Nissan Ariya, tres secretos de su revolucionario interior

El Nissan Ariya es la gran apuesta de la marca nipona para el mercado de los coches eléctricos a corto plazo. Sigue la línea evolutiva tecnológica del Nissan Leaf, pero se sube al carro SUV, que es donde está el mayor interés del público, como la firma tiene más que claro gracias al enorme éxito del Nissan Qashqai.

El Ariya es un coche que entra por los ojos y es que, sorprendentemente, Nissan conservó prácticamente intacto el llamativo diseño del prototipo que presentó originalmente. Sin embargo, no solo es su exterior lo que llama la atención: te contamos tres secretos de su revolucionario interior.

Un puesto de conducción diáfano

Nissan ha optado por un enfoque bastante minimalista (como es tendencia más o menos en todo el sector), pero que destaca por la estructura y configuración de toda la zona del puesto de conducción y del salpicadero.

No falta una instrumentación completamente digital en la que tanto el cuadro como la consola central están formados por sendas pantallas de 12,3 pulgadas, y precisamente es el hecho de que ambas son prácticamente lo único que hay.

El salpicadero está completamente despejado, la parte superior luce una franja iluminada que se extiende hacia las puertas, una delgada línea cobriza lo recorre en la zona central y resulta llamativo que en el medio de la zona inferior, una superficie háptica hace las veces de controles para la climatización, tan bien integrado que parece que no esté ahí.

Versatilidad interior

Como eléctrico que es, el Nissan Ariya prescinde el típico túnel de transmisión, algo que ayuda a crear un espacio interior muy amplio, tanto en hechos como en sensaciones. A esto se suma el carecer de consola central, lo que potencia ese sentimiento en las plazas delanteras.

En las traseras, aunque el exterior deje claro el estilo cupé de la carrocería, lo cierto es que aunque el techo caiga de forma bastante estética, lo hace más atrás de lo que parece, así que en realidad también hay espacio para las cabezas de los ocupantes de estas plazas.

Y el toque más interesante es el hecho de que la estructura del reposabrazos central (que también incluye el selector de marchas o el cargador inalámbrico, entre otras cosas) se puede desplazar longitudinalmente.

Esto permite jugar con la configuración y dejando un hueco extra si alguien va a sentarse en el centro de la bancada trasera.

Asientos Zero Gravity

El eléctrico no es el primer modelo en utilizar los asientos Zero Gravity (ya modelos de 2015 contaban con ellos), pero combinados con los elementos anteriores ayudan a generar la mencionada sensación de amplitud. 

Tienen una estructura ligera y son más delgados de lo habitual, lo que contribuye a aumentar el espacio disponible, pero es que además cuentan con una tecnología diseñada para conseguir la postura ideal que haga los viajes largos lo más cómodos posibles.

En su desarrollo se busco identificar la capacidad de carga que soporta cada parte del cuerpo y encontrar la manera de que la superficie del asiento ayude a reducirla en las zonas en las que es más habitual acumular fatiga.