Comparativa: cuatro compactos ahorradores (cada uno, a su manera)

Un apunte antes de empezar: los cálculos de costes se han hecho en Alemania, donde hemos realizado la comparativa; en cualquier caso, son en gran parte extrapolables al caso español. 

Quinto puesto: Mercedes Clase A (diésel)

Un compacto abonado al carril izquierdo. Rodar rápido y seguro sin casi darte cuenta es una de las cualidades de este Mercedes Clase A: 400 Nm de par y 190 CV le permiten pasar de 0 a 100 en siete sedosos segundos, la punta es de 235 km/h.

Especialmente aquellos que tienen que recorrer muchas distancias aprenderán a apreciar las ventajas del diésel clásico: consumo medio de 4,2 litros y una autonomía de 1.020 kilómetros. ¡¿Cómo podría ser mejor?!

Con un precio más moderado tal vez: en torno a 40.00 euros por el exiguo modelo básico sin extras son demasiados y empañan el apartado de costes: a 58 céntimos el kilómetro, al final es el más caro.

Cuarto puesto: Toyota Corolla (híbrido)

Mucho plástico duro, diseño peculiar: el Toyota Corolla sigue también su propio camino en los últimos años. Los japoneses son LOS pioneros en híbridos y han estado ofreciendo este tecnología desde el primer Prius en 1997.

Y así es como se conduce el Corolla. Las dos unidades funcionan juntas de manera rutinaria y sin reproches. El peso en vacío es de 1.455 kilogramos, el consumo se nivela en 4,9 litros. Todo muy fácil y sin mucho esfuerzo. La media resultante son 49 centímetros por kilómetro son solo promedio.

Tercer puesto: Mazda3 (gasolina)

Instrumentos redondos clásicos con diseño limpio, una caja de cambios de seis velocidades similar a un joystick y una cabina reducida a lo esencial, en la que todos pueden adaptarse de inmediato. 

Para los nostálgicos hartos de un mundo de coches plagados de pantallas, el Mazda3 es una clínica de rehabilitación rodante. El motor de gasolina de dos litros de funcionamiento suave no parece realmente salvaje, a pesar de su compresor y rendir 186 CV. Si no le pisas a fondo, es bastante tranquilo. 

El consumo medio de la de prueba es realmente contenido: solo 5,3 litros. Y debido a que el Mazda cuesta menos y tiene un valor residual estable, solo gasta 47 céntimos por kilómetro. 

Segundo puesto: Peugeot 308 (híbrido enchufable) 

¿Lo mejor de ambos mundos o simplemente un truco efectista? Los híbridos enchufables polarizan, como es el caso del Peugeot 308. Lo que habla a su favor es que es capaz de circular con cero emisiones por ciudad: 32 kilómetros 100% eléctricos fueron posibles durante la prueba.

Además, el doble corazón bajo el capó lo hace potente y silencioso. Pero también difícil de llevar a buen ritmo. 1.651 kilogramos lo convierten en el segundo automóvil más pesado en comparación después del Volkswagen. 

Esto afecta al  consumo. El consumo medio ha sido de 6,2 litros (y no hemos pasado de 130 km/h), el de electricidad es de 29 kWh.  El precio también es un poco elevado. Con más de 35.000 euros, es unos 10.000 euros más caro que el Mazda. El hecho de que esté por delante del japonés a 44 céntimos el kilómetro solo es gracias a la bonificación ambiental. 

Primer lugar: Volkswagen ID.3 (eléctrico)

El bisnieto del escarabajo avanza en silencio. El Volkswagen ID.3 quiere ser el nuevo Golf de la gama. Pero en términos de calidad de los acabados, claramente se queda atrás.

Ofrece mucho espacio con 4,26 metros y el maletero más grande de la comparativa, entre 385 y 1267 litros. Con la gran batería de 77 kWh de la versión Pro S, hay al menos 366 kilómetros de autonomía, se permite 21 kWh cada 100 kilómetros.

Que sea el más caro con más de 40.000 euros se puede compensar con las bonificaciones por ser un coche con cero emisiones, y las campañas puntuales de ayudas a la compra de un coche eléctrico. En el caso de Alemania, de los 56 céntimos el kilómetro pasa a 40 céntimos y se adelanta en costes a los demás.