Euro 7, todo lo que necesitas saber sobre la nueva normativa
La Euro 7 entrará en vigor en Europa a partir de 2027 para turismos y furgonetas, y en 2029 para camiones y autobuses. Te contamos todo lo que necesitas saber.
¿Qué es la Euro 7?
La Euro 7 es una normativa implementada por Europa para mejorar la calidad del aire, estableciendo límites de contaminantes permitidos para aquellos vehículos nuevos vendidos en la Unión Europea. Se refiere, por tanto, a las emisiones distintas a las del tubo de escape, tales como las partículas procedentes de los frenos y los neumáticos.
La primera norma Euro llegó en 1992, y las siguientes en 2000, 2005, 2009 y 2014, además de las varias actualizaciones que han sufrido durante dichos periodos. De esta manera, se puede afirmar que la Euro mide la emisión de elementos que dañan nuestra salud de forma directa, como es el NOx, o las partículas y los hidrocarburos sin quemar.
¿En qué consiste la Euro 7?
La Euro 7 entrará en vigor para turismos y furgonetas en 2027, y en 2029 para camiones y autobuses, estableciendo límites aún más estrictos para velar por una movilidad sostenible. Esta normativa es considerada como necesaria por parte de la Unión Europea, debido a los crecientes problemas medioambientales causados por las emisiones de gases de efecto invernadero, así como por otros contaminantes de los vehículos.
Es por eso mismo por lo que la norma se centra principalmente en reducir las emisiones contaminantes, tales como el óxido de nitrógeno (NOx), compuestos orgánicos volátiles (COV), o las partículas finas, ya que son perjudiciales, no sólo para el medio ambiente, sino también para la salud de las personas.
La Euro 7 también aborda otros ámbitos, como es el caso de los desafíos tecnológicos y, más en concreto, la electrificación de los vehículos, así como el aumento de los vehículos híbridos y eléctricos. Por su parte, la UE se ha comprometido a cumplir con los objetivos fijados en el Acuerdo de París, los cuales giran en torno al cambio climático, exigiendo reducciones en las emisiones de gases de efecto invernadero, con el fin de evitar los peores efectos del calentamiento global.
Euro 7, aplazada hasta 2027
En un principio, se fijó la normativa Euro 7 para los turismos y furgonetas en 2025 y, en el caso de los camiones y autobuses, en 2027. Sin embargo, los Veintisiete han presionado, alineados con las demandas de la industria automotriz, para que las nuevas normas entren finalmente en vigor dos años más tarde: 2027 y 2029, respectivamente.
De hecho, Rumanía, España, República Checa, Italia, Hungría, Bulgaría, Eslovaquia y Polonia fueron los primeros que se opusieron a los plazos que fijaba la propuesta original. Francia, por su parte, ha defendido a su industria en el sentido de que pretende emprender su propio camino hacia la electrificación total de los vehículos de su mercado. Por ello, su propuesta es la de no aplicar la Euro 7 y, por el contrario, adelantar la adopción del coche eléctrico.
Se podría decir que todos los países que se han opuesto a la Euro 7 son aquellos en los que su industria automovilística tiene más peso. Su argumento: las medidas añaden costes y procesos, además de que no se da tiempo para la adaptación de la industria a la normativa, además de que se está viviendo un abandono de la venta de coches de combustión interna.
¿Sobre qué contaminantes se establecen los límites de la Euro 7?
- Óxidos de nitrógeno (NOx). En el caso de los turismos y furgonetas: el límite será de 60 mg/km (independientemente del tipo de motor que emplee). Para camiones: es superior, dependiendo de la categoría. A priori se esperaba que, para 2023, se consiguiera reducir en más del 85% las emisiones de NOx generadas por turismos y furgonetas, y en más del 80% de las generadas por camiones y autobuses con respecto a los niveles de 2018.
- CO: 1.000 mg/km
- Partículas PM10 en la frenada. 7 mg/km por vehículo (hasta 2035) y 3 mg/km (desde 2035).
- Componentes de la batería de los VE: Debe garantizarse la vida útil, con un rendimiento del 80% como mínimo durante los primeros 100.000 km o 5 años de antigüedad. El 70%, a los 8 años o 160.000 km.
