente paso iba a ser con un coche eléctrico.

Y en ese marco de rendimiento se presentó el nuevo Porsche Mission X. Un vehículo de 4,5 metros de largo y 2,0 metros de ancho con puertas al estilo Le Mans, que no llegan a ser de gaviota ni de tijera, sino que se encuentran en un término intermedio.

El prototipo también posee unas ópticas delanteras verticales que forman cuatro tiras LED divididas por la mitad, dos rejillas al fondo del parachoques frontal y una parte trasera con una gran infinite light que ilumina en el centro el lettering de la marca, al estilo del Porsche 963 de la categoría hypercars del WEC (Campeonato Mundial de Resistencia).

Porsche Mission X

Cuenta con formas angulosas y elegantes que desde el perfil, recuerdan incluso al Porsche 917 original a la vez que mantiene un alerón unido a la aletas posteriores como se vio con el 956, donde también nos encontrábamos con unos grupos ópticos unidos a lo largo de todo el parachoques.

De momento no hay muchos datos oficiales, más allá de que contará con una arquitectura de 900 V y abundante fibra de carbono en el exterior y en el interior, de aspecto muy futurista pero que podría cambiar cuando llegue el coche de producción. Algo que no se ha afirmado, pero ya se intuye.

Los objetivos de la marca son claros: conseguir un nuevo récord en Nürburgring para un coche homologado para calle, alcanzar una relación peso-potencia de 1:1, valores de carga aerodinámica superiores a los del Porsche 911 GT3 RS y apostar por recargas ultrarrápidas de batería. ¡Toda una joya!