Prueba del Peugeot 308 SW HDi 130: atractivo y sensato

Un familiar práctico, con un eficiente motor diésel y un diseño muy personal es la especialidad de Peugeot. Todo empezó en 1970, con el 304 Break. Entonces, un motor de 45 CV tenía que mover un coche de 4,14 metros. Ahora, la última creación para uso diario de los franceses es el Peugeot 308 SW, con un motor de, al menos, 130 CV. Sin embargo, no queda mucho de aquella funcionalidad del pasado. 

Con unas líneas dinámicas y una trasera bien integrada, el SW parece hecho de una sola pieza. El frontal, con unos faros estrechos y una gran parrilla, emana poderío. De hecho, ese aura clásico de utilidad de los familiares compactos se contrarresta aquí con la confianza y elegancia típica de los franceses. ¿Se ha perdido la practicidad?

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Prueba del Peugeot 308 SW HDi 130

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Comencemos por detrás. Aquí, el Peugeot 308 SW ha crecido casi 27 centímetros y, en función de la posición de los asientos traseros, su maletero está entre 608 y 1.634 litros. Es aceptable, pero sólo está en la media de sus segmento.

Pero en lo que está claramente por debajo de la media es en la capacidad de carga, ya que es capaz de acarrear sólo con 450 kg. Al menos el peso remolcable sí es bueno: hasta 1,5 toneladas.

En las plazas traseras, la línea descendente del techo hace que puedas rozar con el techo si eres alto. Eso sí, la comodidad de los asientos está bien. En cambio, delante las ergonómicas butacas del acabado GT te miman. No ofrecen demasiado soporte lateral, pero la conducción deportiva tampoco es el objetivo del 308 SW.

En general, la respuesta de su motor diésel de 1,5 litros es buena. Con el acabado GT, viene con una transmisión automática de ocho velocidades y como el bloque de cuatro cilindros entrega sus 300 Nm de par a 1.750 rpm y el cambio puede funcionar con marchas largas, lo que reduce el consumo y el ruido. 

Asimismo, su dinamismo es equilibrado, gracias a un chasis que sólo resulta incomodo en baches y a una dirección suave, pero poco comunicativa. 

Es un buen coche, especialmente para viajes largos, ya que vas a ahorrar. Nosotros hemos gastado 5,5 litros de media y, por carreteras rurales, poco más de 4 litros. Con una autonomía de 960 kilómetros, podrías conducir de Barcelona a Sevilla sin parar.

Y ya sólo queda valorar su precio: está disponible a partir 29.150 euros para el Active Pack con cambio manual y desde 34.700 euros para una versión con acabado GT como la de esta prueba. Sí, es mucho para un familiar compacto. Antes, las cosas eran diferentes en Peugeot. 

Opinión

Como coche diésel, el Peugeot 308 SW ofrece mucho confort al volante y un bajo consumo. Y todo, envuelto en un diseño personal y muy atractivo. Es una pena que sólo se mantenga en la media en términos de espacio, dinámica de conducción, funcionamiento general y precio.