Prueba Mazda 3 2.0 122 CV, premium ahora sí

Lo miras por fuera y, sin ser una revolución radical ni mucho menos, es un coche que impacta. La imagen más afilada, el estirado morro, la baja altura de la carrocería… en definitiva la corriente de diseño Kodo que esta dibujando a los nuevos modelos de la marca japonesa y que viste al Mazda3 2.0 122 CV de esta prueba.
Asi es el Mazda3 en vídeo
Un diseño sencillo, pero vistoso, igual que lo pretende ser una gama de motores formada por dos opciones: diésel y gasolina. Me coloco a los mandos del segundo para analizar a fondo las prestaciones de un bloque atmosférico con dos ligones de cilindrada. Eso es lo primero que me sorprende, porque Mazda sigue sin caer en la corriente del downsizing (bajar cilindrada de los motores para reducir emisiones y consumo ayudándose de un turbo) y apuestas por todo lo contrario: más cilindrada y un bloque atmosférico.
Un Mazda3 híbrido
Eso sí, reduce emisiones y consumo gracias a otras soluciones, la más inteligente es la presencia de un sistema Mild Hybrid de 24 Voltios para ayudar en las arrancadas, que permite que el sistema Start-Stop entre más rápido en funcionamiento. Como una polea une el alternador y el cigüeñal, el propulsor necesita menos esfuerzo para acelerar y, sobre todo, este Mazda3 puede presumir de llevar la pegatina ECO.

Silencio y ausencia de vibraciones definen los primeros compases al volante de Mazda3 que simplifica al máximo la presentación el cuadro de mandos. Mejor mucho la usabilidad del sistema de info entretenimiento (equipa de serie una nueva pantalla central de 8,8 pulgadas) aunque algunos controles (como la regulación de la temperatura), quedan demasiado incómodos. La postura de conducción es bastante deportiva, pegada al suelo y con un volante de tres radios muy Mazda. Detrás, el espacio está más justo, sobre todo en altura, y la capacidad del maletero es de 358 litros (un Volkswagen Golf ofrece 380 litros).
Con un consumo bastante contenido
Pese a sus 2.0 litros de cilindrada, este Mazda3 es más lineal que elástico. La potencia se dosifica desde un cambio manual de seis marchas con criterio y, sobre todo, rapidez gracias a la agilidad y cortos recorridos de la palanca. Lo mejor es lo bien que estira, lo peor es que a la hora de recuperar mejor tocar la palanca y reducir una velocidad que pisar el acelerador. Es un rodador que contiene el consumo (por debajo de 7 l/100 km en la prueba) y mejora el confort de marcha de forma notable. De hecho, en dinámica es donde menos diferencias se notan frente a la generación anterior.

Dotado de un equipamiento bastante completo, del que forman parte climatizador bizona, navegador, Vectoring Control, detector de tráfico trasero, reconocimiento de fatiga, sensor de parking, luces LED o cuadro de mandos digital, el precio de este Mazda3 2.0 122 CV es de 23.415 euros. Un Audi A3 1.0 TFSI 116 CV sale por 24.540 euros
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