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Nos engañan: tu coche con motor diésel consume más de lo que anuncia

Coches diésel, tres motivos para comprar uno en 2023

¿Sabías que tu coche con motor diésel consume más de lo que anuncia? Estas son las enormes diferencias entre lo anunciado y lo obtenido en conducción real.

Del consumo anunciado por el fabricante, que es en realidad la cifra homologada y oficial, al que un conductor medio puede obtener en el día a día hay una gran diferencia. Esto es algo que todos los usuarios asumimos, pero ¿de cuánto puede llegar a ser esa diferencia entre consumo homologado y consumo real? ¿Nos están mintiendo las marcas?

Para medir y obtener una cifra de consumo medio homologado, los fabricantes se someten al ciclo de homologación WLTP (Worldwide Harmonized Light Vehicles Test Procedure), un protocolo que lleva activo desde el 1 de septiembre de 2018 y que llegó para reemplazar la antigua norma NEDC (New European Driving Cycle), vigente desde 1997.

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Con este cambio, la Unión Europea perseguía precisamente reducir esta diferencia entre consumo homologado y consumo real realizando pruebas que arrojaran un resultado más próximo al obtenido en un uso cotidiano. 

Tu coche con motor diésel consume más de lo que anuncia

Tras más de dos décadas, las medias de consumo de todos los coches nuevos aumentaron con la llegada del WLTP. Sin embargo, lo cierto es que aún sigue siendo inferior al consumo medio real de un vehículo y tan solo podrás aproximarte a la cifra homologada si realizas una conducción extremadamente eficiente, algo que se aleja totalmente de la realizada por cualquier conductor.

Precisamente, en AUTO BILD realizamos un completo estudio en el año 2018 en el que demostramos con 60 coches que el consumo se disparaba hasta un 50% por encima de lo que dice la marca. Y gracias a este análisis, podemos extraer algunas conclusiones interesantes en lo que se refiere al consumo medio de los coches diésel.

renault clio

Por ejemplo, en el segmento de vehículos compactos podemos ver que el consumo medio homologado para el Volkswagen Golf 2.0 TDI de 150 CV era de 4,4 l/100 km, mientras que el real es de 5,0 litros, lo que supone 13,6% más del anunciado oficialmente.

Lo mismo ocurre con el BMW 118 d, que homologa 4,0 litros y obtuvimos una media de 5,2 l/100 km, o lo que es lo mismo, un 23% más. Y en el caso del Renault Megane diésel de 130CV, la media oficial es de 4,0 l/100 km y el consumo obtenido en nuestras pruebas acabó en 5,3 litros, un 24,5% más alto.

En las berlinas tenemos un caso similar. En el BMW 320d (4,0 l/100 km homologado y 5,3 l/100 km en conducción real), el consumo es un 24,5% superior a la media anunciada, mientras que el Alfa Romeo Giulia 2.2 diésel registró un consumo un 25% superior a la media homologada.

En modelos más grandes es incluso aún mayor la diferencia. Por ejemplo, el Volvo V90 D4 de 190 CV tiene un consumo real de 6,6 l/100 km frente a los 4,4 litros homologados, por lo que es un 33,3% más alto, mientras que el Mercedes E 350 d de 258 CV anuncia un consumo homologado que es un 21,5% inferior al obtenido en pruebas de conducción real.

Y los SUV tampoco se escapan a esta enorme diferencia entre consumos reales y homologados. El Nissan Qashqai homologa un consumo medio que es 1,5 litros (28,3%) inferior al obtenido en realidad, y el antiguo Renault Kadjar eleva esta cifra hasta los 1,7 litros (30,9%).

En los SUV grandes tenemos al Peugeot 5008 BlueHDi de 150 CV, con una media de 4,8 l/100 km y un consumo real un 26,15% más elevado, de 6,5 litros; mientras que el Skoda Kodiaq con el motor 2.0 TDI de 150 CV aumenta registró un consumo medio real un 16,4% más alto al que anuncia el fabricante como cifra homologada.

Los consumos siguen siendo diferentes 5 años más tarde

Obviamente, muchos de estos registros obtenidos durante las pruebas de conducción real, realizadas hace más de 4 años, ya no están vigentes, ya sea porque los coches están descatalogados o porque se han implementado nuevas medidas para reducir los consumos, como el famoso recurso de la tecnología Mild Hybrid que contiene ligeramente el consumo y las emisiones.

Sin embargo, la realidad es que estas pruebas siguen estando lejos del consumo de combustible o autonomía eléctrica que puede obtener un usuario habitual en conducción real, aunque estas diferencias en las medias son cada vez menores.

Es por tanto aconsejable que sumes, aproximadamente, 1,0-1,5 l/100 km más a la media oficial del fabricante para obtener una aproximación real a lo que consume tu coche habitualmente. De este modo, no caerás en engaños y podrás hacerte una idea de cuál será el consumo que tendrá un vehículo que, por ejemplo, estás pensando en comprar.

Etiquetas: Diésel

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