¿Qué vehículos se verán afectados?
La Euro 7 entrará en vigor el 1 de julio de 2027 para turismos y furgonetas, y el 1 de julio de 2029 para camiones y autobuses. De esta forma, se puede afirmar que afectará a todos los vehículos de motor nuevos vendidos en la Unión Europea, independientemente del tipo de combustible o motor que utilicen.
Los motores diésel serán los peor parados, ya que Europa pretende reducir en un 50% el número de emisiones de óxidos de nitrógeno frente a la antigua normativa. El índice se reduce a los coches diésel frente a los gasolina, ya que emiten una mayor cantidad de gases NOx.
En cuanto a los gasolina, también se pretende reducir el baremo de emisiones de gases NOx en un 40% y, en el caso de los camiones y autobuses, se entiende el esfuerzo económico que tendrán que hacer todas las empresas de Europa para renovar sus parques de automóviles, de tal manera que, en su caso, se ha ampliado el plazo hasta 2029.
¿Cómo afecta la Euro 7 a los vehículos cero emisiones?
La Euro 7 no afecta de forma directa a los vehículos cero emisiones, así como a los vehículos eléctricos o de hidrógeno. ¿Por qué? simplemente porque no emiten dióxido de carbono (CO2), ni otro tipo de contaminantes atmosféricos. Lo que sí establece son límites para las emisiones de partículas u otros contaminantes que se generan durante la producción y uso de estos vehículos (partículas de frenos y neumáticos).
Otra cosa que les incumbe a los cero emisiones son la durabilidad de las baterías, teniendo en cuenta que se han fijado nuevos requisitos más estrictos en cuanto a los VE y de hidrógeno. Es decir, estarán sujetos a otros requisitos y límites para reducir su impacto ambiental.
¿Cómo afectará a la industria del automóvil? ¿Y al consumidor?
El sector automovilístico se ha quejado de la gran cantidad de normas que tiene que cumplir, las cuales los fabricantes han considerado que eran ambiciosas e irreales a la hora de poder cumplirlas. La Euro 7 iba a obligar a los fabricantes a hacer "inversiones excesivas y poco eficientes", tal y como explicaban los ocho países que se opusieron a la normativa.
Según los ocho, esta normativa se centra principalmente en intentar producir vehículos con motores términos menos contaminantes, en lugar de dar paso al camino de la electrificación. Sin embargo, la Euro 7 se ha retrasado dos años, lo cual permitirá a la industria adaptarse mejor ante los nuevos requisitos.
De esta manera, los fabricantes de automóviles podrán seguir centrando sus inversiones en la electrificación para poder ser competitivos. No obstante, en el caso de los fabricantes, la aplicación de la Euro 7 les costará 1.000 euros de media por cada vehículo fabricado.
En cuanto a los consumidores, la cifra se duplica, oscilando los 2.000 euros. El problema, según el nuevo presidente de ACEA, Luca de Meo, es que la compra de vehículos “se reducirá entre un 7 y un 10%, optando los compradores por mantener sus vehículos durante una mayor cantidad de tiempo, y por vehículos de segunda mano”.
¿Cuál es el papel de España?
El objetivo de España es el de perseguir el objetivo de mejorar la calidad del aire, así como continuar en el camino de liderar la movilidad del futuro. “Europa es conocida en todo el mundo por producir vehículos de bajas emisiones y de máxima calidad. Queremos seguir persiguiendo el objetivo de mejorar la calidad del aire”, afirma Héctor Gómez Hernández, ministro en funciones de Industria, Comercio y Turismo de España.
“Nuestra posición consiste en mantenernos en la senda de liderar la movilidad del futuro y adoptar unos niveles de emisiones realistas para los vehículos de la próxima década, ayudando al mismo tiempo a nuestra industria a dar el salto definitivo hacia los vehículos limpios en 2035”, añade el Ministro.
“La Presidencia española ha sido sensible a las distintas demandas y peticiones de los Estados miembros, y consideramos que con esta propuesta hemos conseguido un apoyo amplio y un equilibrio en los costes de inversión de las marcas de fábrica, además de mejorar los beneficios medioambientales derivados del Reglamento”, concluye.
Etiquetas: Unión Europea, Movilidad
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